Activos congelados o deuda conjunta: la gran duda de la UE para ayudar a Ucrania
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Activos congelados o deuda conjunta: la gran duda de la UE para ayudar a Ucrania

El Consejo Europeo que empieza hoy en Bruselas, último del año, afronta un debate crudo y esencial: Bélgica teme represalias rusas porque los fondos están en su territorio, mientras Hungría y Eslovaquia ponen problemas. 

Un grupo de ucranianos se manifiesta en Bruselas, aprovechando una reunión del ECOFIN, para pedir el uso de activos rusos congelados para ayudar a Kiev, el 12 de diciembre de 2025.OLIVIER HOSLET / EPA / EFE

Ucrania necesita ayuda y Europa es su mayor esperanza para lograrla. Los Veintisiete están conjurados para arrimar el hombro -aunque algún socio empuja menos, es verdad, pero está-. El problema es que no saben cómo hacerlo. Este jueves, en el Consejo Europeo que arranca en Bruselas, los líderes de la Unión Europea (UE) pondrán sobre la mesa dos herramientas fundamentales: usar el efectivo que generan los activos rusos inmovilizados por las  sanciones internacionales o emitir deuda conjunta. Ninguna tiene el pleno apoyo de los aliados. Todas son complicadas y polémicas. Todas son, igualmente, urgentes para Kiev, asediada en el campo de batalla y bloqueada en los despachos, en unas negociaciones de paz con el invasor ruso que no avanzan. 

Los jefes de Estado y de Gobierno iniciarán su encuentro a las 10.00 horas (la misma hora en Madrid) y en partes de su debate contarán con la presencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski (esta vez en persona, no por videoconferencia, dada la importancia de la cita), quien ya no sabe cómo rogar a Bruselas para que actué rápido y con contundencia. Se encuentra atrapado: Estados Unidos, que era su máximo asistente y valedor, ya no lo es. Eso fue en la era Joe Biden. Ahora, con Donald Trump al mando, la ayuda financiera y militar se ha reducido al mínimo y se encuentra abocado a unos combates que, sobre todo en el este, le hacen perder terreno y a un proceso en los despachos que plantea más renuncias que conquistas: perder el Donbás, no incorporarse a la OTAN, reducir su Ejército... 

La propuesta y el nudo

La apuesta que más convence a la Comisión es la utilizar el efectivo que generan los activos del Banco Central Ruso inmovilizados cuando van venciendo, para otorgar con esos rublos a Ucrania un préstamo sin intereses de 90.000 millones de euros entre 2026 y 2027, que cubriría casi dos tercios de los 136.000 millones en ayuda militar y financiera que necesitará en ese periodo. En total, hay unos 210.000 millones de euros congelados. 

A cambio, Kiev sólo tendría que reembolsar el crédito una vez que Rusia pague las reparaciones de guerra, cuando se llegue a un acuerdo y se aborde la necesaria reconstrucción. La UE utilizaría, a su vez, ese montante para devolver a Moscú su dinero, una vez que los activos dejen de estar congelados. ¿Qué problema hay con esta vía? Que ese dinero de Rusia se encuentra bloqueado en su mayor parte en Bélgica, en una entidad llamada Euroclear, y este país, donde se encuentra la capital comunitaria, no quiere dar el paso porque tene represalias de los de Vladimir Putin. Moscú ha repetido que, como poco, emprendería acciones económicas y legales, con reclamaciones multimillonarias contra el Gobierno, hoy en manos del nacionalista Bart de Wever.

Bélgica insiste, pues, en que se consideren otras opciones legales, como la posibilidad de emitir deuda a cargo del presupuesto comunitario, algo que exigiría una unanimidad de todos los Estados miembros, que actualmente no existe. Básicamente, se oponen los sospechosos habituales, Hungría y Eslovaquia, los dos países de la UE más cercanos al régimen de Putin. Por ejemplo, el primer ministro de Hungría, el ultraderechista Viktor Orbán, dijo ayer a su llegada a una cumbre entre la UE y los países de los Balcanes Occidentales que no aceptará un remedio que implique "ningún gasto para los húngaros". En la misma línea va el primer ministro eslovaco, Robert Fico

La opción de usar los activos rusos sí podría salir adelante con una mayoría cualificada del Consejo de la UE, pero diversas fuentes diplomáticas dijeron a EFE que es un decisión que "no se puede tomar sin Bélgica", que a su vez confía en que no sea dejada al margen. Como poco, Bélgica reclama que todos los riesgos estén cubiertos y mutualizados sin limitaciones, en su totalidad y desde el primer día por el resto de Estados miembros. Que si Rusia va a por ellos, porque es donde está físicamente el dinero, todos los aliados respondan a una, porque sería algo circunstancial: el reto es común y la respuesta debe serlo. Usando los términos que emplea Zelenski, Bélgica quiere "garantías de seguridad". 

