Un pueblo de Salamanca ofrece su bar por un euro al año y ponen como condición que se abra al menos los fines de semana
Una medida original que busca dinamizar el municipio.
1 euro. Este es el precio que el Ayuntamiento de Coca de Alba, un pequeño municipio de Salamanca con menos de 100 habitantes, ha puesto para el arrendamiento de su bar. El consistorio ha sacado a concurso este local municipal por una renta simbólica de un solo euro al año, con la condición explícita de que el nuevo adjudicatario mantenga el establecimiento abierto, al menos, durante los fines de semana.
El inmueble en cuestión se ubica en la calle Calvo Sotelo n.º 13 de Coca de Alba y cuenta con 200 metros cuadrados que incluyen zona social y hasta un pequeño escenario para teatro. El local ha sido totalmente reformado recientemente y se pretende entregar totalmente preparado para iniciar la actividad: cocina amueblada y equipada, mobiliario completo, televisión y una pantalla para proyecciones, además de la propia licencia de bar.
La alcaldesa, Dori Vicente Ciudad, resume el objetivo: recuperar un punto de encuentro imprescindible para la vida del pueblo. “Los adjudicatarios deberán dinamizar el pueblo, y pedimos que sea gente que atraiga gente y se empadronen en el pueblo”, detalla en declaraciones recogidas por La Gaceta de Salamanca, quien además anima a los futuros dueños a ofrecer actividades complementarias no solo a los habitantes de Coca de Alba, sino de localidades cercanas.
Dar vida al pueblo
La reforma del local ha sido posible gracias a la subvención de la Diputación de Salamanca, la cual estuvo enteramente destinada a acondicionar el espacio para poder acoger la correspondiente actividad hostelera y cultural. En los últimos años, estuvo gestionado por una familia argentina que incluso se empadronó en la localidad para hacerse cargo del bar. Cuando estos tuvieron que regresar a su país el Ayuntamiento decidió volver a lanzar la oportunidad para que otra persona o familia se instale y dinamice la vida del municipio.
La iniciativa no es pionera en la provincia: varios ayuntamientos salmantinos alquilan sus bares a precios simbólicos para evitar el cierre del único punto de reunión en muchos pueblos. En localidades como Cantaracillo, Villaflores o Zorita de la Frontera se han aplicado rentas muy bajas, en algunos casos de 50 euros al mes, y se han estudiado medidas como la instalación de placas solares para abaratar costes a los hosteleros municipales.
Los regidores de esos municipios defienden que mantener abierto el bar es “un bien social” que incentiva la actividad en la calle y facilita que el pueblo siga vivo. En el caso de Coca de Alba, el arrendamiento del local es por un año según figura en el contrato, aunque este se podrá prorrogar, por anualidades, siempre de forma expresa y por mutuo acuerdo de ambas partes antes de su finalización, hasta un máximo de cuatro años incluido el inicial.