Merkel no se arrepiente de su política con Rusia, pero se pregunta si se podría haber evitado la guerra

Merkel no se arrepiente de su política con Rusia, pero se pregunta si se podría haber evitado la guerra

La excanciller señala que ya sabía que Putin “quería destruir Europa” pero que era necesario “intentarlo todo diplomáticamente”.

La excanciller alemana, Angela Merkel.EFE/EPA/FILIP SINGER

La excanciller alemana, Angela Merkel, blanco de críticas desde el inicio de la guerra de Ucrania por su política con Rusia, ha afirmado este martes que no se hace reproches aunque se pregunta a menudo si “se podría haber evitado la tragedia”.

En su primera comparecencia pública desde que dejó el cargo hace seis meses, la exmandataria ha explicado que por ejemplo en verano de 2021 no pudo sacar adelante una iniciativa europea para traer de vuelta al presidente ruso, Vladímir Putin, a la mesa del diálogo.

No obstante, echando la vista atrás, le da una cierta “tranquilidad” saber que se esforzó al máximo para impedir la situación actual y que tiene total confianza en la gestión de su sucesor, Olaf Scholz, ha indicado en una charla en Berlín organizada por la editorial Aufbau.

En relación a las acusaciones de que fue ingenua al creer que Rusia podría cambiar a través de las relaciones comerciales con Occidente, Merkel ha afirmado que nunca se hizo “ilusiones”, pero que no se podía hacer como si un país vecino “no existiera”.

Ya sabía que Putin “quería destruir Europa”

La excanciller ha señalado que entonces ya sabía que Putin “quería destruir Europa” pero que antes de entrar en un conflicto abierto era necesario “intentarlo todo diplomáticamente”.

Así, ha resumido su política con respecto al Kremlin como “encontrar un modus vivendi en el que no estemos en guerra sino intentemos coexistir a pesar de nuestras diferencias”.

Además, ha dicho que la habían “molestado” las sanciones estadounidenses con motivo de la construcción del gasoducto Nord Stream 2, ya que es algo que “se hace con un país como Irán, pero no con un aliado”, por lo que se sentía muy agradecida a la iniciativa del presidente Joe Biden para enterrar la cuestión en 2021.

Merkel ha defendido también la decisión de la cumbre de Bucarest de 2008 de no otorgar a Ucrania el estatus de país candidato a entrar a la OTAN, ya que entonces no se traba de un país “democráticamente firme” y estaba “dominado por oligarcas”.

Ha agregado que desde la perspectiva de Putin se hubiera tratado además de una “declaración de guerra” a la que hubiera reaccionado causando un gran daño a Kiev, en línea con su política de intervenir en los países del entorno ruso que trataban de orientarse hacia Occidente.

Por ello, ha declarado, estaba en contra de admitir a Ucrania en la OTAN porque “no quería seguir provocando” esta dinámica y era necesario “evitar la escalación”.

La excanciller ha hablado además de sus encuentros personales con Putin y ha recordado cómo en su reunión de 2007 en Sochi, el presidente ruso le dijo que para él la caída de la Unión Soviética fue el peor evento del siglo XXI, a lo que ella, nacida en Alemania oriental, había sido una “suerte” que le dio la “libertad”. “Estaba claro que había un gran disenso, que se fue agravando. En todos estos años no fue posible poner fin a la Guerra Fría,” ha aseverado.

Un “error catastrófico”

El Kremlin ha cometido un “error catastrófico” con la invasión de Ucrania, “un ataque brutal, que desprecia el derecho internacional y no tiene excusa,” ha dicho Merkel, que sin embargo ha instado a no condenar de forma sumaria la cultura rusa, sino juzgar cada obra o artista por separado, ya que no todos se alinean con Putin.

Preguntada por su vida personal tras 16 años en el poder, Merkel ha manifestado que permanecer más tiempo en la cancillería hubiera sido un “anacronismo” y que es una “sensación bonita” haberla dejado por su propia voluntad.

En los últimos seis meses ha dedicado el tiempo a hacer ejercicio y a leer “libros gordos”, algo que no había tenido tiempo de hacer, y según ha señalado cree que va a ser “muy feliz” en su nueva fase vital.

Sin embargo, había esperado su retiro “diferente” y no marcado por la “cesura” de la guerra. “Sigo siendo una persona política y por eso, como muchos otros, estoy a menudo apenada estos días,” ha asegurado.