El Ayuntamiento de Palma de Mallorca continúa la lucha contra la venta de drogas en el barrio de Son Banya. La última estructura que va a ser derribada: un edificio de 40 metros cuadrados pintado con los colores de la bandera de España.

Según publica el medio Majorca Daily Bulletin, junto a la estructura, se encontraban "banderas reales, focos e iluminación LED". "El edificio fue improvisado y las luces construían una señal de venta de estupefacientes". "Los colores españoles pretenden apelar al patriotismo del ayuntamiento: 'No van a derribar esto". Pero se equivocan.

De acuerdo la información difundida, se erigió el pasado 1 de mayo, un día festivo en el que no había vigilancia en la zona. "Pero si creen seriamente que el ayuntamiento será permisivo por motivos de patriotismo, la policía está a punto de desengañarlos", dicen desde el digital mallorquín. 

Fuentes policiales apuntan que "están convencidos de que vamos a tener más cuidado porque sería un sacrilegio, pero se olvidan de que un barco que colocaron en una rotonda (en la carretera ilegal) también tenía los colores de la bandera. Y eso fue destruido".

La acción policial en el lugar "se ha intensificado" y "esto tiene preocupados a los clanes", concluye la publicación. "La presencia de las autoridades está ahuyentando a su base de clientes leales que se dirigen a otras zonas de la ciudad donde se trafica con drogas, como La Soledat".

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