Baja a la cafetería de debajo de su casa en Madrid a comprar pan y el precio casi le arruina el mes
"Ni un solo euro de mi banco va a ir a hacer más rica a esta gente".

La gentrificación de las grandes ciudades -y ya no solo de las grandes- es uno de los grandes problemas de la sociedad española. Mientras los sueldos no hacen ni el amago de subir, los precios no dejan de hacerlo. La vivienda, el ocio, la cesta de la compra... Una deriva que cada vez ahoga a más españoles.
Y para darte cuenta de esto no solo el precio de las cosas es un buen indicativo, sino también el tipo de oferta que podemos encontrar. Sí, cada vez hay menos panaderías de toda la vida y más cafés de especialidad.
Esta nueva deriva no solo hace que se pierda identidad de los barrios y de las ciudades, sino que deja fuera del alcance de muchos residentes las cosas más comunes como, según ha contado Rita (@ritagali_), comprar pan.
"No son ni las 10 de la mañana y ya se me ha jodido el día. El caso es que yo hoy por la mañana me había quedado sin pan, ¿vale?", ha relatado la creadora de contenido.
"Y dije: Bueno, pues voy a darme un capricho y voy a bajar a la cafetería que tengo debajo de casa, que tiene un pan que siempre tiene súper buena pinta, y me voy a dar el capricho", ha recordado la tiktoker.
"Porque dije: Joder, una cafetería aestethic, no sé qué, seguro que me cobran 3,50 por el pan. Pues bajo, ¿y cuál es mi sorpresa? Que no son 3,50 euros, ni cuatro, ni cinco. Ni seis. ¡Siete putos euros una barra de pan! Me parece tan fuerte", ha comentado la usuaria, completamente indignada.
"Me giro, miro a la gente que hay en la cafetería y pues, evidentemente, no había ningún español. Todo guiris teletrabajando en remoto con sus sueldos de Suiza, de Alemania o de donde coño sean", ha criticado Rita.
"Y que claro, ellos sí que se pueden permitir ir a esa cafetería. Pues así va el país, que nos están jodiendo vivos, que nos están subiendo el precio de todo porque hay gente que sí que lo puede pagar", ha reflexionando la tiktoker, haciendo referencia al mayor poder adquisitivo de estos clientes.
"Y vamos a acabar como en Indonesia, viviendo por y para el turismo y sin poder pagarnos un café en nuestra propia ciudad. Así que aquí sí hay que preguntar: ¿Nacionalidad? Estos son los que verdaderamente nos están bajando la calidad de vida", ha manifestado la creadora de contenido.
"¿Qué he hecho yo? Pues irme al Alcampo a comprarme este pan maravilloso que me costó dos euros. Ni un solo euro de mi banco va a ir a hacer más rica a esta gente. Lo siento, es mi decisión", ha asegurado Rita,
"Bueno, yo no me iba a gastar siete pavos en una barra de pan, desde luego, no soy imbécil. Pero aparte de no ser imbécil, no soy una pretenciosa de mierda que vaya a comprármelo solo por aparentar o porque es aesthetic", ha concluido la usuaria.
