El acusado por desear matar a Sánchez dice que no era su intención: "No soy bueno tirando"

El acusado por desear matar a Sánchez dice que no era su intención: "No soy bueno tirando"

Manuel Murillo (66 años) asegura que es "un sentimental" y que ni siquiera ha "hecho la mili".

Manuel Murillo, un vigilante de seguridad de 66 años acusado por planear matar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha declarado que no tenía intención de asesinar a nadie y que tampoco era “ni un mercenario ni un francotirador”, como alardeó en un grupo de WhatsApp.

“Yo me sentía como un héroe, como Rambo y decía cosas como estas para salvar a España”, ha señalado el acusado al justificar que escribió esos mensajes en un grupo de WhatsApp estando borracho.

La Audiencia Nacional ha iniciado este martes el juicio contra Murillo, para el que la Fiscalía solicita 18 años y medio de prisión por los delitos de homicidio en grado de proposición con agravante de discriminación ideológica, depósito de armas y municiones de guerra, tenencia de armas prohibidas, depósito de municiones no autorizadas y tenencia de explosivos.

Es hijo del último alcalde franquista de Rubí

Murillo, hijo del último alcalde franquista de Rubí (Barcelona) y a quien se vinculó con entornos de extrema derecha, ha asegurado no recordar ninguno de los mensajes que envió expresando su intención de acabar con la vida de Pedro Sánchez y ha argumentado que en esos momentos se encontraba bajo los efectos del alcohol y los fármacos.

Ni he hecho la mili. Solo he disparado en una galería de tiro

“No sabía lo que estaba haciendo, pero no tenía intención de matar a nadie. Ni he hecho la mili. Solo he disparado en una galería de tiro”, ha explicado. “Pienso que son disparates muy grandes, porque yo no soy ni militar, ni francotirador, ni mercenario ni bueno tirando”, ha añadido.

Algunos de los mensajes que Murillo envió al grupo de WhatsApp ‘Terrassa por España’ fueron: “Si lo sacan (a Franco) me cargo a Sánchez” o “Mi mayor ilusión es meter al traidor de Sánchez debajo de la lápida de Franco”.

Murillo asegura que los mensajes amenazantes por los que está siendo juzgado fueron “de broma” y para “ver quién la decía más gorda”, pero que no “tenía ninguna intención real” de ejecutar sus amenazas porque es “un sentimental” y no “un asesino”.

“Eran cosas que salían en las noticias y me preocupaba de que España fuera mal. Al beber me venían estas ensoñaciones como siendo patriótico. Todo esto es de matar a gente y yo no mato a nadie”, ha señalado Murillo en la primera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional.

Tres revólveres, un fusil, una ballesta...

Según explica el fiscal José Perals en su escrito de acusación, en el registro de su casa se hallaron numerosas armas y municiones, entre ellas tres revólveres, una escopeta, un fusil, una ballesta artesanal y un artefacto explosivo de confección casera.