Hablan los arrepentidos de Vox: "No es un partido, es un negocio"

Hablan los arrepentidos de Vox: "No es un partido, es un negocio"

Los críticos de Abascal ya han fundado varios partidos nutridos de simpatizantes desilusionados con la formación: "Han ido como locos con tal de pisar moqueta".

Macarena Olona, durante un mitin de Vox en Andalucía ante la presencia de Santiago AbascalEuropa Press News via Getty Images

Horas bajas para Vox. La salida embarrada de Macarena Olona, repleta de reproches, amenazas y desaires, ha mostrado las costuras de un partido acusado de falta de democracia interna y de débil estructura. La que fue en junio candidata a la Junta de Andalucía se va por la puerta de atrás avisando a sus excompañeros de que está dispuesta a crear una nueva formación política que aglutine a los numerosos desencantados de Vox. Porque pese a ser un partido relativamente joven y haber irrumpido en la escena política hace menos de cuatro años, Vox comienza a sufrir las consecuencias de un desgaste progresivo que también empieza a reflejarse en las encuestas.

Tal como contaba hace unos días El HuffPost, el CIS y la mayoría de sondeos advierten de un retroceso en las expectativas electorales de los de Abascal. Según la última encuesta de Gad3, Vox caería de sus 52 escaños actuales a entre 36 y 38 ante el potente auge del PP. Es decir, la ultraderecha perdería al menos un 25% de sus diputados actuales.

En cuanto a afiliados, Vox aumentó su grueso de simpatizantes. Sin embargo, más de 10.000 dejaron de pagar en 2021 su cuota ante el descontento por el devenir de la formación. Actualmente, hay al menos cinco partidos que han sido fundados por militantes de Vox que, como Olona, han abandonado a los de Abascal bajo importantes acusaciones de “fraude, estafa y engaño”.

Es el caso de Andrés Santo, un gestor inmobiliario de 56 años que actualmente preside Juntos por España. El partido, que se declara “ni de izquierdas ni de derechas” y que busca construir “una alternativa nacional”, se fundó el año pasado. “La progresión ha sido lenta. Cuando creas un partido es como una travesía en el desierto”, asegura. De momento no han obtenido puestos de responsabilidad, pero esperan que en las municipales de 2023 su suerte pueda cambiar.

“Como locos con tal de poder pisar moqueta”

Santo estuvo afiliado a Vox durante varios meses, hasta que se dio cuenta de que sus máximos responsables “iban como locos con tal de pisar moqueta”. “El mensaje de Abascal me gustaba porque había cambiado el discurso de lo que era Vox cuando se fundó. Parecía que había abandonado el neoliberalismo económico y se había ido al patriotismo social”, explica.

Se integró en Vox Valencia, aunque algunos amigos suyos ya le aseguraban por entonces que el partido “era un club de amigos que sólo iban al negocio”. “Me hablaban de las irregularidades que se cometían o del mal trato que se daba a la gente. Pero luego comentaba esto con personas que tenía cargos de responsabilidad en Madrid y ellos me aseguraban que el partido iba a cambiar. Aunque estando Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio o Javier Ortega Smith la cosa sólo podía ir a peor”, ha expresado.

Cuando Vox irrumpe en el parlamento andaluz en diciembre de 2018 con doce diputados, Santo decide irse. “Firman un documento que no tiene nada que ver con el programa que proponían. Así que mandé la baja a Abascal y desde ese momento me bloquearon en todas las redes sociales. Si hubiera querido ganar dinero en política, me hubiera ido al PP. Hubiera sido más sencillo. Pero prefiero perder con mis ideas que ganar con las de otros”, explica.

Santo critica abiertamente en El HuffPost las contradicciones de Vox. “No se puede estar en contra de las autonomías y entrar en sus gobiernos, como ha ocurrido en Castilla y León. O estar en contra de la agenda 2030 pero apoyar a los poderosos que están a favor de ella”, dice.

Pero, para el valenciano, el gran error de Vox ha sido no haber creado estructuras provinciales o locales e intentar controlar todo el partido desde Madrid. “No quieren que haya barones regionales para que sólo destaquen ellos”, dice. Y por eso, según su opinión, han decidido cargarse a Macarena Olona. “Vox es un negocio, no es un partido. Y cuando hay riesgo en el negocio, van con todo contra la persona que pueda ser competidor. Vieron que Olona era una mujer que podía hacer sombra a Espinosa de los Monteros u Ortega Smith y ahora el entorno del partido está jugando muy sucio contra ella”, explica.

