Movistar, año 1 después de Valverde: sí hay vida tras el 'Bala'

Movistar, año 1 después de Valverde: sí hay vida tras el 'Bala'

El único equipo español en la élite del ciclismo se ha presentado este miércoles con aspiraciones renovadas. El final de año, el faro a seguir en esta nueva etapa sin Valverde.

Enric Mas, triunfador en el Giro dell' Emilia ante Pogaçar, uno de sus grandes momentos de 2022Dario Belingheri via Getty Images

La vida sigue, incluso después de Alejandro Valverde. No solo no queda otra, sino que hay argumentos sobrados para que Movistar Team sea mucho más que una melancolía constante al mejor ciclista español de las últimas dos décadas. Con esa intención de quitarse la ‘Valverde dependencia’ que a veces se ha vuelto una losa, el único equipo español en la élite del ciclismo se ha presentado en sociedad de cara a 2023. 45 nombres (30 hombres, 15 mujeres) para arrancar el año 1 D.V. (después de Valverde), aunque en realidad su figura les acompañará todo el año, en calidad de embajador/asesor.

Y en ese nuevo tiempo, Movistar no varía su apuesta por la igualdad. La gala celebrada este miércoles, primera presencial en tres años, ha servido también de homenaje a la extraordinaria campaña del equipo femenino, en el que se ganó casi todo lo importante. Annemiek Van Vleuten, la mejor ciclista del mundo, se llevó las versiones femeninas de Giro, Tour y Vuelta, junto al Mundial en ruta y el monumento de Lieja. Casi nada.

Ya con los 40 cumplidos se acerca su final, pero en la casa navarra se han movido para buscar una posible sustituta, la alemana Liane Lippert, flamante fichaje para 2023. Ellas, junto a Emma Norsgaard, Paula Patiño, Arlenis Sierra, Sarah Gigante y la joven española Sara Martín deben ser las puntas de lanza de un equipo top mundial con una vocación cada vez más internacionalista.

  Annemiek Van Vleuten celebra su victoria en la última etapa del Tour, al que llegaba como líder destacada JEFF PACHOUD via Getty Images

En el lado masculino las cotas no son tan altas, pero tampoco tan bajas como muchos temieron en lo peor de 2022. El tramo final de la temporada demostró que hay plantilla para disputar (no solo correr) casi todo el calendario. El sprint de los Enric Mas, Álex Aranburu, Gonzalo Serrano, Max Kanter, Iván Sosa o Iván García Cortina de agosto a octubre alejó el fantasma del descenso, pero además fue una muestra de lo que la ‘M’ debe ser. Lejos del presupuesto y la grandiosidad de escuadras como Jumbo (Van Aert, Vingegaard, Roglic...), UAE (Pogaçar, el joven Ayuso...) o Ineos (Bernal, Thomas, Pidcock, Rodríguez...), sus armas son otras, suficientes para no volver a coquetear con los puestos bajos del ranking.

La ‘nueva’ estrella ha de ser Enric Mas. Un triple subcampeón de La Vuelta cuenta con aval suficiente para ello. Sin el parapeto de Valverde, ahora le toca a él dar ese paso más que el ciclismo español pide. Atrás queda el trauma de un Tour en el que todo salió mal; un mes de descanso le devolvió la ilusión y regaló un tramo final extraordinario. Atacante como hacía tiempo no era, certero y sin fallos, se midió cara a cara con las superestrellas Evenepoel y luego Pogaçar. Apunta otra vez a Tour (su gran objetivo y más saliendo desde España) y Vuelta, pero aprendida su experiencia con las grandes clásicas, debería mirar también a Lieja o Lombardía, donde ya ha brillado.

Tras él, un abanico de potenciales ganadores a los que la dirección debe encontrar su calendario. No todo es el Tour, por suerte, y el final de campaña de 2022, a la caza desesperada de puntos UCI para no descender fue un acierto: abrió al equipo a citas ‘diferentes’ y en ellas llegaron casi una decena de triunfos. Con corredores como Cortina, Aranburu, o Serrano, las clásicas y el segundo circuito de vueltas deben ser objetivos. También deberían aparecer Iván Ramiro Sosa, escalador tan top como irregular al que se le pide más de lo visto este año; el fichado Rubén Guerreiro o el estadounidense Matteo Jorgenson, esperanza de la casa tras dos años para la ilusión pero sin rematar. Es su momento.

Caso aparte los sprints, tradicional asignatura pendiente de los telefónicos. Pero el mítico equipo de Indurain hace mucho que ya no tiene a ningún Indurain. Lo que tiene, además de las aportaciones de Cortina y Aranburu, es a un joven alemán al que Movistar le debe bastante. Max Kanter no es (aún) un ganador, pero sí una garantía de puestos y puntos. Quien la sigue la acaba consiguiendo. Las victorias sí debería asegurarlas un talento en entredicho como Fernando Gaviria. Estrella en otros tiempos, su poca disciplina le ha hecho caer en semidesgracia y Movistar podría ser su última oportunidad en la élite. Viene casi a prueba, con contrato de un año.

Pero no todo serán victorias en la batalla de Movistar. En el bloque se mantienen, con galones y en calidad de ‘capitanes de ruta’ pilares como Carlos Verona (gregario excepcional... y único triunfo del máximo nivel en 2022, por cierto), fundamental en montaña y veteranos como Oliveira, Erviti o Rojas, quizás en sus últimas pedaladas.

2023 tiene que ser, también el año de la explosión de la sabida calidad de nombres como los escaladores Einer Rubio, Sergio Samitier (que tuvo toda la suerte en contra este año), Abner González, o los rodadores Oier Lazkano —proyecto de gran ciclista—, Mathias Noosrgard y Johan Jacobs. Con ellos hará su debut en profesionales el jovencísimo Iván Romeo, la particular baza telefónica en plena era de los talentos precoces. Tiempo con él.

Este es el Movistar del año 1 D.V. Ahora dictará sentencia la carretera.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos.