Jorge, jubilado de 73 años: "Vivo con tres abuelos más porque un alquiler razonable es poco menos que imposible"
"Es imposible vivir así".

Los altos precios de la vivienda no solo son un problema para los jóvenes. Todas las generaciones sufren, de algún modo u otro, este incremento. Es el caso de Jorge, un jubilado de 73 años que con su edad se ha visto obligado a compartir piso. En declaraciones recabadas por el diario El Español, asegura que "vivo con tres abuelos más", porque conseguir un alquiler "más o menos razonable, es poco menos que imposible".
Tal y como reza la publicación, que ha consultado datos del INE, el precio de la vivienda se ha disparado un 12,7% en el último año hasta alcanzar una media de 2.093 euros por metro cuadrado, la cifra más alta desde 2008. Además, según datos del Observatorio de Vivienda del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, la edad media de quienes comparten piso ha aumentado un 62,9% en apenas cinco años.
También está el caso de Flora, una jubilada balear cuya pensión, de 900 euros, no le permite acceder a una vivienda propia. Por ello, comparte piso con una amiga. "El alquiler de este piso cuesta 839 euros y más o menos recibo 900 euros de pensión. Me viene justísimo, por no decir que es imposible vivir así". Por este motivo, se está planteando mudarse a la Península: "No hay otro remedio".
Según los datos consultados, en ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona, los precios se han vuelto imposibles: 1.200, 1.600 o incluso 2.200 euros al mes por una vivienda media. Por si parte, la pensión media de jubilación apenas roza los 1.509 euros mensuales, y la pensión media del sistema se queda en 1.309 euros.
De este modo, alquilar un piso en la ciudad se ha vuelto "un lujo inalcanzable". El acceso a la vivienda es uno de los principales problemas sociales y económicos del país. Ni los topes al alquiler, ni las ayudas al arrendamiento, ni los programas de vivienda protegida están logrando romper un mercado tensionado, con mucha demanda y poca oferta.
