Estas son las empresas más contaminantes de España

Estas son las empresas más contaminantes de España

Repsol lidera el ranking de la deshonra por segundo año consecutivo.

Estación de servicio de Repsol en la Comunidad de Madrid.DOMINIQUE FAGET

El informe Descarbonización 2023 lo deja bien claro: Repsol vuelve a ser la empresa más contaminante de las que opera en España. Es el segundo año consecutivo que la energética ocupa el puesto más alto de la lista, situándose por delante de la eléctrica Endesa, a la que en 2021 arrebató un puesto que había ocupado ininterrumpidamente durante trece años.

El informe, elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad y la consultora Grandmother, incluye además, el conocido como Big Polluters, el ranking de las diez empresas más contaminantes en 2022 de las que operan en España. Repsol emitió 12,4 millones de toneladas de CO2, lo que la sitúa en primer lugar, seguida de Endesa (11,5 millones) y EDP (10,8 millones) que cierra el podio.

Naturgy (7,4 millones), ArcelorMittal (5,04 millones), Cepsa (4,88 millones), FFC (3,4 millones), Iberdrola (2,9 millones), Enagás (2,3 millones) y Cemex (2,04 millones), además de Vueling, LafargeHolcim, Cementos Cosmos, BP, EasyJet, Cementos Tudela, Iberia, Saica, Solvay y Dow Chemical aparecen también en el ranking de las empresas más contaminantes.

El mismo documento indica también que las empresas más contaminantes fueron responsables del 20,5 % de las emisiones totales del mercado de carbono, se encuentran sin embargo entre las compañía que también las redujeron en mayor medida estas emisiones, que en el caso de España aumentaron un 9 % en 2022, según recoge el diario económico El Economista. En concreto, el estudio señala a Cemex, que ha reducido un 16 % sus emisiones; Arcelormittal, un -10 % y FCC, un -2 %. Por su parte, Cepsa e Iberdrola se han mantenido en niveles similares.

El trabajo concluye que la sequía afectó a las emisiones, ya que este motivo provocó una disminución del 40 por ciento de la generación hidroeléctrica, mientras se dispararon las emisiones de las centrales de gas, cuya producción creció un 53 por ciento, y las de carbón, que produjo un 56 por ciento más.