Qué reivindican las trabajadoras de tienda de Inditex

Qué reivindican las trabajadoras de tienda de Inditex

El sindicato CGT convocó una huelga el primer día de rebajas mientras CCOO y UGT se sentarán con el grupo a negociar a finales de mes.

Trabajadores de Inditex en huelga en Madrid.Europa Press News via Europa Press via Getty Images

“No puede ser, trabajo en Inditex y no llego a fin de mes”. Es una de las frases que se escucharon hace unos días, en pleno arranque de las rebajas, en la calle Preciados, una de las más comerciales de Madrid, donde trabajadoras de Zara, Lefties, Kiddy’s Class y Pull&Bear estaban convocadas a una huelga por parte del sindicato CGT.

Hace un mes y medio, en pleno Black Friday, eran las trabajadoras del grupo en A Coruña las que salían a la calle para mejorar sus condiciones laborales, logrando una subida salarial de 322 euros al mes. Precisamente esta mejora en las condiciones de las trabajadoras de tienda de la provincia gallega, donde Inditex tiene su sede central, es lo que ha motivado al sindicato CGT a convocar la protesta.

“Salimos a la calle porque llevamos con lo salarios congelados desde hace años. La empresa ha tenido, y está teniendo en los últimos trimestres, récords de ventas, ha subido el producto, ha subido todo, menos los salarios”, explica Aníbal Maestro, secretario de la sección estatal de CGT en Zara y Lefties en Madrid. “Hemos visto que las compañeras del norte, las compañeras de A Coruña, a través de una huelga que hicieron en Black Friday consiguieron desbloquear esta situación porque hubo una importante movilización. Nosotras y nosotros exigimos que sea la misma tabla de medir, que no haya diferencias entre las compañeras que están en Galicia, en Bilbao, en Madrid o en Sevilla, que todas y todos tengamos los mismos salarios dentro de Inditex”, defiende el trabajador.

En la huelga del pasado 7 de enero no estaban ni CCOO ni UGT, los sindicatos mayoritarios dentro del grupo, que se sentarán a negociar con Inditex en una mesa estatal el próximo 25 de enero. “El 18 de noviembre llegamos al acuerdo de que constituiríamos la mesa en enero, donde abordaríamos la negociación de todo el sistema de incentivos, que es muy complejo, porque varía entre cadenas e incluso ciudades. La CGT se vio excluida porque no quieren estar en ninguna mesa, entonces si no estás en la mesa la única forma de llamar la atención es hacer una reivindicación en la calle. Las huelgas y las concentraciones se utilizan como una palanca de presión para desatascar algo, pero no hay nada atascado ahora mismo, entonces no tiene sentido para nosotros si estamos sentados en una mesa hablando unirnos a una huelga”, defiende Lucía Tremor, asesora de las trabajadoras y delegadas de Inditex de CCOO.

Para la CGT, la subida salarial que van a negociar los sindicatos mayoritarios es “irrisoria en comparación con lo que se ha subido en A Coruña. “Seguiremos hasta que la voz de las trabajadoras se oiga hasta tal punto que la empresa se vea obligada a llevar el mismo rasero para todas las empleadas”, defiende Maestro.

  Huelga en A Coruña el pasado noviembre.Europa Press News via Europa Press via Getty Images

Tremor señala que, en una negociación conjunta con UGT, en la mesa se abordará “la parte retributiva, desde los sistemas de incentivos, hasta las diferencias que hay entre diferentes provincias”. La asesora explica que el persona de tienda de Inditex funciona a través de convenios colectivos provinciales de sector, por lo que hay diferencias grandes.“También hay sistemas de incentivos y pluses que generan desigualdad. Lo que queremos con esa mesa es buscar la homogeneización de las condiciones de trabajo en materia retributiva”, añade Tremor.

Seguiremos hasta que la voz de las trabajadoras se oiga hasta tal punto que la empresa se vea obligada a llevar el mismo rasero para todas las empleadas
Aníbal Maestro, CGT.

A pesar de que las condiciones laborales varían según provincia, Tremor reconoce que quizás no sea posible trasladar los acuerdos de A Coruña a nivel estatal. “Tienen una casuística muy especial que es el efecto sede. Utilizan las tiendas de Coruña como lanzaderas, como proyectos piloto, entonces están sometidos a unas formaciones y a una exigencia distinta. La idea es que teniendo en cuenta las particularidades de cada sitio sí se vaya a una homogeneización”, matiza.

