Las cinco conversaciones sobre sexo que deberías tener con tu hijo antes de los 11 años

Las cinco conversaciones sobre sexo que deberías tener con tu hijo antes de los 11 años

La psicóloga y especialista en educación sexual, Anna Salvia, publica junto a Cristina Torrón (Menstruita) 'El semen mola'.

Padre e hijo hablando en la cocina.Thomas Barwick via Getty Images

La educación sexual sigue siendo una tarea pendiente tanto en las familias como en las escuelas españolas. Los jóvenes no reciben una educación sexual completa y su alternativa es el consumo de porno.

Según un informe presentado el pasado mes de febrero por la Federación Española de Sociedades de Sexología y Save The Children, del 50% de los menores de entre 14 y 17 años consumen porno en internet y la incidencia de infecciones de transmisión sexual se ha duplicado entre los adolescentes.

Además, cabe destacar otro aspecto: la educación sexual se centra principalmente en las niñas, un avance del feminismo que va desde la emancipación y la protección ante las agresiones de las jóvenes a los cuidados propios de la menstruación. Sin embargo, no se les suele prestar tanta atención a los chicos.

Con el fin de romper esta brecha de género, Anna Salvia, psicóloga especializada en educación y en salud sexual y de Cristina Torrón, ilustradora y creadora del proyecto de educación sexual Menstruita, han sacado un libro dedicado a ellos, El semen mola: pero tienes que saber cómo funciona (Montena).

“La educación sexual está muy centrada en las chicas, en la prevención de riesgos, que son ellas las que tienen que prevenir los embarazos, que cuidarse de que no sufran violencias…”, explica a El HuffPost Anna Salvia, quien destaca que también se habla “de la primera regla, pero no de la primera eyaculación”.

“Lo que vemos es que a los chicos no se les educa sexualmente y que las preguntas las tienen, no se las van a hacer a a la familia ni al cole sino a internet o a los amigos”, sentencia.

Para suplir estas carencias, resumimos en cinco cuestiones sobre las que la experta recomienda hablar, si es posible, antes de los 11 años.

Para Salvia, la ausencia de educación sexual en casa y en la escuela repercute directamente en el porno ya que los niños y adolescentes consultarán en internet sus dudas y allí se encontrarán con el porno.

“Si su hijo tiene 12 años ya está viendo porno, no es preguntarse si lo hace o no sino que la mayoría de chicos de sexto de primaria ya lo están mirando y lo buscan activamente, no es que se lo encuentren sino que lo buscan”, explica y añade que “una parte de las chicas también, aunque menos que ellos”.

Para tener esta charla con ellos, la sexóloga avisa que “no hay que esperar a descubrirlo sino que hay que darlo por hecho a esa edad”. “Las familias tenemos que tomar la iniciativa a explicarles qué es, la diferencia entre una fantasía y la realidad, que no es un contenido para su edad, que el porno comercial tiene una forma de explicar las relaciones sexuales muy violenta, machista y que, además, es mentira”, detalla. 

Las familias tenemos que tomar la iniciativa a explicarles qué es, la diferencia entre una fantasía y la realidad, que no es un contenido para su edad
Anna Salvia, psicóloga especializada en educación y en salud sexual

La cultura del porno va a formar parte esa generación hoy en día, tal y como cuenta Salvia, algo que no ocurría con sus padres o con generaciones anteriores. “Ellos no tenían acceso al porno por internet, se consumía con vídeos del videoclub o con el Canal +. Siempre digo que la cantidad de vídeos que vimos los padres y las madres antes de tener relaciones sexuales es la misma que ven la primera semana de buscar porno como adolescentes”, recalca.

“Esto tiene una gran influencia en los chicos y chicas porque no han visto nunca a nadie tener relaciones sexuales en la vida real y tienen muy poca educación sexual familiar y en el colegio”, enfatiza.

La psicóloga especialista en salud sexual recuerda que “aunque sea de manera inconsciente” los referentes van a ser los del porno y “se van a basar en estos roles en sus primeras relaciones, se van a fijar en la intensidad, las prácticas, las relaciones que son totalmente de dominación y violentas…”. 

  Una de las ilustraciones de 'El semen mola'.Montena

La gran conversación pendiente que tienen los padres con los niños es la de su primera eyaculación, conocida como espermaquía, y que tiene lugar entre los 11 y los 14 años.

Para Salvia, es el “gran cambio de la pubertad de los jóvenes” y se suele pasar por alto, al contrario que sucede con la regla entre las niñas. “La mayoría de familias no hablan nunca de semen con sus hijos, ni siquiera utilizan esa palabra delante de los chicos ni les dicen ‘a partir de los 11 o 14 años vas a tener semen’. No les preparan para esta experiencia”, indica.

