El Centro de Estudios Jordi Pujol cierra sus puertas tras el escándalo

El Centro de Estudios Jordi Pujol cierra sus puertas tras el escándalo

5c8b29542400006c05a43f44EFE

Diez años "impulsando el pensamiento" 'pujoliano'. Una misión que, tras conocerse el fraude del expresident, ha dejado de tener sentido para la Fundación Centro de Estudios Jordi Pujol, que ha anunciado que ha iniciado los trámites para su disolución tras casi diez años de existencia.

La fundación constata, en un comunicado, que en la situación actual derivada de la confesión de fraude fiscal de Jordi Pujol será "muy difícil" continuar desarrollando su tareas, ni obtener mecenazgo privado, ni tampoco cerrar convenios con otras entidades e instituciones.

Tras expresar su satisfacción por la gestión y el trabajo realizado en sus casi 10 años de exigencia, los miembros del patronato han expresado su esperanza de que puedan retomar "más adelante" sus actividades principales, y que otras instituciones y organizaciones garanticen la continuidad de algunos de sus proyectos más emblemáticos.

También aseguran que, en base a la ley, las cuentas de la fundación han sido puntualmente presentadas a las instituciones competentes "sin incidencias", y que las aportaciones económicas recibidas se han destinado correctamente a los objetivos fundaciones.

"FINANCIADA CON APORTACIONES"

El pasado 25 de julio, Jordi Pujol confesaba que su familia había tenido durante 34 años una fortuna sin regularizar en el extranjero proveniente de una herencia, desatando el escándalo.

El Centre d'Estudis Jordi Pujol (CEJP) era una fundación privada sin ánimo de lucro constituida en el año 2005. Según su web, actualmente inoperativa, la fundación se describía como "ideológicamente independiente y financiada a partir de las aportaciones individuales o de empresas o instituciones".

La misión de la institución era "impulsar un pensamiento político contemporáneo que actualice y refuerce los principios básicos que han marcado la trayectoria personal del President Jordi Pujol".

Una misión que parece no tener ya mucho sentido tras la confesión del expresident que tuvo que renunciar al tratamiento de Molt Honorable y a la pensión que le correspondía por su cargo.