Cinco razones científicamente probadas por las que ser el hermano mayor es lo mejor
Los hermanos mayores tienden a pensar que son los reyes de la casa. Nacieron los primeros, así que tiene sentido que sean los que se lleven más cariño y atención que nadie, ¿verdad?
Puede que los hermanos medianos o pequeños no estén de acuerdo, pero resulta que la ciencia respalda el derecho a presumir de los hermanos mayores.
Numerosos estudios han demostrado que el orden de nacimiento entre los hermanos desempeña un papel importante en su desarrollo. Aunque los expertos no se pongan de acuerdo al señalar hasta qué punto influye el orden de nacimiento, sí se pueden hacer ciertas afirmaciones sobre lo que supone ser el hermano mayor.
Si eres el mayor, echa un vistazo a todos los beneficios de los que disfrutas por ello:
1. Los hermanos mayores suelen ser más inteligentes.
Existen investigaciones que sugieren que los hermanos mayores tienen, por lo general, un cociente intelectual superior al de sus hermanos pequeños. En un estudio que se realizó en 2007 a 250.000 jóvenes noruegos, los primogénitos tenían, de media, 2,3 puntos más de cociente intelectual que sus hermanos pequeños.
Los expertos creen que la diferencia se debe más a factores ambientales que genéticos. Los hermanos mayores suelen enseñar a sus hermanos pequeños, y eso es algo que puede ayudarles a retener mejor la información, según los autores del estudio. Además, a medida que la familia crece, los padres tienen cada vez menos tiempo para dedicar a cada uno de sus hijos.
"Al sumar un hijo, se debilita el entorno intelectual de todos los miembros de la familia", según escribieron los investigadores en las conclusiones del estudio.
2. Los hermanos mayores suelen ser más responsables.
Al allanar el camino para sus hermanos pequeños, los hermanos mayores aprenden antes a ser responsables. Según Jeffrey Kluger, autor del libro The Sibling Effect: What the Bonds Among Brothers and Sisters Reveal About Us, los hermanos mayores suelen ser los que más se centran en la lealtad a la familia y los logros tradicionales. Como consecuencia, tienden a mostrarse más obedientes y responsables.
3. Es posible que los hermanos mayores tengan más éxito en la vida.
Además de sacar mejores notas en el colegio, es probable que los hermanos mayores tengan más éxito en el ámbito profesional. Según el psicólogo y profesor adjunto de la New York University Ben Dattner, los primogénitos tienden a conseguir logros para complacer a sus padres. Según la ciencia, también desempeñan un papel dominante y de autoridad con respecto a sus hermanos pequeños, cosa que les hace estar mucho mejor preparados para asumir papeles de liderazgo en el ámbito profesional.
Además, sus padres los perciben como más competentes. Quién lo hubiera dicho.
4. Los hermanos mayores normalmente cumplen las normas.
Mientras que los hermanos medianos suelen ser los más rebeldes, los hermanos mayores son los que más probabilidades tienen de cumplir las normas y de limitarse a lo establecido.
"Los primogénitos tienden a ser responsables, competitivos y convencionales, y los que nacen después tienen que 'distinguirse' a sí mismos y crearse un nicho específico siendo bromistas, cooperativos y, en especial, rebeldes", escribían los psicólogos belgas Vassilis Saroglou y Laure Fiasse en un artículo publicado en 2003 en la revista Personality and Individual Differences.
5. Los hermanos mayores tienden a ser más meticulosos.
En una investigación llevada a cabo en 2015 se llegó a la conclusión de que los primogénitos eran ligeramente más meticulosos, más afables y menos neuróticos —características que les benefician a largo plazo— que sus hermanos menores.
Un estudio realizado por científicos australianos reveló que las personas más meticulosas tenían mejores resultados académicos. Además, también se ha demostrado que la meticulosidad es una de las principales claves para el éxito.
Regodeáos en vuestra gloria, hermanos mayores. Es difícil llevarle la contraria a la ciencia. Aun así, estamos seguros de que mamá os quiere a todos por igual.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.