Vicente Vallés, sobre el Planeta a Juan del Val: "Cuando hablamos de literatura, el veredicto lo da el lector"
Entrevista al periodista Vicente Vallés, que saca su segunda novela de espías 'La caza del ejecutor'.

La segunda novela de Vicente Vallés podría pasar perfectamente por uno de sus informativos. El periodista, que cada noche se mete en la casa de más de dos millones de personas desde el Noticias 2 de Antena 3, ha publicado La caza del ejecutor (Ed. Espasa), básicamente una historia de espías a la vieja usanza pero ambientada en el presente.
El periodista se convierte así en uno de los pocos escritores que apuesta por la tradicional novela de espías a lo Le Carré y abandona el clásico thriller que tan de moda se ha puesto en España y en el mundo.
Con un frío típico de novela de espías, el periodista atiende a El HuffPost por teléfono en una mañana de viernes. Hablamos de literatura, de Trump, de Rusia, de China y hasta del Planeta de Juan del Val.

- Ha pasado mes y medio desde que salió la novela, después de decenas de entrevistas y preguntas sobre ella, ¿qué piensas ahora de ella? ¿ha cambiado tu forma de verla?
La pregunta es buena porque es verdad que diría que las novelas tienen vida propia. La tienen cuando las estás escribiendo. Si ya durante es proceso la novela tiene vida propia, es verdad que cuando está publicada también la tiene en alguna medida conforme ves que evoluciona el proceso de ventas, conforme escuchas las opiniones de gente que lo ha leído. Cada cual entiende las cosas a su manera.
- ¿Has descubierto cosas nuevas de tu propia novela?
En alguna medida sí. Hay personas que se quedan con detalles de la parte histórica, otros con algún personaje. Hay diferentes personajes que llaman la atención de unos lectores o de otros.
- Los flashbacks tienen mucha importancia en la novela, sitúan muy bien la historia.
Tienen dos intenciones, situar la historia y dar pinceladas de interés para los lectores aficionados a las novelas históricas. Yo también lo soy. Aportar esos flashbacks con historias reales de procesos históricos anteriores me parece que siempre aporta algo.
- Hay un momento en la novela de metaficción que nombras a John Le Carré y El espía que surgió del frío. ¿Es uno de tus referentes?
Hay dos referentes fundamentales que me hicieron disfrutar muchísimo cuando empecé a leer novelas de espías que son John Le Carré y Frederick Forsyth, tanto sus novelas como las películas basadas en sus novelas me han hecho pasar momentos fantásticos. En buena medida, las novelas que he escrito beben de estos dos escritores.
- ¿Cómo han cambiado las novelas de espías?
Ha habido un cambio sustancial. Estos grandes escritores de espionaje de la Guerra Fría parecían haberse quedado sin material cuando cayeron los regímenes comunistas del este y cuando cae la URSS. Aquella Guerra Fría se terminó pero estamos en otra Guerra Fría que ha hecho resucitar la temática de aquel momento. Cuando se acabó la Guerra Fría anterior esos escritores hicieron novelas sobre el narcotráfico, por el terrorismo islamista, pero la vuelta la Guerra Fría con Rusia, la aparición de China también en este momento como superpotencia ha hecho recuperar este mismo tema pero con las novedades del paso de 30 años.
- Hablas de China y Rusia, países que influyen en elecciones.
Sí, en efecto, hay un intento de injerencia evidente en los intentos de procesos electorales en los países occidentales. Esto empezó en las elecciones americanas de 2016 cuando gana Donald Trump. Ahí quedó de manifiesto la injerencia rusa. A partir de ahí esto ha sido una constante por parte de Rusia y en alguna medida por parte de China.
- El mundo de los espías suele ser sofisticado, elegante. ¿Cómo encajan ahí los Trump de turno? Se han perdido las formas.
Estábamos acostumbrados a ciertos modales, por decirlo de una manera suave. La irrupción de políticos extremistas como Donald Trump del lado de la extrema derecha y otros del lado de la extrema izquierda ha hecho que determinado tipo de formas que se mantenían como tradición en los regímenes democráticos se pierdan. Cuando se pierde el respeto al adversario político y se convierte en un enemigo empezamos a perder puntos en lo que es un intento de mantener una democracia liberal como la que hemos disfrutado después de la IIGM desde los países occidentales. Las cosas están cambiando en una dirección no favorable para el mantenimiento de esas democracias y por eso se dice siempre que hay que protegerla mucho, que es débil y hay que protegerla.
- Hemos visto a Trump y a su equipo humillar en público al presidente de Ucrania o decir que el periodista asesinado Jamal Khashoggi era "controvertido". Parece que todo nos lo tragamos.
