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Se niega a dejar propina en un bar de EEUU porque han tardado en servirle y la reacción del hostelero es para verla

Se niega a dejar propina en un bar de EEUU porque han tardado en servirle y la reacción del hostelero es para verla

El vídeo se está difundiendo rápidamente. 

La propina de un restaurante en EEUU.GETTY

La propina en EEUU, prácticamente obligatoria, es una costumbre muy arraigada en aquel país, pero que choca enormemente en países como España, donde se considera algo totalmente voluntario que se suele dejar en función de la satisfacción con el servicio.

Por eso, cuando los europeos van a Estados Unidos sufren a menudo un choque cultural. Prueba de ello es el vídeo que ha subido a TikTok el usuario @theeuropeankid, en el que un cliente discute con un hostelero porque se niega a dejar propina al considerar que el servicio fue muy lento.

"Tan pronto como mi aceite de oliva se retrasó... ya no dejo propina", argumenta el cliente, que explica: "Te hago un favor si doy propina porque tu servicio pensará que pueden ser lentos. Si el servicio no es rápido nadie da propina. No doy propina. ¿Por qué debería dejar una propina?". 

El hostelero se queja, asegurando que en Europa los bares y restaurantes no piden propina porque ya la incluyen en el precio sin decir nada. "Aquí eso no está bien, tienes que dejar algo", le insiste.

En las reacciones destaca la de un usuario que niega lo que dice el hostelero: "En Europa la propina no está incluida en el precio... damos propinas por un buen servicio". Otro avisa: "En España la propina es totalmente opcional e incluso excepcional".

"Lo que más me molesta de la cultura estadounidense como británico es que está basada en el porcentaje. Entonces, un camarero de un restaurante familiar puede recibir una propina del 25% de una cuenta de 30 dólares, es decir, 7,50 dólares. Generalmente estoy dispuesto a pagar si el servicio es bueno. Pero si voy a un restaurante de lujo y pago 600 dólares por una comida, ¿por qué me deberían pedir que le deje al camarero 150 dólares? ¿Todavía sólo me trajeron mi comida y bebida? Me alegra dejarles $7.50 también", dice otro.

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

Sobre qué temas escribo

Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

Mi trayectoria

Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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