España sobrevive al aluvión alemán y se jugará la Nations League en casa
Las de Sonia Bermúdez, irreconocibles, salvan con 0-0 la ida de la final, después de verse arrolladas por una Alemania que pudo golear. Todo se resolverá este martes en el Metropolitano madrileño.

El milagro es que haya final a estas alturas. España se jugará la Nations League en la vuelta y en casa, tras resistir en Alemania y sacar un 0-0 que vale oro. Porque el partido fue prácticamente un monólogo alemán y buen pudo acabar en goleada. Pero no solo hay que jugar... hay que marcar. Y en el peor partido de España en mucho tiempo Alemania no lo hizo.
Si malo fue el partido en general, el primer tiempo va directo a la hemeroteca de los horrores patrios. España fue la nada y se fue al descanso dando gracias por el resultado, en buena medida por la falta de calidad de Alemania en los metros clave. Porque un 2-0 o un 3-0 no hubieran extrañado a ninguno de los espectadores que daban calor en la fría noche de Kaiserslautern.
La España menos España en años, por hablar claro. Y se vio desde que las de Sonia Bermúdez se plantaron sobre el césped del muy poblado estadio Fritz Walter. En un cambio de papeles evidente con respecto a otras citas —la más fresca, las semifinales de la Eurocopa—, aquella Alemania acostumbrada a esperar y correr con Bühl y Brand fue un equipo de toque y dominio... que además corría. La campeona del mundo, por contra, era un compendio de nervios y debilidad.
Cada balón disputado caía del lado local, cada rechace acababa en piernas locales, cada transición era un sufrimiento para la zaga española. Y cada acción por banda izquierda, una autobahn con carril libre para Bühl, sin oposición por parte de Ona Batlle. Enfrente, costaba ver a Alexia, Aitana, Mariona... casi sin balón y cuando lo tenían era porque bajaban a recibirlo muy dentro de su propio campo, especialmente Alexia Putellas.
Sólo jugaba un equipo; el otro sobrevivía. Para fortuna de Sonia Bermúdez, el que jugaba no terminaba de ver portería. Unas veces por falta de puntería, otra por una pierna salvadora de Cata Coll o por una aparición aún más salvadora de Irene Paredes bajo palos. Así fue como España sobrevivió al primer tiempo sin más daños que una imagen nefasta.
Pero bastó un minuto del segundo tiempo para que todo cambiara, aunque fuese temporalmente. Sin necesidad de cambios y con el 'simple' paso por vestuarios, la estrella de campeona volvió a brillar. Dos acciones casi consecutivas, con Alexia como protagonista, sirvieron de aviso. El gol no llegó por cuestión de centímetros, un margen que se hizo aún más estrecho cuando Esther González la mandó al palo.
Un espejismo
Si España no existió durante 45 minutos, ahora era Alemania la que salía del campo. Desafortunadamente para nuestros intereses, fue un 'espejismo' de diez minutos. Porque las centroeuropeas reaccionaron rápida y recuperaron el control del juego y el monopolio del peligro. De ahí hasta el final fue un continuo de ocasiones de todos los tipos y grados de peligrosidad.
Tocaba sufrir en Kaiserslautern, no había otra. A esas alturas, la clave era resistir y mantener opciones para la vuelta. Sin embargo, pasaban los minutos, se sucedían los nervios atrás y Alemania no aprovechaba sus mil y una ocasiones. Una acción rápida de Bühl con espacio por delante acabó en una bonita conducción y un palo cuando ya se cantaba el gol en el 70'. Cuatro minutos más tarde fue el travesaño el que evitó el 1-0 tras un centrochut que se inventó Brand.
Hubo más, y más, y más. Y ninguna terminó por abrir la portería de una Cata Coll que sufrió hasta el descuento. Pero España sale de Alemania muy viva y con todas las opciones. El Metropolitano, con el llamamiento de un título y de una entrada para la historia, debe dictar sentencia.
