Paul Mason, de 59 años, y Zoe Rooney, de 47, vivieron una experiencia embarazosa cuando se les negó el embarque en un vuelo a Atenas debido a una norma poco conocida relacionada con el Brexit. La pareja, originaria de Hertfordshire (Inglaterra), había gastado 1.000 libras en un viaje de tres días para asistir a un concierto en la capital de Grecia, pero fue detenida en la puerta de embarque por un problema con los pasaportes.

El problema surgió debido a una regla de la Unión Europea que establece que los pasaportes no deben superar los 10 años de validez al momento de viajar, aunque aún resten unos meses de vigencia. Además, el pasaporte debe ser válido durante al menos tres meses después de la fecha de regreso prevista, una normativa que afecta a todos los países de la UE, excepto Irlanda.

El pasaporte de Zoe, emitido en noviembre de 2014 y con fecha de vencimiento en agosto de 2025, no cumplía con estos requisitos. Paul describe la situación en Birmingham Live como humillante: "Nos hicieron sentir como criminales". 

"Cuando reservamos nuestros vuelos en línea, nada nos indicó que su pasaporte no era válido. Pensábamos que todo estaba bien. Pasamos por el check-in y el control de seguridad antes de que nos lo señalaran", recuerda el hombre. "Fue muy vergonzoso. No tenía ni idea de la norma", añade.

Por su parte, un portavoz de Ryanair detalla que "el pasaporte debe cumplir los requisitos para viajar del Reino Unido a la UE, establecidos por la Oficina de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea, no por Ryanair".

Asimismo, señala que la responsabilidad de cumplir con estos requisitos recae en los pasajeros: "Los pasaportes deben emitirse dentro de los 10 años siguientes a la fecha de salida a la UE y es responsabilidad de cada pasajero asegurarse de que su pasaporte sea válido para viajar de acuerdo con los requisitos estatales pertinentes en el momento del viaje".