Aitana Bonmatí lleva el sueño de España a la final de la Eurocopa con una genialidad en la prórroga ante Alemania
La doble Balón de Oro se inventa un golazo cuando todo apuntaba a penaltis tras un partido de sufrimiento extremo ante la histórica bestia negra. Inglaterra, el último escollo para lograr la ansiada Eurocopa.

Es la mejor del mundo. Y lo es, sobre todo, por demostrarlo en los días grandes. Como hoy, como este 23 de julio de 2025 en Zúrich. Allí donde España supo llevar hasta el final su gran sueño de la Eurocopa, gracias a una genialidad de Aitana Bonmatí. Un gol suyo, pura invención cuando las piernas ya no carburan, decantó del lado español un duelo al límite contra Alemania resuelto en la prórroga por 0-1 tras un sufrimiento infinito. Y supuso otro hito en la particular historia del deporte español, por superar por primera vez a las teutonas.
La campeona del mundo, de la mano de la mejor del mundo, luchará también por serlo de Europa. Y será este domingo, ante la rival que todos esperaban, Inglaterra. Que siga el sueño.
Se hablaba mucho de cuentas pendientes en la previa. Y sí que las había, claro que las había. Perder un bronce olímpico con un penalti fallado en el descuento es motivo suficiente para almacenar rencillas, máxime contra un rival a la que nunca has ganado. Pero era mucho más lo que había en juego hacia el futuro que el dolor del pasado. España tenía, además, la vista en lo nunca logrado, la final de una Eurocopa frente a la histórica dominadora de este torneo.
Pesaba el balón en el Letzigrund de Zúrich. El miedo era evidente a ambos lados. En las imprecisiones, en el ritmo poco tendente a alegrías futbolísticas y en la sensación de que un fallo podía costar muy caro. Con María Méndez por la sancionada Laia Aleixandri como única novedad, Montse Tomé tiró de sus básicas para tratar de frenar, con toque y control, la peligrosa velocidad alemana.
A las de Christian Wück, la fórmula se le vio pronto. Desde atrás con su defensa de cinco, apostaba todo a la velocidad de Brand, la presencia en punta de Hoffmann e incursiones de Bühl. Darles espacio era motivo de preocupación, aunque ninguna estuviera atinada en los metros clave.
En un desarrollo similar al de tantos encuentros previos, el mero paso de los minutos fue llevando el juego 'a favor' de España. Era un dominio relativo, porque las casi anfitrionas no pasaban apuros en la zaga y en el único error grosero, de Kett en un mal despeje, apareció su guardameta, Berger, para atajar el zarpazo de Esther González. Las dos compañeras en el Gotham FC estadoundiense volverían a encontrarse.
Muchos minutos ayunos de contenido después, quedaba el aluvión de cinco minutos de desenfreno español hasta el descanso. Con Claudia Pina como referente, una falta suya y un posterior córner rematado por Paredes rozaron el 0-1. La falta fue un uy, el saque de esquina en largo, directamente un testarazo al poste. La misma jugada que ya hemos visto... y que las rivales siguen sin saber frenar.
Alemania se llevó el susto, que sería aún mayor con un fulgurante ataque de Esther, brillante en el control y el remate y sólo frenada por una gran intervención de Berger. A la meta teutona se le acumuló el trabajo en los instantes finales, obligada a detener el postrer lanzamiento en semifallo de Pina. Sin gol, pero con mordiente, España se fue al vestuario imponiendo.
La respuesta era previsible. Renovada en ánimos y fuerzas, Alemania quiso meterle intensidad al comienzo de la segunda parte. Entre ocasiones a uno y otro lado y sin demasiado peso del talento creativo español, el balón ahora pasaba más tiempo en las botas de las centroeuropeas. Con velocidad y priorizando la banda izquierda de Klara Bühl, fue precisamente la extremo del Bayern Múnich la que obligó a emplearse a Cata Coll con solvencia. Bien bajo palos y como líbero, la portera del Barça aportó seguridad en momentos difíciles.
Superado el 'Rubicón' de los 60 minutos, más que dominios había momentos. Secuencias de dos-tres minutos donde un equipo apretaba y el otro resistía, pura alternancia reflejo de un cansancio físico creciente. En ese contexto, Tomé apostó por Athenea del Castillo en el 75', con la misión ya cumplida días atrás de electrificar el partido... y quizás pensando en la prórroga.
A punto estuvo de reventar los planes Bühl con una falta al filo de la media luna que se fue rozando la portería española. Parecía que Alemania daba por bueno el tiempo extra, en vista de sus interrupciones, pero quedaba un mundo. España buscó el gol, con Athenea y Salma como protagonistas, pero cuando todo parecía hecho, Cata Coll apareció milagrosa para evitar el batacazo. Una doble acción suya mandó el partido al tiempo extra. Su acción de recolocación y reflejos al rechace de Wamser quedará como una de las acciones de la Eurocopa.

El castigo de la prórroga fue eso mismo para dos equipos al filo de la rotura física. Se sucedían las jugadoras por los suelos como lo hacían unas ocasiones faltas de frescura para acertar en los metros clave. El fútbol, al menos en su concepción más brillante, se fue a mínimos. El partido pasaba por la mera supervivencia física y mental, porque el miedo a perder iba multiplicándose a medida que se aproximaban los penaltis.
Y de la nada apareció la mejor jugadora del mundo. Una genialidad de Aitana Bonmatí sorpendió a todos, pero especialmente a Berger. La guardameta cubría su palo largo, sin esperarse que surgiera Aitana por el corto con un lanzamiento sin casi hueco tras dejar pasar el balón a pase de Athenea.
Su obra de arte futbolística lo dinamitó todo en el 112'. Quedaban minutos y Alemania apretó a la desesperada, como lo hicieron las españolas, en su caso sin urgencias pero sí espoleadas en busca del 0-2. Ya no había piernas que siguieran al corazón. Sólo una artista como Aitana pudo hacer lo que parecía imposible. Y lo hizo, para llevar la fiesta de España al último capítulo.
