¿Puedes descifrar esta carta de Charles Dickens? La recompensa es de 360 euros
Este escrito sigue siendo un misterio para los expertos.
En la actualidad, gran parte de los documentos importantes o de personajes ilustres están escritos a ordenador, por lo que su conservación y lectura es mucho más sencilla que antes. Sin embargo, en los tiempos de escritores como Charles Dickens, este proceso era muy diferente.
Dickens es uno de los más importantes escritores británicos de la historia, destacó por obras como Oliver Twist, David Copperfield o Cuento de Navidad. Vivió durante el siglo XIX, una época que dista mucho de la actual en múltiples aspectos.
Para tomar notas, el escritor utilizaba un método de taquigrafía llamado braquigrafía, que consiste en la utilización de abreviaturas o representaciones reducidas de las palabras ya sea por medio de letras u otros signos.
Una epístola escrita por Dickens ha sido noticia en los últimos días precisamente por utilizar este extraño tipo de taquigrafía del siglo XVIII, lo que ha imposibilitado su traducción e interpretación. El escrito, conocido como La carta de Tavistock, nombre que recibe de la propia casa del autor, no se ha podido descifrar en 150 años. Por ello, los investigadores del Dickens Code Project ofrecen una recompensa de 360 euros a quien logre interpretarla.
La recompensa está financiada por el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades y se ha hecho pública con el fin de que algún criptógrafo aficionado trate de superar el reto antes de finales de año. “Parece siempre, pero en realidad no lo es. Es como jugar al Scrabble en tu cabeza”, explicaba Hugo Bowles, profesor de inglés en la Universidad de Foggia en Italia, en sus declaraciones al diario británico The Times.
“A Dickens claramente le gustaban los juegos de palabras y los rompecabezas. Habría sido muy bueno con ellos, de ahí el uso de este sistema”, afirmaba Bowles. Precisamente por este motivo, el escritor empleaba una taquigrafía tan complicada e indescifrable. Además de ahorrar tiempo a la hora de tomar notas, su método y su escritura desordenada hacen aún más complicada su traducción.
Los investigadores han empleado todo tipo de técnicas para descifrar el código utilizado por Dickens en la carta, como encontrar palabras ya traducidas y trabajar hacia atrás o emplear el método de aprendizaje automático. No obstante, ninguna de estas técnicas ha surtido efecto debido a la falta de material disponible del autor para tratar de dar con los patrones que solía utilizar.