El significado de los tatuajes de Ayuso, Marlaska y otros políticos españoles

El significado de los tatuajes de Ayuso, Marlaska y otros políticos españoles

El ministro del Interior luce en su muñeca la frase “Ni pena ni miedo” y la presidenta de la Comunidad de Madrid una rosa negra en homenaje a su grupo favorito

Grande-Marlaska e Isabel Díaz AyusoEFE

La moda de los tatuajes llega al mundo de la política. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, cumplió la semana pasada su promesa de marcar su cuerpo con tinta negra si alcanzaba la mayoría absoluta en las elecciones andaluzas celebradas el pasado mes de junio. El PP obtuvo finalmente en dicha cita electoral 58 escaños, tres más de los necesarios para hacerse con el control del Parlamento. Y le tocó cumplir con su palabra.

El dibujo, situado en la muñeca a la altura del reloj (fácil de ocultar con camisa), fue grabado por Javi Pascual, el joven que no dudó en decirle al candidato popular en campaña que le ofrecía hacerle un graffiti si obtenía la mayoría absoluta. Pascual le ofreció hacérselo en el ojo, aunque Moreno Bonilla acordó mejor “en otro sitio”. Finalmente, el presidente andaluz se ha grabado un ‘A58’ en la muñeca. La “A” por Andalucía y “58” por el número de escaños obtenidos. “Mientras se lo tatuaba no se quejó ni una sola vez”, aseguró el tatuador tras finalizar su obra.

  El tatuaje de Moreno BonillaPP

Sin embargo, Moreno Bonilla no es el primer político que decide hacerse un tatuaje. Diputados, presidentes autonómicos y hasta ministros actuales también han decidido pasar por la tinta y las agujas para dejar en su cuerpo mensajes y dibujos que forman parte de su carácter y hasta forma de entender la política.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, es uno de ellos. Tiene tatuado en su muñeca derecha la frase “Ni pena ni miedo” en forma de pulsera. Cuatro palabras que también son el título de su biografía, publicada en 2016. En ella, Grande-Marlaska escribió que “Ni pena ni miedo es un lema de resistencia que significa que el miedo a las consecuencias de nuestros actos no debe paralizar nuestras decisiones futuras, que hay que ser consecuente con lo que creemos y defendemos”.

  El tatuaje en la muñeca de Grande-MarlaskaHuffPost

El tatuaje de Marlaska, aunque es discreto, llegó a ser objeto de debate en el Congreso. En junio de 2020, la entonces portavoz del PP Cayetana Álvarez de Toledo le dijo al ministro en sesión parlamentaria que “ni el tatuaje de su muñeca ni el título de su autobiografía dicen la verdad: usted da pena y miedo”.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, también tiene un tatuaje. El suyo es aún más discreto. Lo tiene en un costado y es la constelación de Perseo. Es una de las más reconocidas por los amantes de la astronomía. Tal es su fuerza, que brilla con una luminosidad equivalente a 5.000 soles.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también es fan de los tatuajes. Lleva, concretamente, una rosa negro en el antebrazo izquierdo. Según reveló ella misma en una entrevista, se trata de un homenaje al grupo de música Depeche Mode, uno de sus predilectos. En concreto, es la imagen de la portada del discoViolator, de 1990. Un motivo diseñado por el artista holandés Anton Corbjn.

Ayuso también señala que tiene más tatuajes, aunque están ocultos. No parece eso sí que superará a los siete que tenía su predecesora en el cargo, Cristina Cifuentes: desde unas letras chinas en la muñeca hasta motivos tribales, una rosa, un sol y una estrella.

En el campo de los alcaldes destaca Jose María González Santos ‘Kichi’. El alcalde de Cádiz lleva un tatuaje en el antebrazo con las iniciales de su hijo mayor y de él mismo: AK/KG. La peculiaridad es que están escritas con la tipografía de AC/DC, uno de sus grupos favoritos. Su pareja, Teresa Rodríguez, también luce varios en el cuerpo. El más significativo es el que lleva en el brazo con el símbolo feminista y un puño en alto.

  Kichi y Teresa RodríguezEuropa Press News via Getty Images

Aunque el político que más tatuajes ha exhibido fue Josep Garganté, de la CUP. El que fue concejal en el ayuntamiento de Barcelona tenía, entre otros, una imagen del Che Guevara y en los nudillos las palabras “amor” y “odio”.

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es redactor de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es