Un monstruo paseando por un atasco, unas pequeñas criaturas que comen en un frigorífico o un pulpo jugando con un caza en el aire son algunas de las imágenes que plasma la pintora Marina Fandéieva. La artista originaria de la ciudad de Novosibirsk (Siberia, Rusia) mezcla pintura y fotografías para crear imágenes impactantes y poco habituales.
Además, para esta serie que cuenta ya con más de 3.000 publicaciones en su cuenta de Instagram, Fandéieva se ha servido de la ayuda popular. La gente le envía sus fotografías utilizando un hashtag especial que dice "quiero un risovash" en ruso y Fandéieva lo hace, a su manera. Risovash es una palabra inventada por ella a partir del verbo risovat (pintar), la utiliza para describir la mezcla de realidad e imagen pintada.
"Todo el mundo habla sobre magia en las ilustraciones, pero no es más que una ilusión. Quiero hacer el único milagro posible para una pintora: no abandonar los límites de la física y de la óptica, juntar todos los colores y conseguir luz pura", afirma en el pie de una de sus fotografías de Instagram.
La vertiente creativa de esta artista no acaba ahí, también crea historias para sus pinturas. Recientemente Fandéieva publicó el libro Nuevos cuentos de Kamchatka. En él, no sólo combina la fotografía y la pintura sino que también escribe cuentos basados en estas creaciones.
"Compré un cuadro viejo, le puse una cartulina blanca como fondo, escribí varias palabras y una vez recortadas las pequé en forma de corazón", dice la recomendación de Pinterest
Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.
Sobre qué temas escribo
Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.
En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla. Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.
He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.
Mi trayectoria
Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.