Seis consejos de experto para elegir un buen vino por menos de 15 euros

Seis consejos de experto para elegir un buen vino por menos de 15 euros

Hay opciones excelentes en el supermercado

Mujer eligiendo un vino en el supermercado.d3sign via Getty Images

Llegan las fiestas y con las reuniones familiares y de amigos. A las que, ya seas tú el que convides o el convidado, están regadas con vino. Tal y como supuestamente decía Karl Marx, “ten cuidado de confiar en alguien a quien no le guste el vino”, por lo llevar u ofrecer un buen caldo siempre es una de las opciones predilectas.

Lo malo llega a la hora de elegir un vino, sobre todo si no se es muy experto, ya que la amplia oferta, tanto de blancos como de tintos, no lo pone nada fácil y mucho menos hacerlo bien sin gastarse un dineral.

Por ello, Carlos González, experto en vinos y director de la Guía Peñín da a El HuffPost unas claves para elegir un buen vino, pero económico.

González explica que el concepto “vino barato” es un “sambenito” que le han colgado a las producciones españolas por ser más económicas “tanto en Europa como en el resto del mundo”. Para intentar quitar el estigma, cada año elaboran una lista enfocada a Navidad de vinos económicos y de calidad.

“Hay vinos con muy buena relación calidad-precio, que abanderaría tanto para el consumo nacional como internacional”, explica. “Siempre suelo evitar la palabra vino barato porque tiene una connotación negativa, pero hay muchos con muy buena relación calidad-precio”, detalla.

Según explica, los vinos que tienen una valoración de cinco estrellas en la Guía Peñín son unos 2.000 y la mayoría cuestan menos de 15 euros. “A un neófito le diría que se fije en una horquilla entre 7 y 15 euros está bien, debajo de 7 hay cosas, pero es más difícil de encontrar”, explica, aunque apunta a que la uva tiene distintos costes en función de la zona de España, “depende de lo que cueste obtener una uva de calidad”.

“No es lo mismo campos llanos como Castilla que irte a la Ribera Sacra o al Priorat, no tienen nada que ver los costes de producción de esa uva”, apunta el experto, que anima también a tener en cuenta el valor de estas denominaciones de origen.

A pesar de los grandes nombres y las grandes ofertas que se leen en los lineales bajo las bodegas reconocidas por cualquier bebedor de vino ocasional.

González anima a que la gente abandone las grandes marcas o bodegas para que “se animen a probar cosas diferentes, más desconocidas” siempre teniendo en cuenta esos ratios de precio. “En ese rango hay muy buenos vinos de pequeños productores, no es necesariamente una grandes bodegas”, explica el experto, que recalca que “las grandes marcas están ahí porque se la han ganado”.

“En el vino se ha producido una revolución de pequeños productores, esa uva que salía de un pequeño terreno de un abuelo o de un tío, ahora se dedican a producirla ellos mismos. Hay auténticas joyas de vino por precios muy asequibles. Llevo 20 años en el sector y estamos viviendo una época que es la más apasionante dentro del mundo del vino”, apunta.

En este sentido, según explica González, juega un papel fundamental el coste de la uva en cada terreno anteriormente mencionado. “Rioja, Ribera y demás suelen tener muy buena relación calidad-precio, pero por ejemplo, Jerez también tiene la mejor calidad-precio”, detalla.

Al igual que sucede en la gastronomía y la tan mencionada cocina de proximidad, González recomienda hacer lo mismo con el vino. “Si alguien es de Valladolid le animaría que apostase por un Rueda o un Ribera del Duero, una persona que esté en Valencia por vinos de Valencia o Utiel-Requena, alguien de Málaga vinos de la Axarquía o de la Serranía de Ronda, etc.”, ejemplifica no sin denostar a los clásicos Rioja o Ribera.

“Muchas veces tendemos a menospreciar al consumidor, me he llevado muchísimas alegrías con que el consumidor sabe cada vez más, con la pandemia han descubierto grandes vinos. Hay muy buenos vinos en el Bierzo, en Galicia, en Cataluña, en Andalucía...”, explica. “Los eslóganes de las tres R: Rioja, Ribera y Rueda están bien, pero animaría a salir de ellos”, detalla.

González señala que los supermercados también han cambiado en los últimos años para ofrecer una selección más especializada de vinos, que los iguala con las tiendas especializadas. “Cadenas como Lidl han enfocado su lineal en vinos que no dejan de ser económicos, pero van más allá. Igual se salen de las marcas de siempre, más masivas, y van buscando pequeños productores”, explica.

Según señala el experto, el cliente del supermercado también ha cambiado y es “gente más joven buscando probar cosas sin gastarse tampoco mucho dinero, 17 euros como mucho”. “Están dando esa oferta y están triunfando”, explica.

Para muestra de que hay vinos de calidad en el supermercado, la OCU elaboró un listado de los mejores Ribera del Duero por menos de 12 euros.

Aunque el tinto siga siendo el rey de las mesas por su maridaje con muchos productos, no hay que denostar el vino blanco, más habitualmente maridado con pescados, mariscos o carnes blancas.

“De hace 10 años a ahora, la producción de vino blanco y las zonas, como Rioja, Ribera, Valdeorras, los txakolís... han crecido. Es la revolución del vino blanco, buen vino con relación de calidad-precio y masivos”, explica González.

De hecho, entre sus selecciones de este 2021 para Navidad, en la Guía Peñín escogen un vino blanco: el Ermita del Conde Albillo Mayor 2016 Blanco Crianza, que se vende por 11,95 euros.

Si estás falto de ideas, puedes ver aquí el listado completo de vinos económicos recomendados en la Guía Peñín.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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