Dos jubilados franceses llegaron a España para disfrutar de unos días de vacaciones. Pero todo cambió en muy poco tiempo, concretamente cuando regresaron a Francia. Y todo por su coche eléctrico. 

Durante el viaje, la pareja, que tenía un coche eléctrico, decidió cargarlo en un Madrid, pero la sorpresa llegaría una vez regresaron a su pueblo Chenac-Saint Seurin-d'Uzet, y recibieron una factura de casi 1.200 euros por dicha carga.

Y todo ello a pesar de que su recarga ya fue facturada y cobrada en su cuenta bancaria. "Cargué mi vehículo (un MG4) con mi tarjeta Shell entre el 25 y el 26 de diciembre (en Madrid), el día que salimos, por 18,88 kWh. Pese a que las tarifas de conexión me parecieron desorbitadas, acepté los 71,77 euros", explicó John Stephen.

Pero no contentos con ese pago, la pareja fue 'castigada' con una nueva factura de 1.124 (en total 1.195) por dejar su automóvil eléctrico cargando en la capital española. Esto provocó que denunciaran y reclamaran su dinero, aunque por el momento no han recibido respuesta.

Esta nueva factura, según apunta, se corresponde con el período de las 12:34 del mediodía del 25 de diciembre, algo que argumentan que es imposible, ya que estaban el Uber. De esta forma, el desglose muestra 10 kWh de carga, pero una tarifa de conexión de 925,40 euros, que lamentan "equivale a más de doce días de carga".

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