El Caso Arévalo: El deporte español ante su espejo más crítico
"Su situación apunta a un problema estructural profundo: la concentración de poder en las federaciones, la falta de transparencia en sus procesos y la ausencia de mecanismos eficaces de defensa para los deportistas"

La exclusión de Carlos Arévalo, doble medallista olímpico en K4-500 metros, del Campeonato del Mundo de piragüismo no es una anécdota, sino un demoledor síntoma de los problemas estructurales que asolan el deporte español. Este piragüista gallego, plata en Tokio 2020 y bronce en París 2024, ha sido apartado del K1-200 no por bajo rendimiento o lesión, sino por una cadena de decisiones erráticas y contradictorias de la Real Federación Española de Piragüismo (RFEP), que incluso ha reconocido su error pero se ha negado a corregirlo. Su caso visibiliza una inquietante realidad: el poder desmedido de algunas federaciones y la indefensión de los deportistas, incluso los de élite.
El camino de Arévalo hacia el Mundial parecía claro. Tras ganar la selectiva nacional en K1 200 metros, se colgó el bronce en la Copa del Mundo de Sprint en Szeged (Hungría), lo que, según los criterios de la propia Federación, le aseguraba plaza para el Mundial tanto en K1 200 como en K4 500, esta última, una prueba olímpica. Sin embargo, la RFEP alegó inicialmente incompatibilidad horaria entre ambas pruebas, para luego rectificar y emitir un documento oficial que garantizaba la compatibilidad, priorizando el K4 500. Con esa garantía, Arévalo continuó su preparación.
La cruda realidad: reconocen el error, no lo corrigen
Cuando todo apuntaba a su participación, la Federación le comunicó un error en la interpretación del proceso y de los criterios técnicos. La RFEP reconoció su responsabilidad, pero no tomó ninguna medida para subsanar la situación. Así, Arévalo, quien había cumplido todos los requisitos deportivos, queda fuera del Mundial de K1 200.
Este episodio no solo es un grave agravio personal, sino que debilita la credibilidad de todo el sistema deportivo. Lanza un mensaje devastador: en el deporte de élite, a veces no basta con rendir, ganar y clasificar. Si una federación falla y nadie le exige corregir ese error, el deportista paga el precio en silencio.
Un problema estructural: el poder intocable de las federaciones
El caso de Carlos Arévalo no es aislado; en otros deportes también se han denunciado prácticas similares. Esto apunta a un problema estructural profundo: la concentración de poder en las federaciones, la falta de transparencia en sus procesos y la ausencia de mecanismos eficaces de defensa para los deportistas. Muchas federaciones deportivas en España funcionan como entes casi autónomos, sin mecanismos reales de control o de recurso para los deportistas.
Esta situación plantea una pregunta incómoda y urgente: ¿Qué ocurre cuando el sistema falla y nadie lo repara? Si un doble medallista olímpico, con visibilidad y resultados contrastados, sufre tal indefensión, ¿qué puede esperar un joven que apenas comienza, sin nombre ni palmarés?. La falta de protección, transparencia y justicia en el deporte, tanto de base como de alto rendimiento, puede desanimar vocaciones, desincentivar el esfuerzo y deteriorar el tejido deportivo del país.
Un modelo que clama por revisión
Es urgente abrir el debate sobre el papel y el poder de las federaciones deportivas en España. Su labor es crucial, pero no puede desarrollarse al margen de la transparencia, la equidad y la rendición de cuentas.
Desde una perspectiva progresista, es imperativo establecer normas claras, procesos revisables, figuras de defensores del deportista y órganos independientes de arbitraje que garanticen la justicia y la protección de quienes dedican su vida al deporte.
Carlos Arévalo, el doble medallista olímpico, entrenará este verano fuera del equipo nacional de K1 200 y sin Mundial en esa categoría, debido a un fallo que la propia Federación reconoce, pero no enmienda. Y con él, todos los que creemos en un deporte justo y transparente quedamos un poco más desprotegidos y decepcionados. Es hora de que el deporte español asuma su responsabilidad y se mire en este espejo, buscando un futuro donde el mérito y la justicia prevalezcan sobre la burocracia y el poder desmedido.
Julia Liberal Liberal es senadora por Araba/Álava y portavoz de deportes del grupo parlamentario socialista
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