Los activos rusos inmovilizados en Bélgica en el depositario de valores Euroclear y ascienden a 185.000 millones de euros, el 27 % del PIB del país. No quiere arriestarse a tanto. Como explica El País, Bruselas le ofrece tres tipos de garantías. La primera es la mutualización del coste si Bélgica tuviera que devolver esos activos en función de la renta de cada país (de los 210.000 millones totales, de Bélgica se usarían unos 93.000: a España le tocaría en torno al 10% de la suma final). Además, el presupuesto europeo se utilizaría como salvavidas de emergencia "si algo se tuerce". La segunda pasa por que el compromiso de cada Estado miembro sea "adicional a cualquier otra cantidad que se aporte para la futura reconstrucción de Ucrania". La tercera consiste en cerciorarse de que ningún socio tenga acuerdos bilaterales con Rusia, de ningún tipo, que le impida participar en la operación, en cuyo caso se comprometería a anularlo. Se añadiría, dice el diario, "reparto de cargas y coordinación de esfuerzos con el G7 y otros socios afines, incluyendo la preservación de la iniciativa de préstamos del G7".

División

Los países del club comunitario están dispuestos a dar garantías para respaldar el préstamo pero no de forma "ilimitada", como solicita Bélgica. Es la piedra de toque. Aunque algunas fuentes diplomáticas apuntaron que el trabajo en las últimas semanas se ha centrado en el préstamo de reparaciones para Ucrania usando los activos rusos, no descartan que pueda acordarse la emisión de deuda. No obstante, Estados como Países Bajos han declarado que sólo ven posible la solución del préstamo de reparación porque la de la deuda requiere unanimidad, de nuevo. Vuelve la división, en este punto, entre los frugales y los menos frugales. 

Suecia, por su parte, también cree que el uso de los activos rusos es "la mejor opción" para garantizar la financiación para Ucrania durante los próximos dos años y que además es "moralmente correcto" utilizarlos. Otros países como Italia, Bulgaria y Malta han pedido opciones alternativas y se habla incluso de la posibilidad de que, si no hay consenso, se ofrezca a Ucrania un mecanismo temporal para que el país pueda tener fondos en el segundo trimestre de 2026. "Incluso las capitales recelosas de usar activos congelados admiten que esta opción es la única que los embajadores de la UE han considerado seriamente hasta ahora. Quienes se oponen argumentan que la Comisión, respaldada por Alemania, nunca permitió que se implementara el Plan B, que implicaba una deuda respaldada por la UE y garantizada por el presupuesto común", expone POLITICO.

La UE no se plantea salir de esta cumbre, que acaba mañana -aunque el presidente del Consejo, Antonio Costa, ha dejado abierta la puerta a que se amplíe al sábado, de tanto que hay en juego-, sin un salvavidas financiero para Ucrania, aspirante a la adhesión. Sería incumplir una promesa que hicieron los propios líderes en octubre pasado. Está en juego la supervivencia de Ucrania y, también, la propia credibilidad de la Unión. 

"No hay acto de defensa europea más importante que apoyar la defensa de Ucrania", ha insistido este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, la conservadora alemana Ursula von der Leyen. "Los próximos días serán cruciales para asegurarla. Nos corresponde a nosotros decidir cómo financiar la lucha de Ucrania. Conocemos la urgencia. Es máxima", ha remarcado.

La UE no puede estar "cansada"

El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha garantizado a su llegada a la reunión que la UE adoptará una la "decisión política" que permita asegurar "las necesidades financieras" de Ucrania para 2026 y 2027, con el fin de que ese país pueda "seguir luchando hacia una paz justa y duradera". Rusia debe entender que la UE seguirá apoyando a Ucrania en todos los frentes, defiende el portugués. 

Costa se mostró convencido de que los líderes europeos adoptarán hoy la "decisión política" que permita garantizar las necesidades de financiación de Ucrania a partir de 2026 aunque, precisó, las "tecnicidades" de esa solución deberán seguir siendo trabajadas después con la Comisión Europea.

"Lo más importante", dijo el socialista, citado por EFE, "es la decisión política" y "el mensaje claro que enviemos a Rusia", país que no puede creer que la UE no esté "cansada".

Mercosur planea sobre la cumbre

Aunque no figura en la agenda de la reunión, fuentes comunitarias reconocieron que los mandatarios europeos podrían abordar el acuerdo de asociación con el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), que la Comisión Europea quiere firmar el próximo sábado.

Pero para ello es necesario el apoyo por mayoría cualificada en el Consejo de la UE y tanto Francia como -en menor medida- Italia mantienen sus reticencias. Las negociaciones continúan contrarreloj en Bruselas sobre este asunto.

La situación en Gaza, los esfuerzos por reforzar la defensa europea, el próximo presupuesto plurianual de la Unión, la migración o la necesidad de continuar la adhesión de países candidatos basada en méritos serán otros asuntos que coparán la agenda de la cumbre.

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