Estamos viviendo una situación en la que ese tipo de exabruptos son tan habituales que un sector social que los va normalizando. Yo me niego. Me niego a aceptar que eso sea la nueva forma de hacer política en democracia. Hay que plantar cara ante esas actitudes y ante esas maneras de hablar y de comportarse.
- Con lo que has investigado para la novela, ¿a qué nivel está España en cuanto al espionaje? ¿Nos ganan por mucho la CIA, los rusos, etc.?
España tiene muy buen servicio de inteligencia y muy especialmente en determinados aspectos. Es habitual que países aliados como Estados Unidos o Reino Unido acudan a España para disponer e intercambiar información. Esto ocurre en lo que se refiere al espionaje ruso o también en el ámbito del terrorismo yihadista.
- La lucha contra ETA ha servido mucho a España.
Ese por un lado. España se convirtió en un servicio especializado en terrorismo por la necesidad de plantar cara a ETA y a partir del 11-M se hizo un cambio en el CNI para tener un departamento contra el terrorismo yihadista que ha tenido éxitos muy importantes.
- ¿Escribir esta novela de espías no es casi llevarse el trabajo a casa?
Es una válvula de escape. Es una manera de disfrutar de escribir un poco más largo. Cuando sabes que tienes un libro por delante sabes que puedes explayarte sin tener limitaciones de espacio o de tiempo que tenemos en los medios.
- Parece que en todas las novelas de espías tiene que hacer frío. Tienen un color determinado.
Eso tiene que ver con Le Carré y El espía que surgió del frío y se nos ha quedado a todos la imagen de un señor que está en el Berlín Oriental en pleno invierno en una nevada con un abrigo, un sombrero y una bufanda.
- ¿Lees Goodreads? Te interesan esas opiniones concretas sobre la novela que se salen del Vicente Vallés presentador.
Sí, me interesa saber el criterio de la gente que ha leído la novela. De vez en cuando te dan alguna sugerencia y eso enriquece la vida del autor para una próxima novela si llega.
- Decías antes que estamos en una nueva Guerra Fría, ¿qué futuro nos espera?
Estamos en un mundo complejo en el que ya no se puede hablar de dos bloques como antaño de Occidente y Rusia, nadie puede hablar de la situación geopolítica mundial si no se tiene en cuenta a China. Es una superpotencia en el ámbito de la demografía, una potencia en materiales, en tecnología. Rusia es una potencia nuclear pero no tecnológica. Los chinos tienen tecnología propia, una economía fortísima. Todo eso convierte a China en un elemento muy determinante para el futuro de la humanidad. Ahora la duda es hacia dónde va Occidente y si el futuro de personajes como Trump va a extenderse más allá de EEUU y si EEUU va a mantenerse en la línea trumpista y cuando lleguen nuevas elecciones va a dar un paso atrás y va a cambiar de lugar.
- En España acaba de ser 20-N, tenemos políticos ambiguos a la hora de hablar de la dictadura, condenado el Fiscal General del Estado. ¿Cuándo vamos a ser un país aburrido? Ser suecos o daneses.
Por desgracia nunca hemos sido un país aburrido. Me hubiera gustado ser un poco más aburrido de lo que somos. Vivimos en una situación de tensión política muy muy fuerte y esa tensión no va a disminuir en los próximos meses porque entramos en un proceso de elecciones consecutivas. Tenemos varias elecciones autonómicas pendientes y en algún momento serán generales, en el 2027 si el presidente decide agotar legislatura o sean antes. Cuando hay elecciones por delante es imposible pensar que vamos a estar más tranquilos de lo que hemos estado hasta ahora cuando apenas hemos tenido elecciones en los últimos dos años. Si hemos tenido mucha tensión en los dos años anteriores, podemos imaginar que las tensiones políticas serán más fuertes en los dos que tenemos por delante en el supuesto caso de que el presidente agote la legislatura.
- ¿Te ves ganando un premio Planeta como Juan del Val?
Ni me lo planteo. Nadie puede sentarse a escribir pensando que le van a dar el Planeta. Sólo me planteo este proceso de escribir novelas el disfrute de escribir.
- ¿Y qué opinión tienes sobre el premio a Juan del Val concretamente?
El veredicto lo da el lector. Todos los demás veredictos que se pueden dar en los medios de comunicación de opinadores y tal son legítimos y respetables pero cuando hablamos de literatura el veredicto lo da el lector. Creo que debemos dar al lector esa posibilidad.
- ¿Qué habrá antes elecciones generales o una nueva novela de Vicente Vallés?
Incluso si las elecciones son el año 27 serán antes las elecciones que la novela. No tengo mucho tiempo para escribir así que el proceso suele ser largo. He tardado tres años en escribir esta novela con respecto al anterior y no va a ser fácil que antes de dos años me haya dado tiempo a escribir otra. Mis procesos son largos porque no puedo dedicar full time a escribir porque mi prioridad en el día a día es mi trabajo.
