El verdadero origen del 'Blackout Tuesday', la iniciativa que tiñe de negro las redes sociales

El verdadero origen del 'Blackout Tuesday', la iniciativa que tiñe de negro las redes sociales

No hay que confundirla con el #BlackLivesMatters.

Winkled black paper texture backgroundKatsumi Murouchi via Getty Images

Este martes las redes sociales se han teñido de negro. Al hacer scroll en Twitter, Instagram o Facebook el resultado ha sido siempre el mismo: fondos negros y un hashtag #BlackOutTuesday (apagón del martes), que se ha convertido en trending topic durante toda la mañana del 2 de junio.

Numerosos famosos españoles como Paco León, Sara Sálamo, Anna Castillo o Paula Echevarría han compartido este pantallazo negro en sus cuentas de Instagram, algunos también con la frase #TheShowMustBePaused (El espectáculo tiene que parar).

Lo que ha prendido la mecha de estas publicaciones podría parecer a priori claro: el asesinato de George Floyd a manos de un policía estadounidense y las protestas contra el racismo que se han extendido por todo el país norteamericano. Sin embargo, aunque tiene en común su protesta contra el racismo, esta iniciativa nació con otro fin.

Detrás del Blackout Tuesday no hay un movimiento activista ni de una organización política, sino que está la industria musical estadounidense. Concretamente lo han lanzado las discográficas Atlantic Records y Capitol Music Group, a las que se han sumado otras majors como Warner Records, Sony Music y Def Jam. La iniciativa que se empezó a mover el pasado 30 de mayo busca, además de teñir de negro las redes, que este martes se paralice la industria: no hacer conciertos ni lanzamientos musicales, evitar que se compren o vendan discos y reducir —o paralizar— el consumo de música en streaming.

Por este motivo, los usuarios animan a utilizar el Blackout Tuesday únicamente para poner el pantallazo que simboliza el apagón –o con el hashtag #theshowmustbepaused que forma parte de la misma campaña— y no mezclarlo con el #blacklivesmatter, donde se engloban este tipo de protestas.

“El martes 2 de junio Atlantic Records junto a Warner Music Group haremos un parón y apoyaremos a nuestra comunidad, artistas y empleados. La industria musical no será igual, será un día que supondrá un cambio hacia un verdadero cambio”, empieza el comunicado compartido el 30 de mayo para pedir descanso y reflexión sobre el conflicto racial existente en muchos lugares del mundo.

“Como parte de esto ayudaremos a la asociación Black Lives Matters y a otras organizaciones para luchar contra la injusticia racial”, señala en el texto.

Además de las discográficas, numerosos artistas de todo el mundo se han sumado a la iniciativa, desde Britney Spears, Billie Eilish Rihanna, Beyoncé o el productor Quincy Jones a artistas nacionales como Vetusta Morla, Rosalía o Rozalén. Algunos como el grupo Radiohead incluso han borrado sus vídeos de YouTube para hacer un apagón total.

  Perfil de Radiohead en YouTube el 2 de junio.YouTube

¿Por qué en la industria musical y por qué Atlantic Records?

El movimiento se ha iniciado en la industria musical por ser una de las que más presencia racial tiene. De hecho, de los diez artistas mejores pagados de 2019, la mitad son negros: Kanye West, Beyoncé, Jay-Z, Drake y Diddy. Algo que no ocurre en otras industrias como el cine.

Pero el hecho que lo haya iniciado Atlantic Records tampoco es casualidad. Se trata de un sello que nació en 1947 de la mano del turco Ahmet Ertegün y del sueco Herb Abramson con la vocación de competir con la mítica Motown en géneros afroamericanos como el R&B, el soul o el jazz.

En él estuvieron iconos de la lucha racial en la música como Aretha Franklin, Otis Redding, John Coltrane o Ray Charles. Desde 1967, tras pasar a ser subsidiaria de Warner Music, se ha orientado más al pop y al rock con artistas como Led Zeppelin, Coldplay o Sia, pero sigue manteniendo cierta esencia de los géneros de su nacimiento con nombres como Bruno Mars o Sean Paul.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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