Una tortuga aparentemente inofensiva invade el canal y el pueblo activa la alerta: "Si ves una, no te acerques"
Estos ejemplares destacan por su comportamiento agresivo, con lo que es mejor mantenerse lejos de ellos.

Lo que podría parecer una curiosa anécdota se ha convertido en una seria preocupación para el municipio de Ramonville-Saint-Agne, al sur de Toulouse. La localidad francesa ha advertido a sus habitantes sobre la presencia de tortugas mordedoras en el Canal du Midi, una especie invasora que puede representar un riesgo tanto para las personas como para la biodiversidad local.
Procedente de América del Norte, especialmente de zonas como Florida, esta tortuga acuática puede alcanzar los 50 centímetros de longitud y pesar hasta 40 kilos. "¡Tienen unas mandíbulas formidables!", advierte el municipio en su boletín informativo, donde, según Franceinfo, también se incluye una llamativa advertencia: "¡Si ves una, no te acerques!".
Aunque no se han registrado incidentes, las autoridades locales subrayan que lo que hay que hacer en caso de encontrarse con uno de estos ejemplares es "informar sobre la presencia del animal" y prevenir situaciones peligrosas. "Solo se moverá o se defenderá si lo molestas. En esta caso, te arriesgas a sufrir lesiones graves por una mordedura", explica, resaltando la importancia de no tocar a este reptil.
Cómo reconocer a una tortuga mordedora
La tortuga serpentina, también conocida por otros nombres como tortuga lagarto, tortuga satán, tortuga mordedora o tortuga toro, es una especie que destaca por su aspecto robusto y su comportamiento agresivo. Su cola, casi tan larga como el caparazón, presenta una hilera de escamas en forma de sierra.
El caparazón tiene forma ovalada y muestra tonalidades que van del bronce al negro. El plastrón, de color amarillento, es pequeño, con forma de cruz y no está completamente osificado. Su cabeza es grande y alargada, con un hocico estrecho y puntiagudo, y una mandíbula poderosa. Las extremidades son fuertes, de gran tamaño, con membranas entre los dedos y uñas largas, lo que le permite moverse con soltura en ambientes acuáticos.
Esta tortuga habita en zonas húmedas como pantanos, lagunas, ríos, lagos y cursos de agua lentos, preferentemente en lugares con abundante vegetación acuática y por debajo de los 1.200 metros de altitud. Suele permanecer en aguas poco profundas, dejando solo los ojos y las fosas nasales fuera del agua, y gracias al tono oscuro de su caparazón, logra camuflarse fácilmente entre el entorno, asemejándose a una roca.
