Hay desayunos que sientan realmente bien. Otros, en cambio, como el que se ha tomado Una Pizquita de Todo en la terraza de una cafetería cualquiera España y que ha decidido compartir en su cuenta de TikTok, directamente escuecen. Una taza vacía, un zumo de naranja natural apurando su último suspiro, un bizcocho de soletilla intacto… y una cuenta que no se olvida ni con un trago de agua. En solo 12 segundos, este vídeo ha conseguido lo impensable: convertir algo tan simple como desayunar en el bar de una tragedia griega. Lo más irónico es que todo ocurre en la mesa número 13 de esa cafetería y no lo vio venir.

El vídeo de Una Pizquita de Todo, el más visto en su cuenta de la red social china, con una diferencia clara en lo que respecta a las reproducciones de sus otras publicaciones: más de cien mil visionados cuando otras no superan el centenar. Quizá, que lo haya empezado con un primer plano de la cuenta que le han entregado, ha ayudado a que más de medio millar de personas hayan reaccionado a sus imágenes. Porque, sin anestesia, este usuario de TikTok enfoca los 5,10 euros que le han cobrado por desayunar en la terraza del bar. Si se desglosa, entonces, es posible que lleguemos a entender mejor la indignación que se ha manifestado en la sección de comentarios. Por un café con leche ha pagado 2 euros y por zumo de naranja natural, le han cobrado 3,10 euros. 

A partir de ahí, el vídeo se convierte en un plano secuencia digno de Martin Scorsese: con la cámara deslizándose con parsimonia desde el ticket al escenario del crimen, donde se encuentran las pruebas del este "crimen gastronómico". Todo, mientras en pantalla se ve  un rótulo que resume un sentir que, a juzgar por lo que muchos han escrito, apunta a que es una semiento generalizado: “Ni desayunar fuera se va a poder”.

Entre el “atraco” y el “tampoco es para tanto”

El vídeo ha reventado el contador de visualizaciones en la cuenta de Una Pizquita de Todo, pero lo que realmente ha encendido la mecha ha sido la sección de comentarios. Allí, más de medio millar de personas han querido opinar sobre lo que cuesta, o debería costar, desayunar en este país. El debate, por supuesto, está servido.

Hay quien no se corta en el reproche práctico: “Si quieres te lo regalan, tómatelo en tu casa y te cuesta más barato”, espeta el usuario user114450043, como si el sol en la terraza viniera incluido con el reproche. Otros se aferran al desglose del ticket: “De verdad, ¿no habéis visto el ticket? El desayuno son 2 euros. Lo que sube es el zumo, como en todos los sitios… y encima en terraza”, escribe Emilio Belmonte, antes de añadir que en Madrid eso sería hasta una ganga.

Montserrat Hernández sube el tono: “Pero vamos a ver, ¿cuánto te crees que cuesta un desayuno, que quieres pagar dos euros o qué? Tú no sales mucho”, zanja. David únicamente aporta nostalgia hostelera: “A 2,50 el café y 4,70 el zumo lo vendíamos hace 9 años, cuando dejé la hostelería”, como quien dice: bastante estás tardando en dar las gracias.

Eso sí, no faltan las comparaciones regionales. Jara lanza un dardo: “En mi tierra, por ese precio, le añades una buena tostada de jamón y tomate, por ejemplo”. Mientras que AntonioJesusjajaxd reduce el desayuno a mínimos: “En mi pueblo, media tostada y una bebida: 2 €”.

El café y el zumo han pasado ya a un segundo plano. Lo que está sobre la mesa, y muy caliente, es el precio de sentarse a desayunar sin salir escaldado. Y ojo si pides lo mismo: puede que el bizcocho sea gratis, pero la colleja económica va incluida.