La FIFA da el 'Premio de la Paz' a Trump y en RTVE lo definen con una frase antológica
El presidente de EEUU ha recibido el homenaje de la FIFA en pleno sorteo del Mundial de EEUU, México y Canadá 2026, por "promover la paz y la unidad".
Donald Trump hoy dormirá contento. El presidente de EEUU ha recibido este viernes el 'Premio de la Paz' de la FIFA durante el sorteo del Mundial de fútbol 2026 que albergará su país junto con México y Canadá. En una gala montada con él de gran protagonista y para sorpresa de absolutamente nadie, el magnate estadounidense ha recibido el homenaje de su amigo y presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
En la presentación del premio, que la FIFA entregaba por primera vez, Infantino ha destacado la "acción extraordinaria" de Trump para "promover la paz y la unidad" en todo el planeta.
"Todos sufrimos por los niños que sufren, lloramos por las madres que sufren, todos queremos ver futuro y he sido testigo de ver las firmas de los acuerdos de Abraham, la paz en Gaza, la paz entre Camboya y Tailandia, entre Ruanda y la República del Congo...", ha señalado el líder del fútbol mundial con Trump al lado.
El premio, medalla incluida que no ha dudado en ponerse él mismo, ha venido precedido de un vídeo destacando vida y milagros de Donald Trump en su faceta de 'hacedor de paz'. Una pura "hagiografía", como lo ha definido Marcos López, periodista de RTVE que comentaba la gala del sorteo del Mundial.
Pero la puntilla ha llegado con el matiz de Francisco José Caro, otro de los habituales del fútbol en RTVE. El periodista ha señalado, nada más conocer la concesión del 'Premio de la Paz' a Trump, que le daban "el premio de consolación" al quedarse sin su deseado Nobel de la Paz.
Todo, en una ceremonia "política a mayor gloria del presidente de EEUU", ha rematado de nuevo Marcos López, estupefacto por el desarrollo de la gala del sorteo en Washington, que durante largo rato se convirtió en un mero mitin trumpista.
Minutos más tarde, Trump volvería al escenario, junto a Claudia Sheinbaum y Mark Carney, como jefes de Estado de los tres países anfitriones para dar inicio, ya de una santa vez, al verdadero sorteo... previo nuevo acto protocolario.