La razón por la que la gasolina baja de precio

La razón por la que la gasolina baja de precio

Se debe a una fluctuación de la demanda que repercute en el coste.

Una persona echa gasolinaJan Schneckenhaus via Getty Images/EyeEm

El pasado domingo 5 de febrero entró en vigor una medida que puede producir un encarecimiento generalizado de la gasolina y del diésel: la prohibición por parte de la Unión Europea de comprar productos petrolíferos refinados procedentes de Rusia.

En ese probable escenario alcista del coste de los carburantes durante las próximas semanas, se debe tener en cuenta un aspecto: el precio de los combustibles no es el mismo todos los días de la semana, sino que fluctúa.

El motivo de esas subidas y bajadas no es otro que la demanda. A más demanda, el precio se incrementa; y a menos demanda, el coste se reduce.

En términos prácticos esto significa que los días en los que se produce un mayor número de desplazamientos es cuando la gasolina y el diésel más se encarecen. Por lo tanto, durante los fines de semana (viernes, sábado y domingo) es más costoso repostar.

El día más barato para echar gasolina

En ese sentido, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el día en el que es más barato echar gasolina es el lunes. El hecho de repostar en el primer día de la semana puede suponer un ahorro de hasta un 1%.

Además, la OCU también aporta una serie de consejos para ahorrar combustible. Uno de los principales es respetar las velocidades máximas, algo que, además de para evitar multas e incrementar la seguridad, sirve para gastar menos gasolina. En concreto, por cada 10 kilómetros por hora que se reduce la velocidad, se puede ahorrar un 10% de combustible.

Más allá de la velocidad, también hay que tener en cuenta la presión de los neumáticos. Circular con menos presión de la recomendada por el fabricante incrementa el consumo un 1% por cada 0,1 bares de presión menor a la adecuada.

Asimismo, la conducción eficiente es muy positiva para el ahorro de gasolina. Ello significa no apurar las marchas, cambiándolas entre 2.000 y 2.500 rpm en los motores de gasolina y entre 1.500 y 2.000 rpm en los diésel; y elegir la marcha más adecuada para circular en cada momento. Seguir estos consejos puede suponer gastar un 15% menos de carburante.

Otras recomendaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios para ser más eficiente en el consumo de combustible son:

- Apagar el motor en las paradas que duren más de un minuto.

- No abusar del aire acondicionado.

- No cargar el coche en exceso. Cuanto mayor sea el más peso, más gasolina se gastará.

- Hacer un uso moderado de los accesorios eléctricos del vehículo, ya que incrementan el consumo.

- Evitar circular con las ventanillas bajadas. El coche ejerce una mayor resistencia al aire, por lo que se gasta más carburante.