Un repartidor comparte su estupefacción por lo que ha tenido que llevar a las 23.00: "Mira que me han hecho pedidos raros, pero..."
"Antojos de domingo".

El pedido que un repartidor ha tenido que entregar un domingo a las 23.00 le ha causado tal sorpresa y estupefacción que no ha podido más que compartirlo.
"Mira que me han hecho pedidos raros, pero desde luego pedirme a las once de la noche unas palomitas a un cine por Uber es algo que no me esperaba hoy, así que vamos a por ellas", cuenta el usuario de TikTok @alexboken_.
Dicho eso, el trabajador se pone en marcha afirmando que ese es "el antojo de la noche, sin ningún tipo de duda" y se ve cómo llega a un cine a recoger el producto. "¿Os suelen pedir muchas palomitas?", le pregunta a la empleada del cine, que le asegura que sí. "Me quedo flipado", admite él.
"¿Vosotros os pediríais palomitas por Uber? ¿Pagaríais tanto dinero?", plantea el usuario antes de completar su entrega: "Pedido entregado, palomitas entregadas. Un cliente feliz".
En las reacciones, algunos usuarios cuentan experiencias con los pedidos. "A mí un sobre de salsa barbacoa, un sobre específicamente, y metiendo prisa para que se lo lleve ya", dice una persona.
"Hay un cliente al que le llevo recurrentemente sólo cuatro latas de cerveza. Siempre lo mismo. A veces le meto un sobre de ketchup o una cuchara para que flipe un poco", señala otro.
"Flipo con la peña pedir palomitas a un cine seguro que a precio de oro cuando tienes las de microondas de toda la vida bien ricas y calentitas en pocos minutos", apunta otra persona.
Las vivencias de los repartidores son objeto de debate a menudo. Hace unas semanas, por ejemplo, un trabajador conto en Las Mañanas de Kiss lo que le había pasado: "Una noche cualquiera, un pedido cualquiera, en una casa cualquiera. Yo llevé el pedido y me salió un chico porque tenía que pagarme y le faltaban creo que eran tres euros o cuatro, no me acuerdo".
"Entonces llamó a su chica y salió la chica tan campante, como si no pasara nada. Y cuando la chica sacó los cinco euros del monedero miró para arriba y me vio a mí... Y dije cuidado, que esta no es su novia", recordó.
"Es la novia de un amigo mío. Ella se quedó tan sorprendida que actuó hasta bien y todo porque nos quedamos los dos diciendo: qué ha pasado aquí. Ella me miró, vio que era yo y se quedó blanca, como me quedé yo, más o menos", relató.
"Según bajé abajo le llamé a él: 'Mira, que está tu novia en esta casa'. Él la llamó a ella y por lo que se ve lo dejaron porque ya llevaba tiempo con el rollito. Actuó bien porque el chaval no se dio ni cuenta de que me conocía", añadió.
