España logra un acuerdo histórico de cuotas pesqueras con la UE

España logra un acuerdo histórico de cuotas pesqueras con la UE

Con 11.000 toneladas, un 10,5% más, los volúmenes de captura de merluza logrados serán los mayores del último siglo. 

Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, durante la mesa de negociación de cuotas pesqueras.
Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, durante la mesa de negociación de cuotas pesqueras.Thierry Monasse/Getty Images

España ha pescado, pero que muy bien en la Unión Europea. Este martes, los ministros de Pesca de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo para el reparto de la pesca en el Atlántico y el Mar del Norte para 2024 y también para 2025 y 2026 en el caso de algunas poblaciones, así como sobre la propuesta relativa a las posibilidades de pesca en el Mediterráneo y el Mar Negro para 2024. Se trata de un acuerdo histórico para nuestro país, que verá como en especies como la merluza logra el mayor volumen de capturas permitidas del último siglo.

Así lo ha anunciado el titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, al término de las negociaciones que han culminado esta mañana. El ministro ha destacado que se trata de un "muy buen resultado para España", puesto que "aumentamos volumen y valor de capturas, en las pesquerías más significativas". Y ha resaltado la que ha sido la más significativa de todas. 11.000 toneladas de merluza para los próximos dos años, un 10,5% más en una especie clave para el sector pesquero español.

En concreto, España ha logrado un incremento de las cuotas del gallo (11,4%), el rape (7,2%) y el jurel del sur (5,3%) en lo que respecta al acuerdo sobre el Atlántico, mientras que se mantiene un Total Admisible de Capturas (TAC) de 33.000 toneladas para la anchoa del golfo de Vizcaya "gracias a la buena salud del stock biológico", ha apuntado el ministro.

También se han acordado por primera vez stocks plurianuales para un total de nueve pesquerías (como solla, merlán, abadejo, cigala o lenguado), dos de las cuales llegan hasta 2026, lo que supone, a juicio de Planas, un "paso adelante muy importante". En lo que respecta a la cigala, se ha establecido una cuota de 12,4 toneladas para el este del Cantábrico, lo que supone un incremento del 3% respecto al ejercicio anterior, y se mantiene en 32 toneladas la del Golfo de Cádiz a pesar de la reducción inicialmente propuesta por la Comisión Europea.

Este acuerdo coincide con otro importante hito institucional para España, puesto que ocupa la Presidencia de turno de la Unión Europea. Y ese papel, con Planas presidiendo las negociaciones, se ha notado. Las prioridades en el área del Atlántico pasaban por un incremento de la merluza sur, el rape o el gallo, pero sosteniendo lo logrado en otras variedades significativas, como abadejo, lenguado y cigala.

La reducción de los días de pesca y el tira y afloja con Italia y Francia en el Mediterráneo

Por otra parte, las negociaciones han estado marcadas nuevamente por las tensiones existentes por las cuotas en el mar Mediterráneo. Las conversaciones se prolongaron hasta altas horas de la noche por las reclamaciones de Francia e Italia en relación con los volúmenes a acordar en el Mediterráneo, una cuestión en la que España también apostaba por "amortiguar".

Precisamente, se había trazado una suerte de línea roja de la Comisión Europea en forma de una reducción del 9,5% de los días de pesca en el Mediterráneo. Para lograr que Bruselas diese su brazo a torcer, las posiciones gala e italiana pasaban por establecer un contrapeso mediante un aumento de los días de compensación. 

Al final se ha podido desbloquear el acuerdo, fijándolo en una horquilla del 5% al 6%, pero supeditado al cumplimiento de varios requisitos. Estos los comprenden la selectividad -de las capturas-, la implementación de puertas voladoras o el cierre de zonas. Si se dan dos de estas condiciones el indicador será del 5%, mientras que si se cumplen las tres será del 6%.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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