Tremor sí piensa que se podría implementar en otras provincias el plus de 200 euros que se ha pactado por convenio en A Coruña y que afecta a “grandes empresas que tengan beneficios” para equiparar condiciones. Además, también espera que se alcance algún compromiso para mitigar la subida del IPC para las trabajadoras.

Beatriz, que es miembro del comité de empresa y trabajadora de Zara en Madrid, asegura que “la política salarial de la empresa es injusta en muchos aspectos”. Entre esos aspectos se encuentra la parte variable del salario del personal de tienda, “que no se corresponde con los beneficios de la empresa”, o los convenios provinciales, algunos “fuera de vigencia”, o el sistema de comisión por venta que se cobra cada mes en la nómina.

En A Coruña tienen una casuística muy especial que es el efecto sede. Utilizan las tiendas como lanzaderas, como proyectos piloto, entonces están sometidos a unas formaciones y a una exigencia distinta. La idea es que teniendo en cuenta las particularidades de cada sitio sí se vaya a una homogeneización
Lucía Tremor, CCOO

“Contribuimos todos los años, todos los días e incluso con nuestra vida personal que nos dejamos ahí en la empresa, y la empresa tiene las posibilidades de pagarlo, también porque las plantillas de tienda tienen unos salarios bastante ajustados”, se lamenta Beatriz.

Es una reivindicación similar a la que hace Aníbal Maestro: “Exigimos también que haya una equiparación con los trabajadores de logística porque tienen unas mejoras sociales muy interesantes”. Para él, no tiene sentido que en tienda, donde la plantilla es mayoritariamente femenina, haya menos ventajas sociales.  “Tiene poca lógica tiene que en un sector donde prevalecen las mujeres las ayudas para guardería, comedor o libros pues ellos las tengan en logística y nosotros en las tiendas no veamos nada de esto”, denuncia Maestro.

Más allá de los salarios

Entre las reivindicaciones del personal de tienda también están las equiparaciones con los trabajadores de otros departamentos. “El personal de los centros logísticos está adscrito a otros convenios y obviamente sus condiciones son mucho mejores que las nuestras. Nosotros como trabajadores del mismo grupo sí que nos sentimos claramente en desventaja con esas condiciones”, confiesa la dependienta. “Todo el mundo tiene la sensación de que cobra menos de lo que debe cobrar y estamos viendo una situación con esta inflación en la que la gente no llega a final de mes con los salarios de tienda”, añade.

A pesar de que lo que viene dictado por convenio no se puede cambiar, Beatriz sí cree que la empresa tiene poder de decisión para equiparar las condiciones de todos sus empleados. “No podemos permitir que se establezcan unos trabajadores A y unos trabajadores B dentro del mismo grupo”, confiesa la empleada, que se refiere a las medidas sociales o de conciliación.

No podemos permitir que se establezcan unos trabajadores A y unos trabajadores B dentro del mismo grupo
Beatriz, trabajadora de Zara en Madrid y miembro del comité de empresa.

“Tenemos muchas situaciones distintas en los territorios, por ejemplo en Madrid está la liberalización de horarios. La legislación permite la apertura casi si quieres las 24 horas del día, pero la empresa tendrá que asumir un coste por esto, no va a recaer todo en las condiciones del trabajador. Si usted quiere abrir, abra, pero tendrá que asumir que eso cuesta dinero. Habrá que contratar más plantilla”, reclama Beatriz, que recuerda que las empleadas tienen derecho a conocer sus horarios con antelación.

“Ahora mismo en Madrid tenemos una situación con cantidad de gente con unos horarios que les condenan a trabajar todos los fines de semana desde hace años. A nivel estatal la tendencia de la legislación va cada vez va hacia ese camino, entonces si vamos hacia ahí, vamos a tomar medidas y como empresa tienen que asumir el coste de abrir, esto no es una apertura gratuita”, defiende la trabajadora de Zara. Entre sus reivindicaciones están las jornadas adecuadas, la distribución del tiempo y el derecho al descanso  en días que permitan la conciliación. “No le sirve de nada a un trabajador librar un martes y un miércoles todos los días de su vida”, sentencia.

El HuffPost se ha puesto en contacto con Inditex, que ha preferido no hacer declaraciones al respecto.