“No se acompaña a día de hoy, si le preguntas a cualquier hombre adulto, te va a decir que no se lo explicó a nadie, como mucho a sus amigos y que era imposible hablarlo con sus padres. Si se lo preguntas a los adolescentes, estamos en el mismo punto, no ha cambiado. Ha empezado a cambiar con algunas familias, pero poco”, recalca.

Para Salvia la propuesta es preparar a los chicos “para ese gran cambio que van a vivir”. “Es la única metamorfosis de los chicos, las chicas luego vamos a tener ciclo menstrual, ciclo reproductivo, la menopausia…pero para ellos es la única gran transformación y la propuesta sería hacerlo desde que son pequeños, igual que a ellas con la regla”, indica.

“Habría que decirles que a cierta edad ya no va a salir solo pipí del pene, sino también semen y líquido preseminal. Esto es importante hacerlo de pequeños porque no tienen ninguna manía o prejuicio y se les puede explicar tranquilamente”, detalla y anima incluso a “celebrarlo” si se animan a contarlo.

  Una de las ilustraciones de 'El semen mola'.Montena

Para la sexóloga, la masturbación y la autoexploración forman parte del aprendizaje, aunque asegura que no se juzga igual a las chicas que a los chicos en ambos campos, sino que hay mucho más prejuicio a que ellas se toquen la vulva aunque sea a modo de exploración.

“Los niños pequeños se tocan mucho el pene en muchos contextos. Cuando se hacen mayores también, excepto la generación de los años 50-60 que sí que le decían que se quedaban ciegos o le salían granos, a día de hoy no hay diferencias en eso con sus padres”, indica.

Aunque la masturbación masculina está aceptada por la sociedad, tampoco se habla abiertamente en las familias, algo que se podría hacer según Salvia. “Si lo podemos nombrar en algún momento es una forma de normalizarlo y de decir ’todo el mundo lo hace, está bien”, sentencia y si les surge la duda de que si hacerlo está bien, apunta a mencionar que el porno “no es bueno ni es para su edad”. 

“Estamos hablando de que ahora que en las primeras masturbaciones como adolescentes en vez de pensar en el chico o chica que te gusta de tu clase, esa cosa tan sutil, están teniendo fantasías que son de una intensidad muy alta, muy explícitas”, señala.

Otro de los puntos a tener en cuenta, dada también la influencia del porno y la responsabilidad afectiva y sexual que solicita el movimiento feminista, es el consentimiento a la hora de mantener sus primeras relaciones sexuales.

En el libro, Salvia y Menstruita hacen énfasis en él dejando claro que cuando se hace el amor es cuando dos personas quieren hacerlo y están preparadas para ello. Salvia admite que en Cataluña, donde trabaja en talleres con niños y adolescentes, “el consentimiento es una preocupación de las familias y el profesorado, pero tienen pocas herramientas para hacer este acompañamiento y trasladar esta educación sexual”.

“No saben cómo llevarlo a cabo y cómo educar a sus hijos para que tengan relaciones respetuosas y desde el consentimiento”, indica. A ellos les anima a charlar con ellos siguiendo las pautas que se recoge en el libro.

  Una de las ilustraciones de 'El semen mola'.Montena

Para Salvia también es sorprendente que no se hable ni siquiera con padres o hermanos, ya que es algo tan natural como que se “tienen erecciones desde que están en el útero materno”.

“Desde que nace tiene erecciones cada día mientras duerme y cuando se despierta, de tipo erecciones matutinas, hasta que se muere”, indica. Tal y como explica Salvia, las familias deben indicarle y naturalizar que “pasa de forma automática porque tienes unos globos llenos de sangre en el pene”. 

También ve positivo que los padres y los hermanos hablen con naturalidad de ello y digan que a ellos también les pasa. “Los niños de quinto y sexto de primaria solo tienen palabras vulgares para describir lo que les pasa, ese es el nivel de ausencia de educación sexual”, enfatiza. “Los chicos tienen un fenómeno increíble que es una parte del cuerpo que se hace grande y pequeña no sé cuántas veces al día y nadie les dice nada sobre eso”, explica. 

Del mismo modo apunta que hay que mencionar las eyaculaciones nocturnas, aunque admite que ya no son tan comunes como anteriormente al tener “más relaciones y masturbarse más”. “Hay hombres de 40 o 50 que dicen que les ha pasado una o tres veces, o ninguna”, apunta.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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