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Una pareja compra un piso y reciben como 'regalo' de bienvenida una factura de 330.000 euros y una quiebra

Una pareja compra un piso y reciben como 'regalo' de bienvenida una factura de 330.000 euros y una quiebra

Un apartamento que sale caro.

Una persona firma un contrato en un despacho.Getty Images

Una pareja ha comprado un piso y ha recibido como 'regalo' de bienvenida una factura de 330.000 euros y una quiebra. Los hechos han ocurrido en Finlandia y han supuesto un duro golpe para los nuevos propietarios.

Pauli Ståhlberg, presidente de la Junta de Disputas del Consumidor del país, ha explicado al medio finlandés Yle que hay que andarse con ojo al comprar un proyecto. "Reiniciar el proyecto siempre genera costos adicionales", ha detallado.

Pero la organización se ha ocupado de un caso provocado por el que las deudas de un apartamento ascendieron de los 405.000 euros que aparecían en el contrato de compraventa a los 735.000 euros.

Una pareja compró una casa sin terminar a una mujer que se había hecho con acciones del promotor. En ese momento, la Junta consideró que el vendedor no sabía los problemas del promotor.

La pareja negoció acciones de una empresa inmobiliaria en 2018 y las compraron en un acuerdo de transferencia de la mujer. El precio libre de deudas era de 405.000 euros. Pero el apartamento no se terminó a tiempo y sufrió un retraso de dos años.

El préstamo inicial era de 330.000 euros. Pero el vendedor ocultó los riesgos que había., los costes adicionales que habían sido causados por la quiebra del promotor. La pareja exigió al vendedor una reducción del precio de 330.000 euros y una indemnización de unos 21.000 euros.

El riesgo cayó sobre la pareja y la Junta asegura que no se pueden presentar alegaciones judiciales, ya que el vendedor en el litigio no era ni socio fundador ni comerciante. "Por el momento, la legislación no da instrucciones sobre cómo dividir el riesgo", ha señalado Ståhlberg.

La norma no aclara el supuesto de que el comprador quiera rescindir el contrato debido a una quiebra y la masa de la quiebra no tiene los fondos para hacerlo, si podrá recuperar los pagos o no.

"El objetivo, por supuesto, es proporcionar una garantía durante el tiempo de construcción, para que la construcción pueda continuar sin problemas, incluso si el promotor quiebra", ha añadido.

¿Qué pasa si compras una casa con cargas o vicios ocultos?

Comprar una vivienda es uno de los momentos más decisivos en la vida de una persona, pero esa ilusión puede torcerse cuando, pasados unos meses, empiezan a aparecer problemas que no se veían a simple vista. El blog oficial de Tyr Abogados recuerda que estos defectos, conocidos como vicios ocultos, generan conflictos frecuentes, sobre todo en pisos de segunda mano, y que la ley ofrece mecanismos eficaces para reclamar, siempre que el comprador actúe con rapidez y cuente con pruebas técnicas.

Para que un defecto tenga la consideración de vicio oculto, debe existir desde antes de la compraventa y no ser detectable mediante una inspección razonable. Esto incluye patologías internas como humedades estructurales, fallos en la instalación eléctrica, filtraciones que discurren por muros o problemas de cimentación. Lo esencial es que afecten a la habitabilidad o reduzcan de forma sustancial el valor del inmueble. Un simple desperfecto visible o reparaciones menores no entran en esta categoría, ya que el comprador pudo apreciarlos antes de firmar.

El vendedor responde por los vicios ocultos incluso si afirma desconocerlos. Y si se demuestra que actuó con mala fe, ocultándolos deliberadamente, el comprador puede reclamar no solo la resolución del contrato o una rebaja del precio, sino también una indemnización adicional. Las dos acciones principales son la redhibitoria (que permite devolver la vivienda y recuperar lo pagado) y la quanti minoris (una reducción proporcional del precio cuando el defecto, aun siendo grave, no impide la habitabilidad).

El mayor reto está en los plazos. La ley solo concede seis meses desde la entrega de la vivienda para reclamar. Se trata de un plazo de caducidad, lo que significa que no se amplía con comunicaciones amistosas: solo la presentación de una demanda lo mantiene vigente. Por ello, los abogados recomiendan actuar de inmediato, solicitar un informe pericial y enviar un burofax al vendedor para dejar constancia del problema.

No debe confundirse esta figura con los defectos constructivos propios de obra nueva, regulados por la Ley de Ordenación de la Edificación. Sus plazos son distintos, con garantías de uno, tres o diez años según la gravedad del daño. En cambio, los vicios ocultos se aplican casi siempre a viviendas usadas y siempre dependen del Código Civil.

Una reclamación bien planteada puede proteger la inversión del comprador y evitar que tenga que asumir por su cuenta reparaciones costosas. En un terreno tan técnico y con plazos estrictos, contar con asesoramiento especializado se convierte en la diferencia entre recuperar lo que corresponde o perder definitivamente el derecho.