Después de probar el mando Razer Kishi V3 Pro, veo las consolas y los móviles de otra manera

Resumen: He probado durante varias semanas el mando Razer Kishi V3 Pro y, para los que solemos jugar en consolas tradicionales, ha sido una gran sorpresa. Es un accesorio muy versátil, que se adapta a la perfección en móviles, tablets y ordenadores, sin importar el tamaño. Si hay algo que destaca por encima del resto es su ergonomía, ofreciendo una experiencia gaming con sólo conectar el smartphone. A la hora de la acción, responde muy bien y su agarre, pese a largas horas de juego, es muy cómodo.

Mi reseña del Razer Kishi V3 Pro

Antes de entrar en detalle, debo aclarar que siempre he cumplido con el tópico de los videojuegos. Nunca, pero nunca, me ha gustado jugar con el teléfono móvil. Me ha parecido siempre algo incómodo, con unos gráficos que no me convencían y un impacto en el smartphone que me hacía apagar la pantalla y encender una consola tradicional.

Pues bien, eso era hasta ahora. Porque tras probar el Razer Kishi V3 Pro, lo que podría ser un accesorio perfecto para los gamers en el móvil, se ha convertido en una grata sorpresa. Y dicho sea de paso, no, no es un accesorio como tal.

Desde que lo sacas de la caja, da muestras de sobra de que estás ante un mando premium lo mires por donde lo mires. Estéticamente, me parece perfecto, pero si hablamos de funcionalidad, su ergonomía lo convierte en una opción gaming que ya les gustaría a las grandes marcas de videoconsolas.

En los últimos años, siempre que he jugado, lo he hecho en PlayStation o Nintendo Switch. Nada más agarrar el nuevo mando de Razer, te das cuenta de que la ergonomía está a otro nivel. Parece algo sencillo, pero da igual el dispositivo que le pongas, una tablet o un smartphone. En mi caso, lo he puesto a prueba junto al OnePlus 15 y la experiencia ha sido la de una videoconsola real.

Con unos precios que son cada vez más altos entre las grandes consolas, muchos son los usuarios que tratan de disfrutar de sus juegos favoritos con algo que tienen más a mano, su teléfono móvil. A través del conector USB-C tipo isla integrado, es capaz de transformarlo en una consola.

Una vez lo pones en marcha, siempre surge la misma duda. ¿Y si se agota la batería? Pues el mando incluso un USB-C passthrough, que nos permite cargar el teléfono mientras juegas. Algo perfecto para evitar que la batería nos quite una 'victoria magistral'. Y todo ello sin importar si tenemos un teléfono Android o iOS, ya que se conecta a la perfección a ambos dispositivos. De hecho, por si fuera poco, con su app Razer Nexus puedes personalizar la vibración del mando para que se adapte a tu tipo de juego. 

Pero además de ergonomía, su conectividad va a otro nivel gracias a la tecnología de vibración háptica de alta definición, Sensa HD Haptics. He probado otros mandos 'baratos' para consolas tradicionales y en calidad poco tienen que ver. Los botones siempre se notaban duros, la vibración era más parecida a la de un terremoto que a la de un videojuego o su batería se acababa estropeando. En este caso, parece que la consola no aparece hasta que no se engancha el dispositivo al mando. Es ahí cuando comienza la magia, con una disposición perfecta para ir de viaje o jugar en la cama sin necesidad de tener un monitor.

Los modos de vibración siempre eran muy incómodos, pero en este caso, a la hora de jugar, la respuesta táctil es brutal. Poniéndolo a prueba con Call of Duty: Mobile, se notaba cada impacto de bala en las manos, pero no de forma molesta.

Sin duda, Razer sabe lo que está haciendo, con una experiencia de otro nivel. Este modelo que cuesta 169,99 euros, igual algo elevado para un mando, pero también acorde al sector gaming y con unas prestaciones top. Tras probarlo, me han pasado por la cabeza bastantes preguntas sobre si el futuro más inmediato sigue pasando por las videoconsolas o si serán los móviles y las tablets los que, con un mando de estas características, puedan transformar el mundo del gaming tal y como lo conocemos.