Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
El truco para saber si una salsa de soja es buena es fácil, sencillo y para toda la familia

El truco para saber si una salsa de soja es buena es fácil, sencillo y para toda la familia

Lo que empieza como una vuelta por el pasillo de las salsas acaba en minilección

Un envase clásico de soja en forma de pez, habitual en los restaurantes de sushi.
Botecito de salsa de soja con forma de pez visto en primer plano.¡iStockphoto

La obsesión que tenemos en España por distinguir lo bueno de lo que es "del montón" ha entrado también en los pasillos de los supermercados donde (esto puede que sorprenda a muchos) queremos saber, incluso, si la salsa de soja que compramos al ir a Mercadona, Carrefour, Alcampo o Dia es de buena calidad o, por el contrario, su lista de ingredientes "oculta" alguno que ayude a maquillar el resultado final del producto. 

Claro que, a punto de darle puerta al 2025, alguien en TikTok ha querido compartir uno de esos vídeos que apenas duran 14 segundos, en los que nadie dice ni una palabra, pero te dejan con la sensación de que llevas toda la vida comprando la salsa de soja equivocada, como un turista despistado, porque hasta el día de hoy nadie había hablado del truco que existe  de un truco que va a cambiar, para siempre, la forma en la que haces la compra. 

“Aprendí este truco en China”, dice el rótulo que, como carta de presentación, ha puesto "Mamma I'm hungry" al inicio de un vídeo en el que nadie habla ni da la cara. Solo se ve una mano, la manga de una sudadera de color gris paseándose por el pasillo de las salsas de un supermercado, como quien va a cometer un delito menor pero culinario.

Lo que pasa en el vídeo es tan simple como hipnótico. Esa persona coge primero un bote pequeñito de salsa de soja de la marca Kikkoman, de tapa roja, que agita arriba y abajo como si fuese un sonajero y se queda mirando las burbujas. Porque ahí está la clave del asunto: la espuma. Si las burbujas suben, se quedan ahí un rato, forman una capita y todo parece muy profesional, entonces está bien hecho.. Después hace exactamente lo mismo con un botella un poco más grande, de marca genérica, y la diferencia casi hace daño a la vista: las burbujas desaparecen antes de que puedas decir “salsa de soja light”.

El vídeo, lo que quiere demostrar es lo que muchos cocineros cuentan desde hace años: que la duración de la espuma suele indicar si se trata de fermentación tradicional y mayor contenido de soja, mientras que si no aparece o se esfuma al instante, igual tienes entre manos una salsa aguada o fabricada con demasiada prisa. En resumen: que si la botella hace “espumita buena”, apunta.

La diferencia también se nota en cómo se hace

Las buenas salsas de soja parten de lo básico: soja, trigo tostado, agua y sal. Luego entra en juego el koji, un hongo (Aspergillus oryzae) que fermenta la mezcla durante seis meses o incluso dos años. Ese proceso rompe proteínas y carbohidratos y crea un sabor profundo, equilibrado y lleno de umami. Por eso las salsas fermentadas de forma natural suelen ser translúcidas, ligeras y aromáticas, y por eso también generan una espuma más persistente al agitarlas.

La versión rápida funciona de otra manera. Algunas marcas atajan con proteína vegetal hidrolizada, ácidos, altas temperaturas y un proceso que dura tres días, no meses. Después ajustan el color con caramelo E-150 y el sabor con sal y potenciadores. El resultado suele ser más oscuro, más opaco y más plano. Y sí: la espuma desaparece en segundos, tal como muestra el vídeo.

Por eso, cuando vuelvas a la estantería del súper, conviene fijarse en tres cosas: una etiqueta con ingredientes cortos, la palabra “fermentación natural” y, si te apetece comprobarlo, ese pequeño hack que se ha hecho viral. Si la espuma aguanta, vas por buen camino.