“Ortega Smith es una persona desagradable”

  Javier Ortega SmithEuropa Press News via Getty Images

Santo es claro en su opinión sobre los miembros que actualmente integran la cúpula de Vox. De Abascal dice que ha vivido toda la vida “de lo público”, que se ha comprado un “chaletazo” y que es un “mal parlamentario”, aunque “sabe encender a las masas en un mitin”. Sobre Ortega Smith, por su parte, asegura que es una persona “desagradable” y que no le gusta su forma de dirigirse a la gente. “Olona se ha visto metida dentro de un grupo de personas donde su chulería y su actitud macarra te empujan a actuar de la misma manera”, asegura.

Santo no recomienda a Olona formar un nuevo partido “porque se entendería como una escisión de Vox”. Por este motivo, está dispuesto a entregarle “las llaves” de Juntos por España. “Nosotros abrimos las puertas de nuestro partido a los simpatizantes y dirigentes de Vox que acaben siendo marginados o les echen”, asegura. Y lanza un aviso: “Los partidos que crecen rápido, bajan también de forma muy acelerada”.

“Dirige Vox como una institución militar”

  Santiago AbascalEuropa Press News via Getty Images

El diagnóstico de Santo sobre el devenir futuro de Vox coincide con el de Carmen Gomis, presidenta de Túpatria. “Un día, Javier Ortega Smith me dijo bromeando que Ciudadanos era como un gigante con pies de barro. Pues lo mismo le va a ocurrir a Vox: la fractura interna les va a pasar factura”, vaticina.

Gomis, que entró en Vox a finales de 2015 y fue nombrada vicesecretaria de comunicación en Alicante, no cree que su partido sea una escisión de la formación de Abascal. “Yo me fui del partido en 2019 y pasó un año hasta que creamos TúPatria. Después de lo mal que lo pasé en Vox, no estaba en mi cabeza liderar otro proyecto político. Pero más adelante vi oportuno crear un partido donde los ciudadanos sean de verdad el centro y llevar a cabo todo aquello que queríamos hacer y que en Vox no nos dejaron”, explica.

Su ruptura con el partido devino cuando la cúpula decidió ver en los medios de comunicación un enemigo en lugar de un aliado. “Hasta julio de 2018, cuando Vox no era nada, se nos machacaba a las provincias porque no salíamos en los medios. Después, la consigna fue la contraria: atacar a la prensa. Recurrí a Santiago para contarle lo que estaba pasando, pero el Abascal que me encontré ya era muy diferente al que hasta entonces había conocido”, detalla.

Para Gomis, el gran error de la formación es su funcionamiento interno. “No puedes dirigir un partido como si fuera una institución militar, que es lo que está haciendo Ortega Smith”, asegura. Aunque también pone el foco en Abascal: “Dicen que Santiago está mal aconsejado, pero él sabe perfectamente lo que ocurre en el partido. Nadie es más frío y calculador que Ortega Smith. Es un bloque de hielo. Lo que él dice va a misa y Santiago le apoya. El cáncer de Vox es Javier Ortega Smith, pero cuenta con el beneplácito de Abascal”, asegura.

“Yo he pasado lo mismo que Macarena”

  Carmen Gonis, junto a Ortega Smith en una fotografía antiguaCedida

La presidenta de TúPatria se siente muy identificada con Olona porque, al igual que la Abogada del Estado, mucha gente se ha quedado en el camino. “Yo he pasado lo mismo que ella, y todavía le queda superar el duelo. No está en el momento idóneo para formar un nuevo partido porque su cabeza debe asimilar primero todo lo que ha tenido que pasar”, detalla. 

El partido de Gomis tiene previsto presentarse en algunos municipios en las elecciones del próximo mayo y, al igual que Andrés Santo, la dirigente también invita a desencantados con Vox a unirse a sus filas. “Los cargos públicos que tenemos actualmente vienen de allí y todos ellos tienen libertad tanto en sus planteamientos como en lo que votan. Nosotros nunca les decimos lo que tienen que hacer, cosa que sí les ocurría en Vox”, finaliza. 

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es redactor de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es