¿Qué es literatura en el siglo XXI? Metamorfosis de un arte antropófago

¿Qué es literatura en el siglo XXI? Metamorfosis de un arte antropófago

Si el año pasado el galardón amplió las fronteras al distinguir al periodismo literario en la bielorrusa Svetlana Alexiévich, este año el premio al cantautor estadounidense Bob Dylan ha vuelto a generar toda clase de reacciones. La Real Academia Sueca parece invitar a una reflexión o revisión de preguntas como: ¿Qué es literatura en el siglo XXI?, ¿tiene fronteras la literatura? ¿son los guiones de cine y televisión literatura? ¿y el cómic y las obras transmedia forman parte de ella?

"Voy a presentar al mundo / A aquel que todo lo ha visto, / Ha conocido la tierra entera, / Penetrando todas las cosas, / Y en redor explorando / Todo lo que está oculto".

Treinta y cinco siglos emparentan esas frases inaugurales de la literatura de la siguiente canción:

"Cuántos caminos debe recorrer un hombre / antes de que le llames hombre / Cuántos mares debe surcar una blanca paloma, / antes de que ella duerma en la arena".

Treinta y cinco siglos nos separan de aquel primer texto literario conocido como La epopeya de Gilgamesh y canciones como Blowin' in the Wind de Bob Dylan, premiado en 2016 con el Nobel de Literatura. Entre una y otra, en cinco soportes físicos se han plasmado las historias creadas por el ser humano (tablillas de arcilla, rollo de papiro, el códice, el libro impreso nacido con Gutenberg y el libro electrónico), mientras las personas nunca han dejado de contar y/o de cantar con sus palabras y voces sentimientos, episodios y escenas reales o imaginadas.

"La literatura es la pregunta sin respuesta", afirmó Roland Barthes.

Una declaración que cobra vigencia hoy, a tenor de los Premios Nobel de Literatura en 2015 y 2016. Si el año pasado el galardón amplió las fronteras al distinguir al periodismo literario en la bielorrusa Svetlana Alexiévich, este año el premio al cantautor estadounidense Bob Dylan ha vuelto a generar toda clase de reacciones. La Real Academia Sueca parece invitar a una reflexión o revisión de preguntas como: ¿Qué es literatura en el siglo XXI?, ¿tiene fronteras la literatura? ¿son los guiones de cine y televisión literatura? ¿y el cómic y las obras transmedia forman parte de ella?

Sobre estas y otras cuestiones debaten en un vídeo para este blogMagazín Nélida Piñón, escritora y académica de la lengua brasileña; Milena Busquets, narradora española; y Gustavo Guerrero, autor venezolano y consejero en la editorial francesa Gallimard. El escenario fue la 30ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara, FIL (México).

"La literatura se nutre o se ha nutrido siempre de lo que no es literatura", afirma Gustavo Guerrero.

Los tres charlaron durante más de media hora. Un debate cuya primera parte publico hoy y que gira alrededor de dos ideas: Qué es literatura y si los cantautores hacen literatura. Antes de reproducir el diálogo textual, un avance:

"Literatura es lo mismo siempre. Es lo que nos emociona", dice Milena Busquets, autora de También esto pasará.

"La literatura se nutre o se ha nutrido siempre de lo que no es literatura", afirma Gustavo Guerrero, autor de Historia de un encargo: 'La catira', de Camilo José Cela.

"Sigue siendo Homero. Homero es el parámetro, no Dylan", opina Nélida Piñón, autora de Libro de horas.

"La literatura es todo lo que existe. La literatura es voraz, es antropófaga", agrega Piñón.

"La presencia de la música y la relación entre música y palabra puede entenderse de muy distintas maneras en la historia de la poesía", recuerda Guerrero.

"La decision de la Academia es anacrónica", explica Guerrero.

"Esto es un deservicio. Es una sistemática devaluación del libro, que siempre se dice que está muriendo", según Piñón.

Ahora sí, el diálogo completo. Recuerden que esta en vídeo al comienzo de este artículo.

