‘Los domingos’, experiencia única (si nadie lo remedia)

‘Los domingos’, experiencia única (si nadie lo remedia)

Pepe Viyuela es un actor superlativo, además de humorista y uno de los mejores payasos españoles.

'Los domingos'.FESTIVAL ACTUAL

El Festival Actual en Logroño, el más madrugador del año, ya que es el primero, ofrece, sobre todo, experiencias musicales. Muchas de ellas en espacios singulares. Pero ha ido aumentando poco a poco su radio de acción. Incluyendo, cine y series, donde se estrenan los títulos más esperados de la temporada antes que en ningún otro lugar, arte, poesía (es un festival que le da mucha importancia a la palabra), gastronomía y, sí, teatro.

En esa ampliación del scope convocan para ver Los domingos. Algo en principio que no se sabe que va a ser. Sin embargo, brilla en la distancia. Atrae como una pequeña y, seguramente, valiosa joya.

¿Por qué? Porque es un espectáculo que se hace a partir de unos pequeños poemas dominicales de Rafael Azcona. Autor que nació un domingo en Logroño. Escritor satírico y dramático, uno de los mejores guionistas de todos los tiempos del cine español y colaborador habitual de la mítica revista La codorniz. Esa que sabía saltarse la censura del franquismo para hacer reír a derechas e izquierdas a la vez con un humor del absurdo y surrealista.

¿Solo? Pues no, solo no. La lectura, la interpretación, va hacerla un actor superlativo: Pepe Viyuela. También humorista y uno de los mejores payasos españoles. Como siempre demuestra en Encerrona, ese espectáculo unipersonal que hasta febrero de 2023 se puede ver en en el Teatro del Barrio, donde la estreno.

Así que el cazador de tendencias y de obras maestras, que suele ser un crítico, se coge un tren, que incluye un trayecto en regional por la España vaciada, y se planta en el Rioja Forum, uno de los nuevos espacios escénicos de los que se ha dotado la ciudad de Logroño. Y, a las seis de la tarde, como si fuera a los toros, se sienta en una butaca en un teatro con más de un cincuenta por ciento de aforo lleno, pero no hasta la bandera, como esperaba.

¿Qué se encuentra? Sencillez, simplicidad, una mirada limpia, que sacan a los poemas de Azcona, los brillos que tienen. Unos poemas de ciudad de provincias. De casino. Habitados por señores de coñac y puro, de señoritas y solterones que languidecen en un café de los de antes, una tarde de domingo, en el que los camareros, muchas veces en silencio, son la única compañía.

Ciudades cerradas, porque nada estaba abierto, excepto los cafés y el casino. Y las iglesias a las que no nombra. Y ciudades encerradas, porque la gente solía languidecer en su casa. Como lo hacía la España triste y gris en la que vivían.

Sí, son poemas melancólicos, en los que no se olvida el humor. Poemas directos con su ritmo y su rima, que recuerdan, curiosamente, los poemas de Gloria Fuertes. Ese juego con la palabra, su significado y su sonido. Con su polisemia. Poesía social, en el sentido de los textos que Azcona escribió para La Codorniz o para películas como El pisito, El cochecito, Plácido, o El verdugo.

  'Los domingos'.FESTIVAL ACTUAL

Una España en la que todavía se ve la España de hoy. Y a la que el hombre de traje gris y camisa blanca, de aspecto de funcionario y/o administrativo pobretón, de hombre corriente, que Viyuela representa con maestría, da voz y cuerpo.

Lo hace en un escenario negro. Con muy pocos elementos. Una silla. Una mesita. Un paraguas. Unos zapatos y una chaqueta que se pondrá durante la representación. Un personaje que recuerda al clown listo y triste de los circos. Que se irá vistiendo, recomponiendo el traje, mientras dice unos versos como si estuviera contando una historia a los amigos en un bar. Con esa facilidad y confianza con la que cambiar una sílaba, trabucar un verso, una cita, daría igual.

De esa manera deja en el aire, flotando, las palabras y el humor poético de Azcona. Ese mundo que, a pesar del tiempo, y de las costumbres, con sus cambios, siguen siendo las tardes de domingo, hasta el domingo entero.

Un Azcona que sorprende por su vuelo poético, en principio, alejado de sus otros mundos. Y que para recordar que no, que es lo mismo, Bernardo Sánchez, quien también adaptara El Verdugo al teatro, pone al lado sus chistes.

Como ese de la señorita que le cuenta a una amiga que no se compró la bicicleta azul porque le resultaba incómodo que hubiera un señor sentado en el sillín. Pequeño chiste que remite a las columnas, breves e historias de Juan José Millas, un autor al que le hubiera gustado borrar las tardes de domingo que también poetiza Azcona..

Una simbiosis entre texto, poesía, humor, puesta en escena e interpretación que vuela en la coda final. En ese partido de fútbol que radia no lo que sucede sobre el césped, sino lo que juega en las gradas ese espectador que insulta al árbitro y al contrario, que siempre hace falta y está en fuera de juego.

Que escucha la radio, cuando sale de ver el partido, y echa en falta que el Marca no se venda nada más salir del campo para poder saber lo que vio. Y, así, poder contárselo a los amigos que se encuentre en el bar donde se tomará la última antes de encerrarse en casa.

Un hombre corriente y moliente al que Pepe Viyuela da cuerpo y voz. Ya sin chaqueta. Sin zapatos. Camisa arremangada. Mostrando los tirantes. Un hombre domesticado y cansado de domingo. Al final de un domingo.

Al que despide un público en pie. Los que estuvieron atentos y no se dejaron llevar por los cantos de sirena de la música más actual. Los pocos que lo habrán visto, pues si una productora o distribuidora no lo remedia, esta pequeña joya habrá sido disfrutada y muy aplaudida única y exclusivamente por este pequeño aforo una tarde de sábado. El último día del festival Actual. Justo antes de un domingo.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Como el dramaturgo Anton Chejov, me dedico al teatro y a la medicina. Al teatro porque hago crítica teatral para El HuffPost, la Revista Actores&Actrices, The Theater Times, de ópera, danza y música escénica para Sulponticello, Frontera D y en mi página de FB: El teatro, la crítica y el espectador. Además, hago entrevistas a mujeres del teatro para la revista Woman's Soul y participo en los ranking teatrales de la revista Godot y de Tragycom. Como médico me dedico a la Medicina del Trabajo y a la Prevención de Riesgos Laborales. Aunque como curioso, todo me interesa.