Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Tesla agita la promesa de un coche más barato tras presentar otro trimestre en rojo

Tesla agita la promesa de un coche más barato tras presentar otro trimestre en rojo

El fabricante estadounidense sufre una nueva caída del 16 % en beneficios y ventas. En plena crisis de imagen y bajo la presión de los mercados, la compañía de Elon Musk vuelve a recurrir al viejo anuncio del coche asequible.

Interior de una tienda de Tesla en China, uno de sus mercados clave y donde la competencia de los vehículos eléctricos más baratos se intensifica.
Interior de una tienda de Tesla en China, uno de sus mercados clave y donde la competencia de los vehículos eléctricos más baratos se intensifica.CHENG XIN

Tesla ha vuelto a decepcionar a los mercados. En el segundo trimestre de este 2015, el fabricante de coches eléctricos, pieza clave de la fortuna de Elon Musk, ha registrado un beneficio neto de 1.172 millones de dólares, un 16% menos que en el mismo periodo del año anterior. Los ingresos por la venta de automóviles cayeron en esa misma proporción, hasta los 16.661 millones, y el conjunto de la facturación de la compañía se redujo un 12%, situándose en 22.496 millones de dólares.

La caída, la segunda consecutiva, ha llegado pese al lanzamiento de una versión renovada del Model Y y al aumento de la producción (410.244 vehículos ensamblados frente a los 384.122 entregados). Los márgenes, sin embargo, se mantuvieron por encima de lo que se esperaba: el margen bruto automovilístico, excluyendo créditos regulatorios, fue del 14,96%, ligeramente por encima de las estimaciones de Wall Street. Aun así, el beneficio ajustado por acción se quedó en 40 centavos, por debajo de los 43 que habían previsto. 

Tesla también se vio lastrada por la fuerte caída, del 51 %, en los ingresos procedentes de créditos de emisiones, una fuente habitual de ingresos extra para la compañía, que vende estos certificados a otros fabricantes de coches con mayores niveles de contaminación. El descenso afectó directamente al resultado final. A ello se sumó un leve ajuste en sus cuentas: el resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado bajó un 7 %, hasta los 3.401 millones de dólares, mientras que los gastos operativos apenas bajaron un 1 %, lo que los sitúa en 2.955 millones.

El director financiero de Tesla, Vaibhav Taneja, reconoció ante los analistas que los aranceles impulsados por el presidente de EEUU, Donald Trump, han supuesto un gasto de 300 millones de dólares durante el trimestre, dos tercios de ellos concentrados en el negocio automovilístico. Taneja advirtió que el impacto será aún mayor en los próximos trimestres y que el entorno fiscal se ha vuelto “más impredecible”. 

El fabricante se verá también afectado por la reciente derogación de la deducción fiscal de 7.500 dólares para la compra de coches eléctricos, incluida en el megaproyecto de ley presupuestario aprobado el pasado junio en el Congreso de EE.UU. Según el ejecutivo, esta medida podría comprometer las entregas de vehículos a partir de agosto.

Tras conocerse los datos, las acciones de Tesla cayeron un 2,6 % en las operaciones posteriores al cierre de Wall Street.

La vieja promesa del Tesla barato

Ante estos números, Tesla ha vuelto a desempolvar una de sus promesas más repetidas: la del coche eléctrico asequible. La empresa ha asegurado que ya se han construido las primeras unidades de este modelo, del que no ha dado nombre, precio ni fecha de salida. Sí ha señalado que prevé iniciar la producción “a volumen” en la segunda mitad de 2025, aunque el director financiero de la compañía, Vaibhav Taneja, matizó durante la presentación de resultados que será un proceso más lento de lo previsto inicialmente.

Fuentes internas citadas por Reuters señalan que se trataría de una versión simplificada del Model Y, cuyo desarrollo acumula meses de retraso. “Un modelo realmente asequible daría en el blanco si Tesla logra posicionarlo bien sin canibalizar su gama alta”, señaló el analista Jacob Bourne, de Emarketer.  

Mientras tanto, el mercado sigue castigando a Tesla por la falta de renovación en su gama y la creciente competencia de los modelos chinos más baratos. El contexto tampoco les ayuda: el sector sufre los efectos de la incertidumbre arancelaria, los cambios fiscales y el desgaste reputacional de Elon Musk, que ha respaldado públicamente a formaciones de extrema derecha en Europa y EEUU, además de su sonado enfrentamiento con Donald Trump tras salir de la Casa Blanca, que ha derivado la posible fundación de su partido.

Robotaxis, despidos y dudas sobre el liderazgo

Mientras tanto, Tesla sigue apostando por los proyectos de largo plazo, como sucede con el Cybercab, su futuro servicio de taxis sin conductor, cuya fase piloto ya ha comenzado a probarse en Austin (Texas) con una docena de Model Y circulando en modo autónomo. También mantiene en marcha el desarrollo del camión eléctrico Semi, cuya producción se ha fijado para 2026.

El fabricante insiste en que este último trimestre “marca un hito” dentro de la compañía por los avances en inteligencia artificial, robótica y en los servicios, pero los inversores muestran cautela. La sucesión de salidas de altos ejecutivos de Tesla, incluido el estrecho colaborador de Elon Musk que supervisaba las operaciones en Norteamérica y Europa, alimenta los niveles de preocupación sobre el rumbo que puede tomar la empresa.

Tesla, sin embargo, defiende que sigue apostando por la I+D y que mantiene un nivel alto de inversión de capital. Pero, sin un nuevo modelo competitivo en el mercado y con su CEO más centrado en la política que en el negocio, el escenario para la segunda mitad del año se presenta cuesta arriba.