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PREGUNTA: El primer texto literario data de hace 35 siglos, con La epopeya del Gilgamesh. Desde entonces la literatura ha vivido una metamorfosis en la forma de contar y de presentarse. La Academia del Nobel premió el año pasado a una periodista y este a un cantautor. Parece querer borrar ciertas etiquetas y decir que la literatura no es solo lo que toma la forma del libro tradicional, recordarnos que no nació con Gutenberg. ¿Qué es literatura en el siglo XXI?

Milena Busquets: La literatura es lo mismo en el siglo XXI que en el siglo XI antes de Cristo. La literatura es Shakespeare. Es lo que nos emociona. Y si este año el Nobel se lo han querido dar a un cantante, pues a mí no me parece mal. Para mí, los premios no son importantes. Lo importante es si dentro de 200 años alguien sigue leyéndote a ti o escuchando las canciones de Dylan. Yo no creo que la literatura cambie, es una cosa: lo que nos emociona nos seguirá emocionando.

Gustavo Guerrero: La literatura en el siglo XXI, al menos si la vinculamos a este premio que le han dado a Bod Dylan, como una imagen que defina lo que es la literatura en el siglo XXI, pues es más o menos lo mismo en el siglo XX o XIX o los anteriores. La literatura se nutre o se ha nutrido siempre de lo que no es literatura. Shakespeare se nutrió de una cantidad de fabulas y de historias que vienen de la literatura italiana, pero también se nutrió de mucha conversación de tabernas. Del mismo modo, Cervantes se nutrió de los libros de caballería, pero también de muchas experiencias que él vivió al margen de su literatura. En el propio Quijote hay algunas canciones que se citan y se intercambian. De modo que yo creo que la literatura ha vivido siempre de los márgenes de la literatura. Ha vivido como comiéndose otros espacios exteriores. En ese sentido, tiene razón Blanchot, aunque suena un poco trágico y melodramático, con esa idea de que la literatura siempre avanza diluyendo sus propios límites. La decisión de la Academia Sueca corresponde a esa lógica.

Nélida Piñón: La literatura es permanente. Desde Homero. Sigue siendo Homero. Homero es el parámetro, no es Dylan. Homero engendró a Shakespeare, a Cervantes. La literatura se nutre de los márgenes, de la vida, de las pasiones, de lo oscuro, de un misterio inexpugnable. La literatura cuenta la historia humana, trata de recuperar la memoria para que sepamos quién somos, qué hemos sido en el pasado. La literatura cumple un deber de señalar quiénes somos. La identidad humana. No es la identidad de las ideologías, de nuestras pasiones.

M. Busquets: Y esto no cambiará.

N. Piñón: La literatura puede ser teológica porque está vinculada a lo sagrado, pero a veces es profana. La literatura es todo lo que existe. Y cuando tú dices que se alimenta de todo, es verdad, de todo lo que el humano ha pensado y ha imaginado. Es el paraíso de la invención, de la imaginación; y la imaginación humana no tiene límites. La literatura es voraz, es antropofágica. Se alimenta de todo. Es una maravilla.

PREGUNTA: El Nobel a Dylan ha generao polémica. Antes existían los juglares ¿Los cantautores hacen literatura? ¿Las letras de las canciones son literatura?

G. Guerrero: Sin duda, sin duda.

N. Piñón: Sí, pero no es el imperio del verbo. Porque la música sirve a la música. La música es imperativa, tiene que subordinar la palabra, el verbo a los intereses de la música. No es lo que se estableció en llamar literatura. A mi juicio, es muy impresionante que la Academia Sueca diera el premio a Bob Dylan, en un momento en que en Estados Unidos tenía a alguien como Philip Roth.

M. Busquets: Nosotros lo amamos.

G. Guerrero: La cuestión de la música tiene matices. Al final del siglo XIX, por ejemplo, Verlaine decía que en el verso la música debería de ir ante todo. Y alguien como Oscar Wilde dijo alguna vez que todas las artes debían tender a la condición de la música. La presencia de la música y la relación entre música y palabra puede entenderse de muy distintas maneras en la historia de la poesía. Además, la historia de la poesía está marcada con la presencia de la música. Yo creo que en el caso de Bod Dylan hay dos problemas distintos que giran alrededor de ese decisión de la Academia. El primero es el carácter tardío de esa decisión. Si ese premio se lo hubieran dado a finales de los setenta o en los años ochenta, en pleno debate sobre la alta y la baja cultura, donde en ese momento las fronteras existían sobre esos dos géneros, y en el que reivindicar la cultura de masas era hacer un acto de progreso dentro del campo de la historia, en ese momento si se lo hubieran dado a Dylan hubiéramos sentido que había la afirmación de un final, de la manera de concebir los vínculos entre baja y alta cultura.

