La Corte Internacional de Justicia exige a Israel "tomar todas las medidas" posibles para "prevenir" el genocidio en Gaza
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La Corte Internacional de Justicia exige a Israel "tomar todas las medidas" posibles para "prevenir" el genocidio en Gaza

Por 15 votos contra 2, da un mes a Tel Aviv para que presente dichas medidas pero le pide que de inmediato evite daños. El alto tribunal de la ONU sostiene que es competente para investigar genocidio y que hay "algunos actos" que lo apuntan. 

Manifestantes propalestinos a las puertas de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, esta mañana.Nikos Oikonomou / Anadolu via Getty Images

Varapalo a Israel de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El alto tribunal de la ONU en La Haya le ha exigido a primera hora de la tarde que proceda a "tomar todas las medidas" posibles para "prevenir" el genocidio en Gaza. Tiene que actuar de forma "inmediata y efectiva" para no dañar a los civiles inocentes. Es una decisión que se toma tras el proceso abierto por Sudáfrica contra el país por supuesto genocidio en Palestina y que ha salido adelante por 15 votos contra dos. 

Los demandantes, además de aclarar si se está cometiendo o no genocidio contra los gazatíes, habían pedido acciones cautelares para prevenir desde ya más daño y eso es lo que la CIJ ha aceptado. Sus medidas contemplan, además, que Israel deberá informar en el plazo de un mes de los pasos que ha dado para cumplir con las órdenes de este viernes, que son de obligado cumplimiento. También tendrá que "castigar" cualquier incitación al genocidio contra los civiles y "asegurarse con efecto inmediato de que sus militares no cometan ningún acto" que se puede catalogar como tal. Pese a todo, no se ha instado a un alto el fuego en la franja, que era el anhelo de los sudafricanos y de los palestinos. 

Ahora está en la mano del primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu, atender o no lo ordenado, por lo que su posición es muy comprometida. Habitualmente, Israel ni acude a las citas de la CIJ, aunque la reconoce y es firmante de sus estatutos, pero en esta ocasión sí ha accedido a defenderse, lo que supone un reconocimiento implícito a lo que sus jueces decidan. Negarse ahora a acatar lo decidido sería poco entendible y poco defendible incluso por sus aliados, empezando por Estados Unidos. 

Los jueces, además, consideran plausible la afirmación de Pretoria de que Israel está cometiendo genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, por lo que acceden a mantener la investigación abierta, cuando Tel Aviv había pedido el carpetazo definitivo, y entienden que la corte es competente para investigar lo denunciado. La jueza Joan E. Donoghue ha sido la encargada de informar en una cita que ha generado una enorme expectación a las puertas del tribunal, abriendo así un proceso que puede durar años.

Las audiencias sobre el debate de las medidas cautelares se celebraron el 11 y 12 de enero, y ambos países expusieron entonces sus argumentos sobre esta cuestión.

En su demanda, Sudáfrica solicitó a la Corte que indicara medidas para “proteger contra daños mayores, graves e irreparables los derechos del pueblo palestino en virtud de la Convención sobre el Genocidio” y acusó a Israel de tener un "patrón genocida" en los políticas hacia los palestinos y denunció asesinatos en masa, desplazamiento forzado y lenguaje de deshumanización.

Israel rechazó tales acusaciones, justificó su guerra en Gaza como su “derecho inherente a defender a sus ciudadanos” del grupo islamista Hamás, y advirtió de que las medidas cautelares impedirán el rescate de los rehenes; además de culpar a Sudáfrica de presentar una “imagen fáctica y jurídica profundamente distorsionada” a la CIJ.

Ahora, la juez Donoghue ha dicho en sus propias palabras que se está produciendo una "tragedia humana" en Gaza y que la CIJ está "profundamente preocupada" por el alto número de muertes, que superan las 26.000. Ha expuesto algunas de las cifras dadas por las autoridades locales, aún bajo control de Hamás, y aunque asume que no pueden ser verificadas independientemente, se aferra a las declaraciones de agencias de la ONU que también dan cuenta de la "devastación" que sufre la franja desde hace más de cien días. "La situación de los niños en Gaza es especialmente desoladora", ha lamentado.

En este primer análisis, la CIJ sostiene que algunas de las acusaciones presentadas contra Israel entran dentro de la Convención sobre Genocidio y que, conforme a dicho tratado, los palestinos tienen derecho a una protección como pueblo como grupo.

De la satisfacción a la indignación

Las reacciones a la decisión de la CIJ, como era de esperar, no pueden ser más dispares. El Ejecutivo sudafricano sostiene que el fallo supone "una victoria decisiva para Estado de derecho internacional" y marca "un hito importante en la búsqueda de justicia para el pueblo palestino", según un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación. 

Satisfacción clara también ha expresado Palestina, a través de el Ministro de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Riyad al Maliki, quien ha "celebrado" la decisión de La Haya. "Palestina acoge con satisfacción las medidas provisionales ordenadas hoy por la Corte Internacional de Justicia. Los jueces de la CIJ evaluaron los hechos y el derecho. Fallaron a favor de la humanidad y el derecho internacional", sostiene en un videomensaje.

"Hacemos un llamamiento a todos los estados para que garanticen que se implementen todas las medidas provisionales ordenadas por la Corte, incluido Israel, la potencia ocupante. Se trata de una obligación jurídica vinculante", agregó el ministro palestino.

Maliki incidió en que la orden de la CIJ es un "recordatorio importante" de que ningún país está por encima de la ley, que debería servir como una "llamada de atención para Israel y los actores que permitieron su arraigada impunidad". "Los Estados ahora tienen obligaciones jurídicas claras de detener la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino en Gaza y de asegurarse de que no sean cómplices", señaló Maliki, quien mostró su "eterno agradecimiento" a Sudáfrica por dar este "audaz paso de solidaridad".

¿Y Te Aviv? Ahí todo es muy distinto. Netanyahu ha asegurado que la acusación de genocidio "no solo es falsa" sino que "es indignante", aunque celebró que el tribunal no ordenara el cese inmediato de las hostilidades, que siempre ha defendido como una línea roja: se niega a aplicarlo, con el aval de EEUU, porque sostiene que Hamás aprovecharía la pausa para reorganizarse y golpear más fuerte. 

"Como todo país, Israel tiene el derecho básico a la autodefensa. El tribunal de La Haya rechazó con razón la escandalosa exigencia de privarnos de este derecho", afirmó Netanyahu. 

"El vil intento de negar a Israel este derecho fundamental a la autodefensa es una discriminación flagrante contra el Estado judío, y fue justamente rechazado", indicó el premier, quien subrayó "el compromiso inquebrantable" de Israel con el Derecho internacional. "Estamos librando una guerra justa y la continuaremos hasta la victoria total, hasta que ganemos", insistió, a las puertas del Día de la Memoria del Holocausto, que se conmemora mañana y con el que ha hecho paralelismos. De lo que no ha dicho ni palabra es de si va a cumplir o no con lo ordenado por La Haya. 

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Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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