La aprobación de los presupuestos, el balón de oxígeno de Rajoy para acabar la legislatura

La aprobación de los presupuestos, el balón de oxígeno de Rajoy para acabar la legislatura

El Partido Popular logra la difícil ecuación de sacar los presupuestos junto a PNV y Ciudadanos.

Mariano RajoyEFE

Parecía (casi) imposible. Pero Mariano Rajoy ha logrado la fórmula de sumar a Ciudadanos y el PNV para sacar adelante sus presupuestos generales, la ley clave para poder aguantar en La Moncloa y enderezar una legislatura siempre al límite. Todo ello con el artículo 155 en vigencia en Cataluña.

Hasta el último minuto el PNV ha mantenido la incógnita: finalmente vota sí a la ley de presupuestos generales del Estado este miércoles. Hasta ahora había mantenido que no apoyaría las cuentas del Gobierno si seguía en pie la aplicación del 155 en Cataluña.

El PP y el PNV confiaban en que para el trámite de hoy ya no estuviera el 155 vigente y en Cataluña hubiera un nuevo Govern. Pero esa posibilidad se desvaneció una vez el nuevo president, Quim Torra, anunció el pasado fin de semana que quería nombrar entre sus consellers a dos encarcelados (Josep Rull y Jordi Turull) y dos huidos en Bélgica (Toni Comín y Lluís Puig).

Rajoy se la jugaba sin levantar el 155

Esto ha hecho que una indignada Moncloa haya bloqueado ese nuevo Ejecutivo al no publicar el decreto de nombramientos en el Diario Oficial de la Generalitat, competencia todavía en manos del Gobierno central en virtud del 155. Hoy mismo estaba prevista esa toma de posesión, que ha sido suspendida en el último momento por Torra, que pretende emprender medidas legales contra Mariano Rajoy.

Esa extensión del 155 pilotada por Rajoy in extremis ha sido secundada por Ciudadanos -que se lo había pedido anteriormente con insistencia- y por el PSOE -que ha endurecido su discurso contra Torra al que considera un "racista" y una especie de Le Pen en España-. Y el presidente del Gobierno se la jugaba llegando con esa posición a hoy, ante las críticas del PNV.

Pero los nacionalistas vascos se han olvidado del 155 y han decidido apoyar finalmente las cuentas. Argumentan que acabará en breve porque tienen constancia de que habrá nuevo Govern en Cataluña. Además, dicen que quiere "evitar el abismo" de la política española, que estaría abocada a un final rápido de legislatura.

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El PNV también entiende que con este 'sí' se garantiza el acuerdo por el que los pensionistas vean aumentadas sus prestaciones, como mínimo un 1,6% en los dos próximos años. En un momento de manifestaciones en toda España y con especial asistencia en Bilbao, es un punto muy importante para los peneuvistas entre su electorado. Un punto clave de cara a sus votantes envejecidos, tanto para los vascos como para los populares.

No hay que olvidar que el PNV también ha arrancado compromisos presupuestarios del Gobierno central en los presupuestos de 540 millones de euros: con partidas muy importantes para la alta velocidad y otras infraestructuras estratégicas para el País Vasco.

Al final votarán junto a Ciudadanos, que se ha mostrado especialmente duro contra los nacionalistas vascos y el acuerdo entre Madrid y Vitoria por el 'cuponazo'. Precisamente este punto ha sido también clave entre PP y PNV, con una renovación del concierto con la que se sienten satisfechos en la Lehendakaritza. Albert Rivera, en cambio, empujaba a Rajoy a no pactar con el PNV y a intentar forzar al PSOE a unirse a los presupuestos.

Millones de euros y discreción

Al final Rajoy ha logrado atraer con millones y mucha discreción al PNV. Han sido varias las reuniones secretas que se han mantenido entre ambas partes, muy fiel al estilo tanto del presidente del Gobierno como de los miembros del PNV.

El presidente se asegura de esta manera la ley más importante del año y con ella puede alargar la legislatura, ya que tiene presupuestos y podría prorrogarlos el año que viene para agotar la legislatura en 2020. En Moncloa también eran muy conscientes de la dificultad del próximo presupuesto, a negociar en la primavera del año que viene en plena precampaña de las elecciones autonómicas y municipales con un Cs dispuesto a marcar terreno respecto al PP.

Rajoy respira hoy más tranquilo. Ha logrado salvar una ecuación endiablada. Hay presupuestos generales y en el horizonte ninguno de los otros partidos parece tener ganas de adelantar elecciones. Todos le critican, todos hablan de su inacción... pero el presidente del Gobierno ya mira a 2020. Lo que no sabemos es si será el candidato. Él sigue diciendo que tiene ganas.