Desde el pescaíto y el alumbrao del lunes hasta los fuegos artificiales de este domingo, Sevilla vive su semana grande: la Feria de Abril. Las 1.050 casetas del Real acogen estos días a miles de sevillanos y turistas dispuestos a bailar, a beber y, sobre todo, a pasárselo en grande.
Aunque hay muchos mitos que desmontar —no, no todas las mujeres van vestidas de flamenca y no, no sólo se escuchan sevillanas—, la Feria deja abundantes estampas tradicionales de coches de caballos, lunares, peinetas y farolillos. Esta son algunas de las imágenes más espectaculares de lo que se está viviendo estos días en la capital andaluza:
La fiesta continúa al caer el sol. Los contrastes entonces se hacen más evidentes. El atardecer ilumina los coloridos trajes de sevillanas y ensombrece los oscuros trajes de ellos.
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La portada es el nombre de la puerta que da acceso a la Feria. Esta construcción cambia su diseño cada año, homenajeando a algún acontecimiento o monumento importante de la ciudad. La Portada 2015 está inspirada en el edificio del Museo de ...
Durante semanas, las sevillanas preparan su traje para estos días. Un truco para reconocer a las de pura cepa: se colocan la flor en la parte alta de la cabeza, en ningún caso sobre la oreja. Sería un fake.
No es obligatorio vestirse de manera tradicional, pero sí se suele ir bastante arreglado. Pese a que el suelo de la Feria es de arena, los tacones parecen imprescindibles.
Aunque también se escucha —y se baila— otra música, las sevillanas son la reinas de la Feria. ¡Para eso estamos en Sevilla! Hay quien va a clases los meses anteriores para poder darlo todo. Los que no hayan podido hacerlo, siempre tienen ...
La tradición manda que las casetas se cubran con lonas a franjas rojas y blancas o verdes y blancas. Algunos no se resisten a quedarse sin ver lo que cada una esconde tras esas franjas.
El vestido, los tacones, el maquillaje, los pendientes... y la barra de labios. Ningún detalle se descuida, pese a las muchas horas que se pasa en el Real de la Feria.
La fiesta continúa al caer el sol. Los contrastes entonces se hacen más evidentes. El atardecer ilumina los coloridos trajes de sevillanas y ensombrece los oscuros trajes de ellos.
Tengo el honor de ser la redactora jefa en El Huff. ¿Qué quiere decir esto? Que coordino el día a día de las secciones, los enfoques de esa mirada Huff que intentamos ponerle a la actualidad y las coberturas. En lo personal, que me lo paso muy bien.
Sobre qué temas escribo
Durante una década he estado enfocada en temas de cultura, estilo de vida y salud mental. Desde la pandemia, en El Huff hemos puesto mucho enfásis en esto último, con temas duros pero necesarios, como son la prevención del suicidio o la soledad no deseada, hasta qué es la felicidad y cómo alcanzarla. También he moderado los encuentros en directo Con la salud en mente, en los que trasladábamos a expertos en salud mental preguntas de los lectores sobre temas concretos, como ansiedad, duelo perinatal, problemas para dormir o relaciones tóxicas.
Mi trayectoria
Nací en Valladolid y ya de pequeña jugaba a hacer entrevistas y me inventaba mis propias revistas, así que estaba claro. Me licencié en Periodismo y Comunicación audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid y en 2007 me estrené como becaria en la web de Cinco Días, justo cuando empezaba a estallar la crisis financiera de 2007, así que fue el mejor lugar para aprender. Durante cuatro años estuve en la Cadena SER, donde dos años hice información local en antena, en Radio Madrid, y otros dos fui redactora en CadenaSER.com. Tras dos años en Terra, donde estuve al frente del fin de semana y formé parte del equipo de portada, en 2014 entré en El Huff. Desde entonces y hasta julio de 2025 he estado vinculada a la sección de Tendencias, que ahora es LIFE. Me encanta leer y no entiendo la vida sin bailar.