Derroteros

Derroteros

Pasados más de cien años de la creación de la primera organización juvenil de clase, seguimos trabajando por cuestiones que deben ser tratadas desde un proyecto internacionalista.

Tomás Meabe.Fundación Pablo Iglesias

El fundador de las Juventudes Socialistas, Tomás Meabe, escribía la visión de hacia donde debería ir la primera organización juvenil proletaria en España con el título “Derroteros” donde veían la necesidad de enviar un mensaje crítico a la sociedad, en contra de las fronteras, de apostar por la separación de la religión del Estado y de defender la paz entre sociedades.

Durante 118 años miles de personas jóvenes han peleado con su vida, su tiempo y sus ideales por nuestra organización y por eso seguimos presentes, porque creemos en la idea de que las cosas no tienen que ser como han sido siempre, sino que la voluntad humana puede mejorarlas. El sueño de una organización que sirva de instrumento a la juventud para alcanzar la emancipación material y de pensamiento. Para llegar a ese objetivo, tenemos el reto de garantizar la participación social y política de la juventud como un derecho de nuestra democracia. Tener tiempo se ha convertido en un privilegio, probablemente debido a la precariedad laboral y el exceso de competencia entre las personas, que nos hace vivir en una dictadura del beneficio, donde el ritmo convierte a la vida en algo insoportable y donde hay un gran abismo entre las proclamaciones meritocráticas oficiales y la realidad.

Este estilo de vida nos está ocasionando un distanciamiento generacional, consecuencia de las imposibilidades de desarrollar nuestro proyecto de vida, que tiene su réplica en un distanciamiento cultural, en las formas de comunicar y de recibir la información. Esto supone un problema como democracia y nos debe llamar a construir puentes generacionales. Cuando está de moda criminalizar la política, el lugar donde entendemos que se pueden cambiar las cosas, acercar la política a la juventud, reconciliar a las personas jóvenes con la política, es uno de nuestros objetivos.

No dejarnos amedrentar por los sueños debe ser un convencimiento para la sociedad del futuro, la actitud para comprometerse políticamente por encima de la esfera de los intereses personales, la necesidad de ideales como fuerza motora para la actuación práctica es lo que ha traído y atraerá a la juventud hacia la política y hacia el socialismo.

Pasados más de cien años de la creación de la primera organización juvenil de clase, seguimos trabajando con el convencimiento de que la causa de la clase trabajadora, el cambio climático, la igualdad entre hombres y mujeres, las consecuencias de la revolución digital, o la reducción de la desigualdad, son cuestiones que deben ser tratadas desde un proyecto internacionalista. 

Las personas jóvenes estamos siempre llamados a expresar la opinión de una generación sobre qué mundo queremos, no solo para hablar de juventud, María Zambrano decía que “todo lo que el ser humano ha conseguido en la historia lo ha soñado antes”, porque el trabajo político sin imaginarse un nuevo horizonte no hace más que limpiar la fachada del capitalismo, convirtiéndose en gestor del sistema, sin plantearse la transformación del sistema.

Para el mundo que nos enfrentamos, es necesario potenciar una organización juvenil autónoma que trabaje por un nuevo programa internacionalista de reducción de las desigualdades porque la historia nos demuestra que la desigualdad es esencialmente ideológica, por la dignidad del ser humano, contra todo odio y fanatismo, para poner fin al miedo y a la incertidumbre, sigamos formándonos para dar vida y voz a nuestras ideas que, con el trabajo y la pasión, no podrán ni destruir, ni desvanecer, ni censurar. La lucha de la juventud es imparable. ¡Viva la política! y ¡Viva el Socialismo!