Netanyahu dice de convertir Israel en una "súper Esparta" y no tarda ni 300 minutos en recoger cable
La oposición, la patronal y los sindicatos no tardaron en lanzarse contra la última ocurrencia del cada vez más cuestionado líder israelí. Y él, literalmente, se desdijó en pocas horas.

Israel se enfrenta a un aislamiento internacional progresivo a medida que continúa —y se agrava— su campaña de destrucción total en Gaza. Las críticas de buena parte del planeta han pasado a ser algo más que gestos y palabras. Día tras día, la brecha es mayor con Tel Aviv y especialmente con el Gobierno de Benjamin Netanyahu. Sin embargo, el veterano político hebreo lo ve como una oportunidad para reivindicarse a modo de 'resistencia'. Y lo hizo este lunes con una comparación que ha levantado ampollas en su propio país. Porque a su juicio, Israel debe convertirse en una "súper Esparta".
Horas tardó en recoger cable. Porque su comentario, llamando a "adaptarnos cada vez más a una economía con características autárquicas" desató el panico de empresarios e inversores israelíes. Hay palabras que generan debate incluso en el interior del país, como la del supuesto "genocidio" en Gaza, pero hay otras que directamente asustan a todo el país, sabedor de su difícil situación en el Globo. "Autarquía" es una de ellas. Ni 300 minutos después, hubo matización.
Esta vez, las protestas no se dieron (solo) en las calles. La Bolsa de Tel Aviv cayó y el Foro Empresarial de Israel, la entidad que agrupa a las 200 compañías más grandes del país, saltó de inmediato para dejar claro que "no somos Esparta". Lo que sí afirman es que las políticas de Netanyahu llevan a Israel "hacia un abismo político, económico y social que pondrá en peligro nuestra existencia en Israel".
Los sindicatos tampoco tardaron en decir que "no queremos ser Esparta". Lejos de las connotaciones de la histórica polis griega, fundamentada en su naturaleza bélica, para el presidente de la federación sindical Histadrut, Arnon Bar-David, "merecemos la paz", porque "la sociedad israelí está agotada y nuestra posición en el mundo es muy mala".
Más duro fue el líder opositor, Yair Lapid, que ironizó sobre el "aislamiento" de Israel. "¿Algún poder superior causó esto? Tú causaste esto", respondió en un acto el mismo lunes. "Ustedes —en referencia al Ejecutivo al completo— son la principal causa del aislamiento diplomático".
Rodeado por las críticas, prácticamente en todo, Netanyahu no ha tenido más opción que recoger cable en lo referente a sus 'espartanos' planes. Tirando del clásico "malentendido" que siempre aparece cuando un político dice lo que no debe, el mandatario se defendió alegando su "plena confianza" en la economía nacional.
Para evitarse un incendio empresarial mayor, Netanyahu restó importancia al comentario, que se limitaría, según él, a la industria de defensa y no a la economía general. Y a otra cosa...
