Un estudio señala por qué los regalos mal envueltos dan mayores alegrías
Depende de quién reciba el regalo.

Envolver un regalo es mucho más que cubrirlo con papel: es crear expectación, ilusión y un momento único. Cada lazo, cada detalle, convierte un objeto en una experiencia. En Navidad, el ritual de preparar los regalos refleja cariño y dedicación.
Desde elegir el papel adecuado, combinar colores o añadir tarjetas personalizadas, todo suma para transmitir emociones y convertirse en una fuente de felicidad. Sin embargo, un estudio reciente ha analizado que los regalos envueltos de forma descuidada suelen provocar una mayor alegría en quienes los reciben.
La investigación fue realizada por la psicóloga conductual Jessica M. Rixom, junto a Erick M. Mas y Brett A. Rixom, de la Universidad de Nevada. Según sus conclusiones, un empaquetado imperfecto, lejos de arruinar la sorpresa, puede mejorar la experiencia del regalo.
El experimento del regalo imperfecto
Los científicos analizaron el efecto del envoltorio en tres situaciones distintas. En una de ellas, los participantes recibieron un regalo como agradecimiento por su tiempo. A la mitad se les entregó un obsequio envuelto de manera descuidada, mientras que la otra mitad recibió regalos cuidadosamente presentados.
El regalo era siempre el mismo tipo de objeto: una taza con el logotipo de un equipo de baloncesto. Algunos participantes recibieron tazas de los Miami Heat y otros de los Orlando Magic. El detalle clave es que todos los sujetos del estudio eran aficionados de los Miami Heat y se declaraban abiertamente contrarios a los Orlando Magic, por lo que, en teoría, algunos recibieron un regalo que no deseaban en absoluto.
Sin embargo, los resultados sorprendieron a los investigadores. Quienes recibieron regalos mal envueltos se mostraron más satisfechos con el contenido que aquellos cuyos obsequios estaban perfectamente presentados. Esta mayor alegría se mantenía incluso cuando la taza llevaba el logotipo del equipo rival.
Menores expectativas, mayor sorpresa
Según los autores del estudio, la explicación es psicológica ya que, un envoltorio cuidado y elegante eleva las expectativas sobre lo que hay dentro. Si el contenido no está a la altura de esa expectativa, la decepción es mayor. En cambio, un regalo mal envuelto reduce las expectativas, de modo que el contenido resulta una sorpresa agradable.
Eso sí, los expertos advierten de que este efecto no funciona con todo el mundo. El estudio señala que los regalos mal envueltos solo generan una reacción positiva entre amigos cercanos. En el caso de conocidos o personas con las que no existe una relación estrecha, el envoltorio se interpreta como una muestra de aprecio y esfuerzo.
En esos casos, un regalo mal envuelto puede transmitir desinterés o falta de consideración. Por ello, aunque el envoltorio imperfecto puede ser una ventaja entre amigos, con otras personas sigue siendo recomendable cuidar la presentación.
