Una psicóloga revela el papel clave de la actitud de padres en la crianza de niños y niñas con altas capacidades
"No todos los niños superdotados son iguales", recuerda.

Criar y educar a un hijo es un gran desafío, especialmente cuando son superdotados, y los padres han estado buscando la mejor forma de hacerlo durante décadas, pero la psicóloga y educadora Barbara Klein asegura que no existe una única manera, reconociendo que es un proceso muy complicado. En un artículo publicado publicado en Psychology Today, la experta subraya que "no todos los niños superdotados son iguales" y, por ello, sus necesidades educativas varían mucho.
Algunos niños destacan por su creatividad y prosperan en entornos flexibles que fomentan el arte, la actuación o la construcción. Otros, en cambio, tienen un perfil más académico y rinden mejor en aulas estructuradas con énfasis en materias como matemáticas, ciencias o historia. También están aquellos con una intensa energía física, que canalizan a través de los deportes.
Buscar el equilibrio
Frente a esta diversidad, Klein afirma que el primer paso es conocer profundamente al niño "observando sus intereses y pasiones, y prestando atención a sus asignaturas o aficiones estresantes". Solo así se podrá adaptar la educación a su perfil: "La educación para estudiantes con altas capacidades, adaptada a sus capacidades únicas, será la más exitosa".
En esto, es fundamental el rol de los adultos. Por un lado, señala la psicóloga, "cuando se ingoran sus cualidades, los niños superdotados se aburrirán en un aula normal". Por otro, si se sobrevalora el éxito, se genera una presión excesiva: "Podrían enfrentarse a lo contrario de la indiferencia hacia la superdotación: padres y profesores que sobrevaloran los logros, lo que puede intensificar rápidamente el perfeccionismo y conducir al agotamiento".
Por ello, Klein aboga por buscar un equilibrio que ofrezca desafío, apoyo emocional y comprensión: "Los padres que comprenden por qué su hijo, tan brillante, es diferente de los demás niños, tendrán menos problemas con sus propias frustraciones, a la vez que animarán a su hijo a obedecer sus normas escolares, de comportamiento y para hacer las tareas".
Entre otras estrategias que recomienda Klein, se encuentran las siguientes: descubrir tanto los talentos como las debilidades del niño, buscar escuelas y docentes comprensivos, enseñarles a aprender de los errores y, curiosamente, utilizar juegos de azar para moderar su necesidad de control.
