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La población rusa reacciona a la Operación Telaraña: "La guerra nos ha alcanzado"

La población rusa reacciona a la Operación Telaraña: "La guerra nos ha alcanzado"

Los ataques con drones en Irkutsk, Murmansk y otras regiones rusas sacuden a una parte del país que hasta ahora veían la guerra en Ucrania como algo lejano.

Bombarderos rusos en llamas, atacados por drones ucranianos.TELEGRAM

Ni en sus peores pesadillas, los habitantes de regiones como Irkutsk o Murmansk, ubicadas a miles de kilómetros del frente, imaginaron que un día tendrían que mirar al cielo con miedo. La madrugada del 1 de junio marcó un antes y un después para miles de rusos que, hasta entonces, veían la guerra en Ucrania como un conflicto lejano. Pero la Operación Telaraña, ejecutada por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), cambió radicalmente esa percepción.

Según informó el medio lituano Delfi, drones ucranianos golpearon simultáneamente infraestructuras militares en las regiones rusas de Irkutsk, Murmansk, Riazán e Ivanovo. En Irkutsk, un testigo relató que “todo este infierno lo vi con mis prismáticos, fue un espectáculo realmente espantoso”. El ataque, que duró cerca de hora y media, alcanzó la base aérea de Belaya y destruyó al menos un avión de transporte militar. “Escuchamos una explosión y vimos una enorme columna de humo. Luego vinieron cuatro explosiones más. Tras cada una, salían nubes grises… Cuando impactaron contra el avión, parecía que todo el aeródromo estaba en llamas”, explicó.

En Olenegorsk, en la región de Murmansk, otro residente contó que el estruendo de las explosiones sacudió varias veces su casa. “Oímos al menos diez detonaciones. Olenegorsk está en guerra. El humo de las explosiones se eleva detrás del bosque”, añadió. El propio gobernador regional, Andréi Chibis, confirmó que el ataque fue ejecutado con drones lanzados desde un camión ubicado en las cercanías. Un detalle que ha generado aún más inquietud entre la población: “¿Cómo? ¿Cómo es posible? ¿Cómo dejaron pasar estos camiones? Hay tantas preguntas”, se lamentaba un vecino.

La Operación Telaraña, tal como la bautizó el jefe del SBU, Vasyl Maliuk, tenía como objetivo golpear el corazón del aparato aéreo ruso. Según Maliuk, los drones lograron dañar 41 aeronaves militares, incluidos modelos estratégicos como el A-50, Tu-95, Tu-22M3 y Tu-160. El golpe, calculan las autoridades ucranianas, podría haber causado pérdidas valoradas en más de 7.000 millones de euros para el Kremlin.

Pero más allá del impacto económico o militar, lo que más ha sacudido a la ciudadanía rusa es la percepción de vulnerabilidad. “Ahora la guerra nos ha alcanzado”, declararon residentes de Irkutsk al medio Sibirskiye Realíi. La frase resume el giro psicológico de una población que creía estar a salvo por la distancia. “Estamos cansados de esta guerra. Llevamos ya cuatro años. ¿Qué será del quinto? No sabéis cómo luchar, no sabéis cómo hacer la paz. No os avergoncéis”, reprochaba con rabia un habitante.

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Las autoridades locales han pedido calma. Pero esa tranquilidad se evapora entre quienes han visto sus ventanas temblar o han presenciado explosiones a lo lejos. En algunas localidades, el desconcierto ha dado paso a la indignación. “Dijeron que esto era una operación especial. Pero ahora los drones nos sobrevuelan a nosotros”, comentan en redes sociales.