El efecto pluma en la gasolina abre paso al temido efecto cohete

El efecto pluma en la gasolina abre paso al temido efecto cohete

Prepara la cartera…

Un surtidor de gasolina, en una imagen de archivoMykola Tys/SOPA Images/LightRocket via Getty Images

El precio del barril de petróleo Brent (de referencia en Europa) se encuentra inmerso en una clara tendencia bajista desde junio de 2022. Y en estos momentos, se sitúa en niveles similares a los de finales de diciembre de 2021, poco antes de que se iniciara la guerra de Ucrania.

Sin embargo, los precios de los combustibles llevan dos semanas consecutivas de subidas en España, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

En concreto, la gasolina se ha encarecido un 0,5% y un 0,25% semanal hasta situarse en los 1,588 euros por litro. En cuanto al diésel, su coste se ha incrementado un 0,42% y un 0,14% semanal, con lo que ha alcanzado los 1,417 euros por litro.

La pregunta que se hacen muchas personas es por qué se han encadenado dos semanas de subidas en el coste de los carburantes en España si el precio del barril de petróleo Brent está descendiendo. Y la respuesta se resume en dos palabras: efecto pluma.

El efecto pluma hace referencia al comportamiento que manifiesta el precio de los combustibles cuando el coste del petróleo disminuye. La transmisión de la tendencia bajista del petróleo al precio de la gasolina y el diésel es muy lenta, por lo que su abaratamiento se produce de forma pausada (como cuando una pluma cae al suelo).

Se aproxima el temido efecto cohete

Sin embargo, todo apunta a que ese efecto pluma pronto podría decir adiós para abrirle paso al temido efecto cohete. Según la consultoría energética Tempos Energía, el precio del barril de Brent podría llegar a alcanzar hasta los 90 dólares en los meses de verano.

No obstante, para que esa previsión se cumpla tienen que darse dos circunstancias, que China se recupere y que las decisiones en cuanto a política monetaria de la Reserva Federal no hagan que Estados Unidos entre en recesión.

“El precio del barril de petróleo europeo está completamente sujeto a las perspectivas de la economía mundial y, por tanto, podría subir a corto plazo”, explican desde la compañía, a la vez que resaltan que “si China consigue sorprender al mundo y Estados Unidos evita la recesión, los precios se estabilizarán entre los 80 y los 90 dólares por barril”.

Si dan las mencionadas condiciones y el coste del barril de Brent se acerca a los 90 dólares, el precio de la gasolina y del diésel se incrementará rápidamente debido a ese efecto cohete que caracteriza a los carburantes.

En contraposición con el efecto pluma, el efecto cohete se traduce en que cuando la cotización del barril de crudo Brent asciende, el precio del carburante sube también de manera muy rápida (al igual que lo hace un cohete).