'The New York Times' define con una sola frase lo que hace Rosalía y no hay mejor forma de resumir todo
"Como una avalancha de sonido y sensación".
El prestigioso diario estadounidense The New York Times, fundado en 1851 y ganador de 132 Premios Pulitzer, más que ningún otro periódico en todo el mundo, ha analizado de forma minuciosa Lux, el último álbum de Rosalía, y ha definido de una forma difícilmente discutible lo que hace la artista catalana.
En el artículo, Joshua Barone, editor del periódico especializado en música clásica y danza, señala que el disco "tiene tintes operísticos" pero se pregunta si "es realmente una ópera".
El experto explica que el álbum de Rosalía "se anuncia como sinfónico y operístico", pero señala que "toma prestado de ambos géneros, sin decantarse por ninguno". Dice que el primer sencillo, Berghain, "es una declaración de grandiosidad, con orquesta completa, coro y voces de coloratura" y que, "para realzar la autenticidad del espectáculo, toma prestado libremente de la música clásica y la ópera".
"Este enfoque total y abarcador de la música clásica es representativo del álbum en su conjunto: 18 pistas (en la versión física) que se extienden, adoptando género tras género, a menudo dentro de la misma canción, golpeando y acumulándose como una avalancha de sonido y sensación", asegura Barone, quien señala que Rosalía "utiliza ambas formas para transmitir una magnitud y una emotividad extremas, sin comprometerse con ninguna de ellas": "En definitiva, ha creado un álbum pop con un gran presupuesto".
En autor de The New York Times, tras analizar canción por canción, acaba sacado una conclusión rotunda: "Rosalía se lo está pasando en grande".
El diario estadounidense no es el único medio extranjero que se ha hecho eco en los últimos días del último lanzamiento de Rosalía. El semanario alemán Stern titula de una forma demoledora su artículo sobre Lux: "El nuevo Fantasma de la Ópera".
Dice que con Lux, Rosalía "se embarca en el mayor experimento de su carrera: 18 canciones, 13 idiomas, una orquesta sinfónica y cero concesiones". "Rosalía ahora se lanza a la ópera en lugar de a la fiesta", afirma.
Stern subraya que la artista "cuenta con todas las herramientas necesarias para esta ambiciosa empresa" y que el "álbum se siente como un rompecabezas sonoro": "Su registro vocal es impresionante, y la emoción y la vulnerabilidad que se desprenden de cada nota lo son aún más".
"Esta obra es muchas cosas: clásica, opulenta, artística, ambiciosa, impredecible, novedosa. Pero también pretende abarcar mucho más. Está concebida como un viaje en cuatro partes, con un marco conceptual tan complejo que pondría nervioso a cualquier director de ópera", asegura la revista alemana.