Chocolate, café y té 'Comercio Justo': El fraude más grande del siglo

Chocolate, café y té 'Comercio Justo': El fraude más grande del siglo

Un niño trabaja recolectando cacao.Daniel Rosenthal

La Coordinadora Estatal del Comercio Justo, la red mundial de la organización Alemana Fairtrade International, la Comisión Europea y también organizaciones del sistema de Naciones Unidas y ONG como Oxfam y Cáritas hacen creer a periodistas, a políticos y a los consumidores que “con el ‘Comercio Justo’ colaboramos con el desarrollo de las comunidades del Sur” cada vez que consumimos un chocolate, un café, un té, etc, supuestamente certificado como “Comercio Justo”. 

Es absolutamente falso que “con el ‘Comercio Justo’ colaboramos con el desarrollo de las comunidades del Sur”.

En su testimonio en el Parlamento Europeo Ange Aboa, corresponsal de Reuters para África del Oeste y Central, dijo que el sistema de certificaciones Comercio Justo/Fairtrade, UTZ y Rainforest Alliance “son el fraude más grande del siglo” (“La plus grosse scroquerie du siecle”). Es posible escuchar el testimonio de Ange Aboa en francés aquí

Este gran fraude al consumidor genera ventas mundiales de productos certificados de Comercio Justo —como el café, el cacao y el banano— que aumentaron un 8% en 2017 hasta alcanzar un valor de 8.500 millones de euros (9.740 millones de dólares), según el informe anual de Fairtrade International. Las organizaciones del falso Comercio Justo presumen de “beneficios” de “178 millones de euros adicionales (204 millones de dólares) en los bolsillos de 1,6 millones de agricultores y trabajadores”. Este “beneficio” también es falso ya que los productores reciben una fracción de lo que valen sus productos y muchísimo menos de lo que vale su trabajo para las multinacionales y ONG que se benefician con el falso Comercio Justo.

La verdad es: 

  • El precio que reciben los productores de café Comercio Justo es menos de la mitad del precio que recibían en 1983, según el Acuerdo Internacional del Café
  • El precio del cacao en 1981 era 2,100 dólares por tonelada. Ese precio ajustado a la inflación debería ser hoy 5,328 dólares, más del doble de lo que reciben los pobres agricultores del falso Comercio Justo.
  • El precio que reciben los productores de cacao Comercio Justo es menos de la tercera parte de lo necesitan para vivir con dignidad.
  • El nuevo precio del cacao Comercio Justo perpetuará la pobreza y continuará engañando a periodistas ingenuos y defraudando a los consumidores
  • Confectionery News reportó que: según el último informe de Fairtrade International. Los productores de cacao de África occidental aún no devengan el ingreso mínimo vital a pesar del crecimiento de las ventas de granos de cacao certificados de Comercio Justo.” 
  • El director ejecutivo de la ICCO, Organización Internacional del Cacao, Michel Arrion, funcionario de la UE, le dijo a la industria del cacao en una reunión en Amsterdam: Hay argumentos válidos “para triplicar el precio del cacao pagado al productor”. 
  • Reuters reportó que:Una investigación realizada por la Fundación Thomson Reuters encontró que algunos trabajadores en plantaciones de té certificadas por Rainforest Alliance y Comercio Justo/Fairtrade se llevaban a casa tan solo 26 rupias en Sri Lanka (14 centavos de dólar) por día después de cargos y deducciones cobradas a ellos sin consentimiento”.  
  • “Las primas de las certificaciones del cacao sostienen la pobreza deberían ser 30 veces más altas, según Cacao for Change.
  • En noviembre del 2017, 34 eurodiputados del más amplio espectro político, firmaron una pregunta escrita a la Comisión Europea sobre la explotación laboral de menores por parte de empresas del sector del café y el cacao diciendo:

Fernando Morales-de la Cruz, fundador de Café for Change, afirma que la Unión Europea es el principal beneficiario desde el punto de vista económico del trabajo infantil y de la pobreza extrema que reina entre los productores de café y cacao. Diversos periodistas, incluidos los del programa Report de la RAI, han documentado ampliamente que las certificaciones del café y el cacao financiadas por la Unión, como «Comercio justo», «UTZ», etc., contribuyen a la pobreza y el hambre y perjudican a niños inocentes. Aparentemente, estos denominados sistemas de certificación reciben financiación de la Unión por valor de millones, lo que permite a las empresas multinacionales comprar café y cacao a un precio inferior al de su coste de producción, al tiempo que engañan a los consumidores de la Unión con afirmaciones falsas

La verdadera respuesta de la Comisión Europea a estos 34 eurodiputados fue otorgar 5,8 millones de euros adicionales a las organizaciones del falso “Comercio Justo” para cabildeo en el parlamento europeo, en los parlamentos de los estados de la UE y para continuar engañando a periodistas y especialmente a los consumidores de la Unión Europea y del mundo con el falso “Comercio Justo”. 

Está ampliamente demostrado en los reportajes de periodistas independientes que la explotación, la miseria y el trabajo infantil son parte de la vida diaria en las plantaciones neocoloniales de café, cacao y té del supuesto Comercio Justo y de todas las otras falsas certificaciones. Por ello también es absolutamente falso que la marca Comercio Justo sea justo, según la definición que la RAE da a una de las palabras más importantes para la humanidad.

La Unión Europea es el principal beneficiario desde el punto de vista económico del trabajo infantil y de la pobreza extrema que reina entre los productores de café y cacao.

Nuestros hijos consumen chocolates producidos con cacao cosechado por 3 millones de niños muy pobres, quienes, además de no ir a la escuela, como tienen derecho todos los niños del mundo, son de hecho los esclavos que trabajan para que nuestros hijos puedan comer una barra de chocolate 10 céntimos de euro más barata de lo que debe ser. Estos tres millones de niños son explotados para reducir el costo del cacao y para que los propietarios de las empresas de chocolate y cacao sean de las fortunas más grandes en muchísimos países del mundo.

Como he dicho repetidas veces a los comisarios de la UE, a eurócratas, a ministros, a políticos, a funcionarios diplomáticos y a los periodistas defensores del falso Comercio Justo y de las falsas certificaciones: 

Esta no es la Europa que queremos para nuestros hijos, ni para ningún niño.

Comparto con ustedes mis Seis preguntas a la Comisión Europea y quedo a la espera de sus comentarios o preguntas Twitter: @FMdelaC.