Víctor Viciedo, agricultor: "No puedo soportar más trabajar dieciocho horas diarias para no poder vivir"
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Víctor Viciedo, agricultor: "No puedo soportar más trabajar dieciocho horas diarias para no poder vivir"

La poca rentabilidad de los campos, la elevada edad de los trabajadores y la ausencia de jóvenes que quieran emplear su futuro laboral en la tierra conlleva a uno de los momentos más difíciles para el sector. 

Hombre arando el campo.Getty Images

El campo atraviesa uno de los momentos más difíciles de los últimos años. La ausencia de rentabilidad, el encarecimiento de los productos, el envejecimiento de los trabajadores y la ausencia de reemplazo en muchas de las industrias agrícolas supone que muchos se estén planteando cerrar su trabajo de toda la vida. Además, las políticas europeas que se están llevando a cabo tampoco ayudan al sector

En una conferencia celebrada en el barrio de Argüelles de Madrid titulada "El Pacto Verde Europeo. La ruina del primer sector productivo español", Víctor Viciedo, presidente de la Asociación de Labradores Independientes Valencianos, ofreció a los presentes un diagnóstico alarmante de la situación del medio rural. Según Viciedo, España ha perdido 18.500 agricultores en los últimos años y la edad media de los que quedan ronda los 60, lo que apunta a un grave problema de relevo generacional. 

"Se están abandonando granjas, barcos y tierras… no hay rentabilidad en el campo", aseguraba ante el auditorio haciendo referencia a esas jornadas interminables donde se emplean hasta 18 horas diarias para obtener un mínimo beneficio. Los datos presentados no sólo demuestran esa disminución de las explotaciones agrarias, sino el problema demográfico al que se enfrenta el sector y que se agrava año tras año. Del total de agricultores, menos del 4% son menores de 35 años. 

Esta tendencia de envejecimiento y despoblación rural forma parte de un fenómeno más amplio que diversas instituciones y estudios han señalado como uno de los principales desafíos de la España rural en las próximas décadas. 

El impacto del Pacto Verde Europeo fue uno de los ejes de la conferencia. Viciedo aseguró que las normas medioambientales, tal como están diseñadas, han incrementado los costes para los productores sin ofrecer soluciones efectivas para garantizar su viabilidad económica, acelerando así el cierre de explotaciones y alejando a las nuevas generaciones de querer zambullirse en este sector. 

Críticos de las estrategias climáticas europeas sostienen que medidas como la reducción del uso de fertilizantes, fitosanitarios y antibióticos limitan la productividad sin ofrecer alternativas claras para sostener las cuentas del agricultor medio. 

Este posicionamiento no es aislado: diversas organizaciones del sector han manifestado su rechazo a estas políticas por considerar que dificultan la supervivencia económica de sus actividades, además de pedir un replanteamiento de las normativas y un mayor apoyo para evitar que el ajuste recaiga únicamente sobre ellos. 

Las señales de alarma lanzadas por representantes del campo llegan de forma incesante mientras las diferentes instituciones gubernamentales procuran de solucionar la despoblación rural. Programas como el Pacto Rural Europeo, por ejemplo, buscan fortalecer la gobernanza, mejorar infraestructuras y atraer inversión al medio rural con un horizonte hasta 2040. 

Sin embargo, la percepción real de aquellos que viven el campo es que será imposible atraer de vuelta a los jóvenes si el principal sector agrario no da beneficios o ni siquiera los suficientes para ser rentable, por no hablar de las jornadas laborales imposibles. Las piezas del puzle están encima de la mesa, la cuestión que queda en el aire es si alguien será capaz de unirlas todas. 

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