M. Busquets: La mayoría de sus grandes canciones ya estaban escritas en aquellos años. A mí me gusta mucho Bob Dylan.

G. Guerrero: Ese hubiera sido un momento cenital para la Academia Sueca. Marcar que las fronteras entre baja y alta cultura, cultura popular y cultura de élite estaban desapareciendo hubiera sido muy interesante. Hacerlo hoy, cuando esas fronteras están porosamente deshechas...

"Los de la Academia quisieron darse a conocer como jóvenes y modernos. Dylan no va a recoger el premio. Y es una lección", afirma Nélida Piñón

N. Piñón: Y sobre todo en un momento muy crítico para la literatura y que hay una cierta desclasificación de la palabra, de banalización del verbo. Me parece que es un oportunismo inadecuado. Hoy la literatura necesita un espacio público de conocimiento, porque hay una tendencia a poner las palabras debajo del tapete junto con los conceptos y el pensamiento. Esto es un deservicio. Es una sistemática devaluación del libro que siempre se dice que está muriendo.

¡Estamos todos muertos! No es el momento. Todo es la música. Además, el imperio de la música es monotemático. Los géneros de la música desaparecieron de una forma tiránica. Yo, por ejemplo, en mi generación, amábamos el tango, el cancionero francés, el fado. ¡Hoy todo es pop, rock! Es un momento en el que tendríamos que abrir fronteras y no restringirlas. Es un momento muy tiránico de un único gusto; todo es pautado por un solo gusto.

M. Busquets: Tienes razón.

G. Guerrero: El primer problema al que me referí con el premio a Dylan es el carácter anacrónico de esa decisión. Y el segundo problema es que justo ese anacronismo hace caer a esa decisión en un momento en que la literatura está contra las cuerdas recibiendo golpes de todos lados y tenemos una explosión de lo audiovisual. La Academia quiso jugar la carta de juvenilismo y del populismo.

N. Piñón: Y quisieron darse a conocer como jóvenes y modernos. Dylan no va a recoger el premio. Y es una lección.

M. Busquets: A mí no me parece mal que no vaya a recogerlo. Por ejemplo, Woody Allen no va a buscar el Oscar nunca.

N. Piñón: Sí, pero el Nobel es el mayor premio literario del mundo.

M. Busqutets: El Oscar lo es para el cine.

N. Piñón: Pero son 30 Oscar en una sola noche. El Nobel es la coronación del emperador que hay que conocer y reconocer.

G. Guerrero: Hay que verlo todo conjuntamente. Hay que ver el premio, la no reacción de Dylan, al principio, el hecho que no vaya a recogerlo.

N. Piñón: Sí. La Academia estará traumatizada.

M. Busquets: Yo entiendo lo que Dylan estará diciendo, que él ya es Dios. Que no necesita un premio así.

G. Guerrero: Hay una frase de un crítico alemán que me produce un poco eso que tú estás diciendo: "Bob Dylan no necesitaba el premio Nobel, pero la literatura sí necesitaba el premio Nobel".

PREGUNTA: ¿Los guiones de cine y televisión son literatura?

N. Piñón: No. Bueno, trabaja con la palabra en otro nivel, pero el director cancela la integridad del guion, cambia todo. Corta, mutila. Pone la primera fase en la primera página conectando con la tercera. No hay control. La soberanía del arte tiene que ser reconocida...

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Periodista literario y cultural itinerante entre Europa y América Latina que comparto experiencias lectoras y del mundo del libro en el blog winstonmanriquesabogal.com. Escribo en el diario EL PAÍS (España) y revistas latinoamericanas. Coordiné la sección de libros en Babelia y en la sección de Cultura de EL PAÍS, además de llevar su edición digital, y el blog Papeles perdidos, del mismo diario. En Colombia trabajé en los periódicos El Espectador, El Tiempo y Agrohuila, y en la Agencia Colombiana de Noticias Colprensa.